¿Le cuesta dormirse o despertarse? Algunas personas padecen un síndrome llamado trastorno del sueño no 24 horas, muchas de ellas sin darse cuenta.
Alrededor de uno de cada tres estadounidenses padece un trastorno del sueño y en países como Alemania y Austria, uno de cada cuatro está afectado. Algunos de ellos, como el jet lag social, se deben a un desajuste entre el estilo de vida y las necesidades de sueño. Sin embargo, algunos trastornos del sueño están causados por un problema innato del ritmo circadiano. El trastorno del sueño no 24 horas es uno de estos síndromes.
El ritmo circadiano y el sueño
El ritmo circadiano se refiere al ciclo innato de luz y oscuridad que rige no sólo el sueño y la vigilia, sino también la reparación celular, el metabolismo y diversos procesos bioquímicos. La mayoría de las personas tiene un ritmo circadiano de unas 24,15 horas, que coincide aproximadamente con la duración de nuestros días. Esto nos permite dormir y despertar en sintonía con los ciclos naturales de nuestro planeta.
Tener un ritmo circadiano que no sea de 24 horas es más que un inconveniente. Las personas con un ritmo circadiano que no es de 24 horas sufren una serie de problemas que van más allá de la simple incapacidad para dormir. Pueden estar cansados constantemente, pero ser incapaces de dormir cuando llega la hora. Esto provoca diversos síntomas, como dormir a horas intempestivas, pensamiento confuso, depresión y dificultades de aprendizaje. Estas personas también pueden tener un sistema inmunitario menos sensible y ser más susceptibles a enfermedades asociadas a la falta de sueño de calidad, como las cardiopatías y la diabetes. Este trastorno es especialmente común en personas completamente ciegas, ya que estas personas no pueden percibir la luz ni sintonizar sus ritmos circadianos con los ciclos de luz-oscuridad. De hecho, el 70% de las personas totalmente ciegas lo padecen. Sin embargo, un pequeño número de personas videntes también lo padecen.
Cómo afecta la luz al sueño
El trastorno del sueño no 24 horas afecta hasta al 70 por ciento de las personas totalmente ciegas. Esto se debe al efecto de la percepción de la luz en nuestro ritmo circadiano. Cuando las retinas de nuestros ojos perciben la luz, envían un mensaje a un “reloj” de nuestro cerebro llamado núcleo supraquiasmático del hipotálamo. Esta pequeña parte del cerebro envía entonces una señal a la glándula pineal para que detenga la producción de melatonina y aumente la liberación de hormonas asociadas al estado de alerta. Cuando nuestros ojos no perciben la luz, este proceso se detiene por completo. El cerebro y el cuerpo no pueden sincronizarse con el mundo exterior.
A pesar de que este trastorno es muy frecuente en personas con ceguera total, a menudo se diagnostica erróneamente. A menudo se asume que las personas que sufren este trastorno tienen depresión, TDAH, fibromialgia y otras enfermedades crónicas porque los efectos del sueño deficiente imitan estos trastornos.
Tratamientos para el trastorno del sueño que no dura 24 horas
Aunque no existe cura para este trastorno, los investigadores en cronobiología han encontrado muchos tratamientos prometedores. Los suplementos de melatonina suelen ser útiles para que las personas puedan dormir a la hora adecuada. Si la persona no está completamente ciega, la fototerapia también puede ayudar. Además, hay un nuevo fármaco llamado Hetlioz, o tasimelteon, que resulta prometedor. Este fármaco es una sustancia química que imita a la melatonina y puede ser eficaz para tratar este trastorno del sueño, así como el jet lag. Este fármaco no es para todo el mundo debido a sus efectos secundarios, como la depresión, pero puede ayudar a muchas personas a conciliar el sueño reparador que necesitan.
Vivir desincronizados con nuestro entorno natural significa no poder dormir bien nunca. Los investigadores estudian actualmente el trastorno del sueño no 24 horas para comprender mejor este trastorno y encontrar nuevos tratamientos innovadores que mitiguen sus efectos negativos.