Una nueva investigación sugiere que la iluminación circadiana en la UCI puede mejorar los resultados de estos pacientes muy enfermos, tanto ahora como hasta un año después de su estancia en el hospital.
Cada año ingresan en la UCI, o unidad de cuidados intensivos, más de 4 millones de pacientes. Estas unidades ofrecen los cuidados de enfermería personalizados y la alta tecnología que necesitan los pacientes más enfermos de nuestro país. Debido a las elevadas tasas de mortalidad de estos pacientes muy enfermos, entre el 10% y el 30% no llegan a salir del hospital. De estos supervivientes, muchos volverán al hospital a los pocos meses. Se han realizado muchos estudios para buscar formas de ayudar a estas personas increíblemente enfermas a recuperar la salud de forma permanente, reduciendo el coste económico y humano de las enfermedades o lesiones graves que requieren cuidados en la UCI. Nuevos estudios sugieren que unos simples cambios en la iluminación podrían ayudar a los pacientes de la UCI a estar mejor tanto en el hospital como en el año posterior al alta.
Iluminación circadiana en la UCI: Efectos a corto y largo plazo
Como muchas habitaciones de hospital, las de la UCI suelen tener la misma iluminación fluorescente las 24 horas del día. Los investigadores modificaron esta iluminación para que cambiara a lo largo del día de forma similar a la luz natural exterior. Las mañanas comenzaban con una luz débil, con tonos rojos cálidos que recordaban al amanecer. A las 8 de la mañana, una luz azul más intensa tomaba el relevo, ganando fuerza a lo largo del día. Al atardecer, la luz comenzó a ser más tenue y cálida cuando las fuentes de luz se desplazaron a niveles de menor altura. Más tarde, por la noche, la única luz eran las débiles y cálidas luces de los zócalos.
Los pacientes dijeron que preferían esta iluminación, que les ayudaba a calibrar la hora del día en un momento en que muchos entran y salen de la conciencia. Valoraron mejor su recuperación cuando les dieron el alta. Y lo que es más importante, se recuperaron mejor incluso un año después de salir de la unidad de cuidados intensivos. Al parecer, la iluminación circadiana no sólo ayuda a orientar a los pacientes, sino que también tiene otros efectos sobre la salud.
La iluminación parece ser especialmente importante en las unidades de cuidados intensivos, donde una luz brillante las 24 horas del día, combinada con muchos pacientes que entran en estado inconsciente, puede causar desorientación. A los pacientes les pareció que la iluminación circadiana les tranquilizaba y les facilitaba la orientación. Los pacientes también tuvieron una menor incidencia de delirio, un trastorno mental que afecta a muchos pacientes de la UCI.
La importancia de la iluminación en los entornos sanitarios
Este no es el primer ni el único estudio cronobiológico que demuestra que la iluminación en los hospitales puede marcar una diferencia significativa. Investigaciones anteriores han descubierto que la exposición de ratones a la luz azul durante las 24 horas previas a una intervención quirúrgica puede reducir efectos adversos como la inflamación y el daño orgánico. Parece actuar reduciendo los niveles de mediadores inflamatorios en el torrente sanguíneo. Esto puede reducir la hinchazón, el dolor y otras complicaciones postoperatorias habituales. Se trata de obstáculos habituales para la cicatrización, por lo que es lógico pensar que a los seres humanos les puede ir mejor cuando las salas preoperatorias utilizan esta longitud de onda de luz.
Imagínese hospitales con una luz diseñada para beneficiar a los pacientes en los momentos cruciales de su proceso sanitario. Podría ser el futuro de la medicina. Controlar la iluminación es una forma rentable de mejorar los resultados de los pacientes en un mundo en el que muchos buscan formas de hacer que los hospitales sean más seguros, baratos y eficaces. Nuestros ritmos circadianos no se detienen cuando estamos enfermos, así que es posible que nos curemos mejor si nuestros relojes internos se mantienen funcionando lo mejor posible durante nuestra estancia en el hospital.