Aunque los efectos neurológicos de la luz azul pueden quitarle el sueño, en realidad pueden ayudarle a recuperarse de una intervención quirúrgica.
Entre televisores, teléfonos inteligentes, tabletas y ordenadores portátiles, la luz azul es casi omnipresente en la sociedad moderna. Deshacerse de las pantallas, incluso durante unas horas antes de acostarse, es un reto para muchas personas. Esta exposición constante a la luz azul tiene efectos negativos para la salud que han sido demostrados en multitud de estudios. Sin embargo, nuevas investigaciones sugieren que la luz azul también puede tener efectos positivos para la salud.
La luz azul y el sueño
La luz azul no sólo afecta a los ojos, sino también al cerebro y, por tanto, a todas las células del cuerpo. Cuando nuestras retinas perciben la luz de longitud de onda azul, envían señales al núcleo supraquiasmático del hipotálamo en el cerebro. El hipotálamo envía entonces una señal a la glándula pineal para que suprima la producción de melatonina, lo que a su vez afecta al resto del cuerpo. El efecto más notable de esta cascada de señales es la dificultad para conciliar el sueño, ya que la melatonina es la hormona que indica al cuerpo que es hora de dormir y muchos de los procesos fisiológicos que se producen durante este tiempo.
Aunque otros colores y longitudes de onda de la luz afectan al sueño, la luz azul se ha implicado como una de las principales fuentes de interferencia con el sueño en la gente moderna. Se recomienda apagar las pantallas unas horas antes de acostarse para que el cuerpo y el cerebro puedan empezar a adaptarse a la noche y prepararse para dormir.
Terapia de luz: ¿Preparación para la cirugía?
Aunque los efectos de la luz azul sobre el sueño suelen ser negativos, la luz azul puede ser realmente beneficiosa en determinadas circunstancias. Un nuevo estudio ha descubierto que la exposición de ratones a la luz azul durante las 24 horas previas a una intervención quirúrgica puede reducir la inflamación e incluso disminuir el riesgo de daños en los órganos. Parece actuar reduciendo el número de proteínas inflamatorias producidas por las células inmunitarias que perciben los procedimientos quirúrgicos como una amenaza. Esto es especialmente importante en cirugías como los trasplantes de órganos, en las que incluso una inflamación o daño orgánico menores pueden provocar el rechazo del órgano y, en última instancia, la muerte.
La luz azul puede impedir el sueño más que otros colores de luz, y también parece tener más efecto en los pacientes prequirúrgicos. Sin embargo, la luz azul no parece seguir la vía retiniana estándar en este caso. Incluso los ratones ciegos presentan las mismas mejoras tras la exposición a la luz azul a pesar de tener retinas no funcionales. Además, los ratones expuestos a la luz azul antes de la cirugía no presentaban niveles de melatonina diferentes de los expuestos a la luz de otras longitudes de onda. Los científicos siguen sin saber si existe una segunda vía desconocida por la que los cuerpos perciben la luz azul y también si esta vía desconocida está presente en los seres humanos.
A veces, la investigación crea más preguntas en lugar de presentar respuestas. Sin embargo, las nuevas preguntas abrirán nuevas áreas de estudio cronobiológico que, con suerte, contribuirán a comprender cómo nuestro ritmo circadiano puede afectar a nuestra salud. Por el momento, parece que utilizar el smartphone o la tableta antes de una operación no solo está bien, sino que puede tener efectos positivos para la salud.