Numerosas investigaciones han demostrado que nuestra flora gastrointestinal es importante e incluso crucial para nuestra salud. Ahora sabemos que nuestra salud física y mental puede verse enormemente afectada por los billones de bacterias que viven en nuestro intestino. Esto puede ser una bendición mixta, teniendo en cuenta que la dieta occidental moderna no favorece un equilibrio saludable de las bacterias que necesitamos para disfrutar de un bienestar óptimo. Además, una nueva investigación sobre las tribus de cazadores-recolectores muestra que es posible que no estemos experimentando los cambios estacionales en las bacterias intestinales que forman parte natural del ciclo vital humano.
¿Por qué estudiar a las tribus de cazadores-recolectores?
Los cazadores-recolectores fueron las civilizaciones humanas originales, que subsistían gracias a los alimentos vegetales y animales disponibles en el medio ambiente, en lugar de participar en la agricultura y otros medios modernos de adquisición de recursos. Estas tribus aún existen, aunque son cada vez más escasas. Aunque tienen una alta mortalidad infantil y muerte accidental debido a los peligros de un entorno salvaje, también tienen tasas increíblemente bajas de enfermedades crónicas y otras enfermedades que asolan a los humanos que viven en entornos modernos. De hecho, si los cazadores-recolectores pueden evitar diversos traumas y enfermedades infecciosas, suelen vivir vidas asombrosamente largas y sanas.
Estudios recientes han demostrado que la flora intestinal es crucial para nuestra salud y que nuestra dieta y nuestro entorno son importantes para mantenerla. Por ello, los investigadores han estudiado intensamente a cazadores y recolectores para obtener información sobre nuestro equilibrio gastrointestinal natural.
Cambios estacionales en las bacterias intestinales de las tribus de cazadores-recolectores
Los investigadores analizaron la dieta y la flora gastrointestinal de la tribu Hadza, un grupo de cazadores-recolectores que vive en la Tanzania rural. Como la mayoría de los cazadores-recolectores, esta tribu tiene una dieta cíclica que varía según la disponibilidad en cada estación. En un lugar y una cultura sin supermercados, comer en temporada es la única opción. Durante la estación lluviosa, la tribu disfruta de bayas frescas y miel. En la estación seca, comen más caza silvestre. Algunos alimentos, como ciertos tipos de tubérculos ricos en almidón, están disponibles todo el año.
Los investigadores tomaron muestras de las deposiciones de los miembros tradicionales de la tribu Hadza a lo largo del año para analizar su flora gastrointestinal. Se produjeron cambios sorprendentes no sólo en su flora natural, sino también en su equilibrio enzimático. Una especie conocida como Bacteroides era más común durante la estación seca, al igual que ciertas enzimas utilizadas para procesar alimentos vegetales. Además, había una gama más diversa de bacterias durante la estación seca. Los investigadores tienen previsto estudiar más a fondo las variaciones estacionales de la dieta de los Hadza para relacionar sus alimentos tradicionales con los ciclos de bacterias y enzimas.
Industrialización y salud intestinal
Éste es el primer estudio que constata cambios estacionales en la flora intestinal; los investigadores no están seguros actualmente de si estos ciclos se dan en cierta medida en la gente moderna. Sin embargo, no es el primer estudio que demuestra que la flora intestinal de los cazadores-recolectores es muy diferente de la de los habitantes del mundo industrializado. Aunque las personas de las zonas desarrolladas disfrutan de un acceso fácil y amplio a una gran variedad de alimentos, nuestras dietas pueden no ser óptimas para nuestra salud gastrointestinal.
Los cazadores-recolectores tienen bacterias intestinales poco comunes o desconocidas en el mundo moderno. Por ejemplo, tienen colonias de bacterias Treponema, ausentes en las personas que viven en zonas industrializadas. La falta de bacterias Treponema se ha relacionado con la enfermedad de Crohn, que no existe en los cazadores-recolectores. Además, los cazadores-recolectores tienen una variación mucho mayor de bacterias intestinales, con más especies que nosotros. ¿Cuál es la conclusión? Algunas de las diferencias en nuestra dieta y, por tanto, en nuestra flora gastrointestinal pueden estar teniendo un impacto negativo en nuestra salud.
Mantener un intestino sano
Aunque todavía queda mucho por aprender sobre las bacterias intestinales y su efecto en nuestra salud, está claro que nuestra flora interna es importante para nuestra salud. Mantener una flora intestinal sana puede ser difícil en el mundo industrializado. Sin embargo, hay varias cosas que puede hacer para mejorar su salud gastrointestinal:
- Consuma alimentos fermentados y cultivados que contengan bacterias vivas.
- Evite los antibióticos y antimicrobianos, excepto cuando sea necesario para su salud.
- Coma más fibra soluble, que alimenta las bacterias intestinales beneficiosas.
- Tome un suplemento que contenga probióticos y prebióticos.
La población moderna padece más enfermedades crónicas que nunca. Esto puede deberse en parte a un desequilibrio de las bacterias que viven en nuestros intestinos, causado por malos hábitos alimentarios y una sobreexposición a los antibióticos. Aunque puede ser difícil cambiar nuestros hábitos, conseguir una gama más sana y diversa de bacterias intestinales puede ser una parte importante de llevar un estilo de vida saludable.