Los médicos llevan mucho tiempo preguntándose por la naturaleza de género de las enfermedades cardiovasculares. Aunque las mujeres pueden sufrir y sufren cardiopatías y otras enfermedades cardiovasculares, lo hacen en menor proporción y a menudo a una edad más tardía que los hombres. Muchos científicos han planteado la hipótesis de que el estrógeno desempeña una función protectora en los delicados tejidos del corazón. Nuevas investigaciones apoyan esta hipótesis, al descubrir que los estrógenos protegen al corazón de los efectos nocivos de la alteración circadiana.
Estrógenos, menopausia y demografía de las cardiopatías
Tanto los hombres como las mujeres pueden sufrir cardiopatías. Sin embargo, las mujeres tienen un riesgo mucho menor antes de la menopausia. La menopausia es lo que muchos llaman coloquialmente “el cambio de vida”, un periodo de la mediana edad en el que los ciclos reproductivos y la fertilidad de la mujer llegan a su fin. Durante la menopausia se producen otros cambios, como la brusca disminución de las hormonas femeninas estrógeno y progesterona que se producen en los ovarios. Esto provoca no sólo el fin de los ciclos menstruales, sino también síntomas como sofocos, pérdida de libido y otros efectos diversos.
La fertilidad y el deseo sexual no son los únicos aspectos que cambian drásticamente durante la menopausia. Durante la menopausia, las tasas de diferentes enfermedades empiezan a cambiar, incluidas las tasas de cardiopatías. Alrededor de una década después de la menopausia, cuando los niveles de estrógenos han descendido casi hasta cero, las tasas de cardiopatías, normalmente bajas en las mujeres, empiezan a aumentar bruscamente. Según una nueva investigación, la razón de este aumento puede estar relacionada con la hormona femenina estrógeno.
Cómo protege el estrógeno al corazón
El estrógeno es beneficioso para los tejidos cardiovasculares de diversas maneras. Ayuda a mantener el endotelio, o revestimiento interno, de los vasos sanguíneos, que puede contribuir tanto a los accidentes cerebrovasculares como a los infartos de miocardio. Esta hormona femenina también ayuda a mantener los vasos sanguíneos más flexibles, lo que les permite adaptarse a los cambios en el flujo sanguíneo sin sufrir daños.
El estrógeno también parece mantener bajo control el sistema inmunitario. Según un estudio reciente, el estrógeno impide que los glóbulos blancos expresen factores inmunitarios que provocan la coagulación. Esto evita que una reacción inmunitaria exagerada dañe los vasos sanguíneos o provoque una obstrucción que desemboque en un infarto de miocardio. Aunque pueda parecer un papel insignificante, estudios recientes han descubierto que la “pegajosidad” de los glóbulos blancos y las reacciones inmunitarias asociadas son un factor importante en el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Sin embargo, ésta no es la única forma en que el estrógeno puede proteger el corazón. Un estudio reciente sugiere que esta hormona femenina puede proteger al corazón de los efectos negativos de la alteración circadiana. En un estudio reciente, se reprodujeron ratas con alteraciones en células clave del reloj, lo que les privó de la capacidad de regular sus relojes internos. En las ratas macho aumentaron las enfermedades cardiacas. En las ratas hembras, la relación fue un poco menos clara. Las ratas hembra sufrieron menos enfermedades cardiacas a menos que se les extirparan los ovarios. Las que carecían de ovarios y, por tanto, de estrógenos, presentaban el mismo aumento de cardiopatías que las ratas macho.
Ritmo circadiano y cardiopatías
El estrógeno parece ser importante para proteger los delicados tejidos de nuestros corazones y vasos sanguíneos. Sin embargo, este estudio también indica que mantener un ritmo circadiano bien regulado es importante para la salud del corazón. Este estudio se suma al creciente número de investigaciones que sugieren que nuestros ciclos de sueño-vigilia son cruciales para prevenir enfermedades. Estudios anteriores han descubierto que un ritmo circadiano que funcione correctamente es esencial para ayudar a nuestros tejidos a recuperarse de las agresiones diarias y a llevar a cabo importantes procesos de restauración que mantienen las células funcionales durante una larga vida. De hecho, las personas con ritmos circadianos alterados, como los trabajadores por turnos, tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar enfermedades cardiacas, así como diversos problemas de salud potencialmente mortales.
Reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares
¿Podrían las mujeres prevenir las enfermedades cardiovasculares tomando un suplemento hormonal? En este momento, los médicos consideran que no es un buen plan. Aunque la sustitución de estrógenos puede favorecer la salud del corazón, también puede aumentar el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, hay varias formas de reducir las probabilidades de padecer una enfermedad cardiaca. Entre ellas se incluyen:
- Haga ejercicio con regularidad, incluido mucho ejercicio vigoroso que aumente su ritmo cardíaco.
- Evite el tabaco y otras drogas perjudiciales para el corazón.
- Mantener bajo el colesterol LDL y alto el colesterol HDL.
- Siga una dieta sana rica en cereales integrales y productos agrícolas, con cantidades moderadas de carne y productos lácteos.
- Mantenga bien controladas enfermedades crónicas como la diabetes.
- Tome medidas para mantener un ritmo circadiano regular, como apartar las pantallas y las fuentes de luz por la noche para permitir una producción adecuada de melatonina.
Estos consejos aumentarán sus posibilidades de vivir una vida larga y saludable para el corazón, con o sin los beneficios del estrógeno.
Nadie quiere morir de un corazón roto, ya sea literal o figuradamente. Aunque no existe una forma segura de aumentar la cantidad de estrógeno en nuestro cuerpo, hay otras maneras de mejorar nuestras posibilidades de tener un corazón sano para toda la vida. Mantener un ritmo circadiano equilibrado le ayudará no sólo a vivir más tiempo, sino a sentirse más feliz y sano durante toda su vida.