Gran parte de la existencia humana depende del cerebro, desde nuestros sentidos hasta nuestra inteligencia, memoria e incluso nuestra capacidad para movernos. Dada la importancia de una función cerebral sana, las enfermedades neurológicas figuran entre las más temidas del mundo. Actualmente existen pocos tratamientos para las enfermedades que dañan los delicados tejidos cerebrales. Sin embargo, nuevas investigaciones sobre la melatonina y las enfermedades neurológicas afirman que este suplemento natural puede ser importante para proteger el cerebro de la falta de oxígeno, las infecciones y otras causas de disfunción neurológica.
¿Qué es la barrera hematoencefálica?
¿Qué sería de su vida sin pensamiento ni memoria? El cerebro es responsable de estas tareas y de muchas más. El cerebro es el órgano más vital del cuerpo humano y actúa como centro de control de todos los demás órganos y sistemas biológicos. Debido a su importancia, el cerebro tiene barreras especiales que lo protegen de toxinas y enfermedades que puedan estar presentes en el torrente sanguíneo. Este sistema de defensa se denomina barrera hematoencefálica.
La barrera hematoencefálica está formada por células muy juntas que rodean los vasos sanguíneos que entran en el cerebro. Estas células tienen membranas que permiten el paso de nutrientes y oxígeno, al tiempo que bloquean la mayoría de las sustancias químicas y bacterias. Unas proteínas especializadas transportan elementos esenciales a través de la barrera hasta el tejido cerebral, mientras que otros compuestos se quedan atrás, donde no pueden causar daños a nuestro órgano más esencial. En muchos sentidos, la barrera hematoencefálica es similar a una puerta con una contraseña secreta. Sin embargo, hay muchas enfermedades en las que esta barrera se rompe. Entre ellas se encuentran la isquemia (frecuente en los accidentes cerebrovasculares), las infecciones cerebrales y síndromes neurológicos como la esclerosis múltiple y la enfermedad de Lou Gehrig, o ELA.
Enfermedades neurológicas: Destruir las defensas innatas del cerebro
Varios estudios diferentes han sugerido que los defectos en la barrera hematoencefálica pueden ser en realidad un factor de riesgo para una enfermedad neurológica. Los investigadores han identificado un pequeño número de genes que parecen debilitar la barrera hematoencefálica. Como era de esperar, estos genes también parecen estar relacionados con una mayor incidencia de enfermedades como la esclerosis múltiple, la ELA e incluso la epilepsia. Detener la acción de estos genes defectuosos podría prevenir e incluso tratar distintas enfermedades neurológicas. Los investigadores están criando actualmente una línea de ratones modificados genéticamente con genes que contribuyen a debilitar las defensas cerebrales con la esperanza de encontrar formas de detener la activación de estos genes.
Hasta que se desarrollen y prueben tratamientos para reforzar la barrera hematoencefálica, muchas personas seguirán corriendo el riesgo de desarrollar enfermedades neurológicas debilitantes. Sin embargo, puede haber formas naturales de reforzar las defensas innatas de nuestro cerebro y mantener sanos nuestros tejidos cerebrales. La melatonina, una hormona producida por el cerebro que también está disponible en forma de suplemento, puede tener potencial para prevenir daños en la barrera hematoencefálica, sobre todo en las personas mayores.
Vínculos entre la melatonina y las enfermedades neurológicas
Las investigaciones han revelado que la melatonina puede contribuir de varias formas a reforzar la barrera hematoencefálica. Se sabe que la melatonina inhibe la acción de ciertos factores inflamatorios producidos por el organismo en respuesta a la isquemia (daño por falta de oxígeno) y a las infecciones. Muchos de estos factores inflamatorios que la melatonina inhibe atacan directamente la barrera hematoencefálica. La melatonina también actúa como antioxidante, neutralizando las moléculas reactivas de oxígeno que pueden dañar las células tanto de la barrera hematoencefálica como del resto del organismo.
En un estudio reciente se administró melatonina a ratones con lesiones cerebrales. Al cabo de una semana, presentaban menos daños tanto en el cerebro como en la barrera hematoencefálica que los ratones a los que no se administró melatonina. Este efecto fue particularmente fuerte en los ratones ancianos, lo que sugiere que los efectos de la suplementación con melatonina pueden ser especialmente importantes también en los humanos ancianos. Esto podría explicar la investigación existente que ha descubierto que las personas mayores que toman melatonina a diario tienen menos deterioro cognitivo y menos riesgo de padecer enfermedades que dañan el cerebro.
Un cerebro fuerte para toda la vida
Aunque tanto el envejecimiento como la muerte son inevitables, la mayoría de las personas preferirían mantener sus facultades mentales el mayor tiempo posible. Síndromes neurológicos como el Parkinson y el Alzheimer pueden robarnos nuestros años dorados. Además, la esclerosis múltiple y otras enfermedades suelen afectar incluso a personas jóvenes y sanas. Hay varias formas de mantener un cerebro sano, entre ellas
- mantener sincronizados nuestros ritmos circadianos, lo que anima a nuestro cuerpo a producir melatonina a diario
- tomar suplementos de melatonina cuando se alteran los relojes internos
- mantener la agudeza cognitiva con juegos y ejercicios que requieran un pensamiento de orden superior
- fomentar las relaciones sociales, que se ha demostrado que ayudan a prevenir el deterioro cognitivo
- Seguir una dieta rica en antioxidantes para evitar que las especies reactivas del oxígeno dañen el cerebro y otros órganos.
Aunque en la actualidad no conocemos toda la historia sobre la barrera hematoencefálica y las enfermedades neurológicas, parece existir una fuerte conexión. Esto es especialmente cierto en las personas mayores, que corren un riesgo especialmente elevado de sufrir daños en los delicados tejidos cerebrales. La melatonina parece reducir el riesgo de enfermedades neurológicas, lo que puede ayudar a millones de personas a disfrutar de una vida libre de enfermedades debilitantes y deterioro cognitivo.