El cáncer siempre ha sido una de las enfermedades más mortíferas del mundo, pero lo ha sido aún más en los tiempos modernos. Aunque hemos sido capaces de prevenir y tratar muchas de las enfermedades que asolan a la humanidad, siguen existiendo sólo unas pocas opciones para muchos de los cánceres más comunes. Estos tratamientos, que incluyen cirugía, radioterapia y quimioterapia, varían en eficacia a la vez que conllevan una amplia gama de efectos secundarios negativos. Ni siquiera garantizan la curación en la mayoría de los casos. ¿Y si existiera un enfoque mejor para la prevención y el tratamiento del cáncer? Según un nuevo estudio, el reloj circadiano suprime el cáncer en algunos casos, lo que sugiere que nuestros ritmos internos pueden ser más importantes de lo que se pensaba a la hora de abordar de una vez por todas ésta y otras enfermedades mortales.
¿Qué causa el cáncer?
Aunque las causas de los distintos tipos de cáncer son variadas, parece haber unos pocos mecanismos básicos que subyacen a cada uno de ellos. En primer lugar, el cáncer está causado principalmente por mutaciones en proteínas celulares clave. A lo largo de nuestra vida, vamos acumulando mutaciones procedentes de diversas fuentes. La luz solar, la exposición a sustancias químicas e incluso el oxígeno contribuyen en gran medida a las mutaciones del ADN comunes en varios tipos de cáncer. Por eso, el cáncer de piel, por ejemplo, se relaciona con la exposición al sol.
Sin embargo, la célula dispone de mecanismos destinados a protegernos de las mutaciones. Cada noche se producen procesos de reparación celular que corrigen pequeñas mutaciones para mantener las células sanas. Además, las células demasiado dañadas para ser reparadas se someten a un proceso llamado apoptosis, en el que las células dañadas se autodestruyen. Estos mecanismos de reparación están controlados por un grupo de genes denominados supresores del cáncer. Cuando estos genes mutan, ya sea por un defecto genético o por una fuente externa de mutación, suelen aparecer tumores y cáncer. En la mayoría de los casos, el cáncer es simplemente una célula mutada que ha empezado a multiplicarse de forma descontrolada sin los controles y equilibrios que regulan la reparación y el crecimiento normal de las células.
Vínculos entre el cáncer y el ritmo circadiano
Varios estudios anteriores han arrojado resultados que sugieren una relación entre el cáncer y el ritmo circadiano. En primer lugar, las personas que trabajan por turnos y tienen un ritmo circadiano desregulado tienen muchas más probabilidades de desarrollar cáncer. La correlación no es causalidad, pero es suficiente para seguir estudiando la cuestión. Además, muchos tratamientos contra el cáncer, como la radioterapia y la quimioterapia, parecen ser más eficaces cuando se administran a determinadas horas del día.
Estudios recientes han descubierto otras conexiones interesantes. En el ritmo circadiano parecen intervenir muchas hormonas y sustancias bioquímicas importantes para la reparación celular y la regulación del ciclo celular. La melatonina, por ejemplo, actúa a la vez como inductora del sueño y como potente agente de reparación celular. Sin embargo, ciertos genes circadianos pueden tener un papel aún más crucial en la prevención del cáncer y el crecimiento tumoral.
Cómo suprime el cáncer el reloj circadiano
La investigación analizó la actividad de varios genes de reparación celular, así como su relación con distintos genes del ritmo circadiano. Un gen del reloj interno llamado Ras parece ser especialmente importante. De hecho, Ras parece ser un factor importante en la producción de ciertas proteínas del ciclo celular, estimulando su síntesis. De hecho, muchos de nuestros genes supresores de tumores más importantes no funcionan cuando se elimina el gen Ras en animales de experimentación.
Un gen Ras disfuncional es un inmenso factor de riesgo de cáncer. De hecho, este único gen está alterado en aproximadamente una cuarta parte de todos los cánceres. Cuando se “elimina” o se hace disfuncional en ratones y otros animales, éstos sufren tanto una alteración circadiana como un crecimiento descontrolado del cáncer. Prevenir de algún modo estas mutaciones específicas podría evitar muchos de los cánceres más mortales que padece el hombre en la actualidad.
Prevención y tratamiento del cáncer con relojes internos
¿Cómo pueden utilizarse estos conocimientos para prevenir y tratar el cáncer? En primer lugar, la alteración del ritmo circadiano sigue siendo uno de los factores de riesgo más importantes del cáncer. Es importante que las personas mantengan hábitos de sueño saludables como medida preventiva. En segundo lugar, estamos desarrollando nuevas formas de tratar genes disfuncionales en los laboratorios. En el futuro, la reparación selectiva de un gen Ras disfuncional puede ser una terapia potencial contra el cáncer. Hasta entonces, sigue siendo muy importante mantener un ritmo circadiano natural y estable. De hecho, los trastornos del sueño se consideran cada vez más un grave factor de riesgo de diversas enfermedades peligrosas y mortales.
Aunque este estudio es todavía muy reciente, ofrece la esperanza de que nuevos estudios en el campo de la cronobiología puedan ofrecer pronto una respuesta definitiva a esta plaga moderna. Con millones de personas que padecen cáncer, la oferta tanto de prevención como de una cura eficaz es realmente prometedora. Los nuevos tratamientos podrían no sólo tratar el cáncer, sino evitar que se desarrolle. El estudio de nuestros relojes internos y de la forma en que interactúan con los distintos procesos celulares puede ser crucial para desarrollar una cura para muchas de las enfermedades más graves de la humanidad.