Los médicos e investigadores saben desde hace tiempo que las estaciones pueden afectar al estado de ánimo. Los investigadores en cronobiología han identificado recientemente la causa real.
Eltrastorno afectivo estacional, o TAE, afecta a un gran número de personas. Las investigaciones sobre biología circadiana sugieren que entre el 4 y el 6 por ciento de las personas padecen formas de moderadas a graves de esta enfermedad, mientras que hasta una de cada cinco personas tiene una versión leve. Las personas que padecen TAE sufren depresión y una serie de síntomas negativos que dependen de la estación del año, y que se manifiestan con mayor frecuencia en climas fríos y oscuros.
Aunque el TAE está reconocido como un trastorno común y a menudo grave, no ha sido hasta hace poco cuando los investigadores han identificado la fisiopatología, o base biológica, de esta enfermedad debilitante.
Causas del TAE: nuevas preguntas, nuevas respuestas
Actualmente, el trastorno afectivo estacional se diagnostica basándose en los síntomas. Se considera que padecen TAE las personas que presentan depresión, fatiga y cambios en los patrones de sueño y peso exclusivamente en una estación del año. Sin embargo, investigaciones recientes demuestran que existe una razón fisiológica fácilmente identificable para este trastorno.
Los niveles de luz afectan al cerebro y, por tanto, al resto del cuerpo. En invierno, nuestro cerebro percibe la menor luminosidad y responde produciendo más melatonina. En verano, ocurre justo lo contrario. Sin embargo, la melatonina no es la única hormona afectada por este cambio en los niveles de luz. Los investigadores utilizaron escáneres PET, una tecnología especial que permite ver la acción de los receptores en el cerebro, para observar detenidamente cómo reaccionan los cerebros de las personas con TAE a los cambios de luz. Descubrieron que estas personas tienen más transportadores de ser otonina en la oscuridad que las personas normales. Estos transportadores eliminan la serotonina del torrente sanguíneo.
Las personas que no padecen TAE no presentan diferencias significativas en el número de serotonina entre las distintas estaciones. Dado que la serotonina afecta a una serie de procesos biológicos, desde la felicidad hasta el hambre, esto puede explicar muchos de los síntomas del TAE.
Tratamiento del trastorno afectivo estacional
El trastorno afectivo estacional se trata desde hace tiempo con fototerapia y melatonina. Las personas con este trastorno utilizan la luz para convencer a su cerebro de que todavía es verano. Dado que la luz puede afectar a los niveles de melatonina, muchos también toman melatonina por la noche para poder dormir bien y sentirse descansados durante el día. Todo ello puede aliviar los síntomas del TAE en muchas personas.
Sin embargo, la identificación de la serotonina como factor del TAE abre nuevas posibilidades de tratamiento. Los casos más persistentes de TAE pueden beneficiarse de la toma de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Esta clase de fármacos, también conocidos como ISRS, impiden que los transportadores de serotonina funcionen con la misma eficacia, lo que aumenta los niveles de esta sustancia química necesaria en el cerebro y el torrente sanguíneo.
¿Quién padece TAE?
El TAE se ha detectado durante mucho tiempo en adultos, especialmente en mujeres adultas, pero las investigaciones sugieren que los niños también pueden ser víctimas de este trastorno. El TAE es más frecuente de lo que se pensaba en los niños, sobre todo en las niñas y en los que se acercan a la adolescencia. Sin embargo, se presenta de forma diferente en los niños. Los niños con TAE suelen mostrar signos de TDAH en lugar de los clásicos signos de depresión. En lugar de estar fatigados y deprimidos, pueden parecer agitados y tener problemas para prestar atención. Identificar y tratar a estos niños les permitirá rendir mejor tanto en la escuela como en casa.
A menudo, el trastorno afectivo estacional puede tratarse con éxito una vez identificado, por lo que aprender a identificar a quienes lo padecen puede evitar una gran cantidad de frustración e infelicidad. Además, el conocimiento de las bases biológicas de esta enfermedad a través de la investigación en cronobiología está conduciendo a tratamientos mejores y más específicos. Algún día podremos identificar y tratar más eficazmente este trastorno para que las personas puedan disfrutar de las cuatro estaciones sin síntomas físicos y emocionales desagradables.