¿Buscas la mejor estrategia de estudio para recordar con eficacia? Estudiar antes de acostarse puede ser la respuesta.
Los estudiantes universitarios y de secundaria suelen dormir menos que los adultos que trabajan y los niños. Aunque trasnochar puede ser necesario para estudiar, un déficit de sueño puede perjudicar los resultados de los exámenes. Un nuevo estudio ha descubierto que tanto el momento de estudiar como la duración del sueño pueden influir en la memoria, lo que, en última instancia, puede repercutir en el rendimiento y las notas.
El mejor momento para estudiar
Un estudio de cronobiología del Hospital Brigham and Women’s de Boston utilizó el recuerdo de caras como prueba de memoria. La mitad de los participantes revisaron las fotos antes de dormir durante ocho horas, mientras que la otra mitad lo hizo por la mañana. Ambos grupos «estudiaron» durante el mismo tiempo y ambos realizaron la prueba de memoria 12 horas después de estudiar.
Se descubrió que los participantes que estudiaron antes de acostarse eran capaces de emparejar nombres con caras en mayor proporción y se sentían más seguros de sus respuestas en comparación con los que estudiaron por la mañana. Esto sugiere que las personas que estudian antes de acostarse, independientemente del material que intenten aprender, pueden tener mejor memoria y capacidad de recordar. Estos hallazgos pueden ayudar a los estudiantes a estudiar con más eficacia y a aprender información con menos esfuerzo.
Sueño y consolidación de la memoria
Éste no es el primer estudio que relaciona el sueño con una mejor memoria. Los investigadores han descubierto repetidamente que el sueño es una parte integral del recuerdo. La creación de una memoria se produce en tres etapas: adquisición, consolidación y recuerdo. La adquisición es el momento en el que nos encontramos e intentamos aprender nueva información, mientras que la consolidación es el proceso neurológico de incorporación de la información a la memoria. Ambos son esenciales para recordar o acceder a la información más adelante.
El paso crucial de la consolidación parece producirse mientras dormimos. Durante este tiempo, nuestro cerebro crea las conexiones neurológicas que nos permiten retener la información. Los investigadores creen que la actividad única de las ondas cerebrales que se produce durante el sueño es importante para la consolidación y, por tanto, para la memoria en su conjunto. Esta nueva investigación sugiere que cuando la consolidación se produce poco después de la adquisición, mejora el recuerdo.
La fisiología de la memoria
¿Cómo puede el sueño mejorar la memoria? ¿Por qué es mejor estudiar antes de acostarse? Cuando estamos despiertos, nuestros recuerdos se procesan en el hipocampo. Esta zona está más activa cuando estamos completamente despiertos. Sin embargo, la corteza cerebral también es fundamental para la memoria. Cuando nos dormimos, aunque sea por poco tiempo, esta zona se vuelve muy activa. Activar el córtex mientras la información aún está fresca en nuestras mentes puede favorecer el paso crucial de la consolidación, lo que apoya la idea de que estudiar antes de acostarse es, de hecho, lo mejor.
El curioso problema del instituto
Comprender el sueño y la memoria puede ayudarnos a introducir cambios que beneficien a la salud pública y mejoren los resultados de los exámenes. Si el sueño es tan importante para la memoria, ¿por qué los institutos y las universidades empiezan las clases tan temprano? Esta es una pregunta que se hacen muchos investigadores a medida que se acumulan las pruebas en contra de esta práctica. Los adultos jóvenes y los adolescentes a menudo son incapaces de conciliar el sueño hasta altas horas de la noche, por lo que tener que despertarse muy temprano para ir a clase puede estar perjudicando tanto su salud como sus calificaciones. Varias asociaciones médicas importantes han pedido a los colegios que retrasen la hora de inicio de las clases para poder dormir bien.
No se conoce del todo la base biológica de la memoria. Sin embargo, los investigadores están constantemente identificando nuevas formas de mejorar nuestras vidas mediante ligeros ajustes en el sueño y en la forma en que programamos nuestros días. Saber cuál es la mejor hora para estudiar puede significar pasar menos tiempo estudiando y, por tanto, llevar una vida más rica y plena.