¿Alguna vez tiene sueño después de comer? ¿Piensa con nostalgia en los viejos tiempos en los que las tardes implicaban una manta y un poco de sueño? Si es así, no está solo. Uno de cada tres adultos estadounidenses admite que duerme la siesta con regularidad, y probablemente seamos aún más los que lo haríamos si pudiéramos. Por desgracia, la siesta es una tarea a la que la mayoría de la gente debe renunciar desde la infancia. ¿Podría ser una mala decisión para nuestra memoria y cognición? Un nuevo estudio analiza el tema con resultados sorprendentes.
Sueño, memoria y aprendizaje
¿Qué se consigue exactamente durmiendo? Si le pregunta a la mayoría de la gente, le dirá que dormir les hace dejar de sentirse cansados. De hecho, la persona media se duerme por la noche porque está cansada. Sin embargo, el sueño desempeña un papel importante no sólo para ayudarnos a sentirnos descansados, sino para ayudarnos a pensar, recordar y aprender.
Cuando dormimos, las terminaciones nerviosas de nuestro cerebro forman nuevas sinapsis o conexiones. Estas sinapsis nos ayudan a aprender y a recordar, consolidando la información y archivando los nuevos recuerdos hasta que los necesitamos. Además, el sueño es el momento en el que nuestro cerebro elimina las toxinas del día, lo que le permite limpiar la casa para que pueda funcionar más eficazmente al día siguiente.
El sueño en general es esencial para pensar y recordar, además de para sentirnos mejor físicamente. Sin embargo, los resultados son más contradictorios en lo que respecta a las siestas diurnas.
Opiniones contradictorias sobre las siestas diurnas
A primera vista, sería fácil suponer que dormir la siesta es malo para la salud. Varios estudios han asociado la siesta con malos resultados, como una menor salud cardiovascular y mayores tasas de diabetes. Otro estudio descubrió que las siestas están asociadas a un mayor riesgo de muerte. ¿Pueden realmente hacer tanto daño esos pocos momentos en el sofá?
Los expertos han criticado los estudios que asocian la siesta con malos resultados. Los enfermos y los ancianos son los adultos más propensos a dormir la siesta durante el día y también son más propensos a padecer enfermedades crónicas. Por tanto, aunque puede haber una conexión estadística entre siestas y enfermedad, no es causal.
Sin embargo, esto no quiere decir que las siestas sean una buena opción. Por lo general, los investigadores las consideran una señal de que no se duerme lo suficiente por la noche, que es cuando necesitamos dormir para mantener un ritmo circadiano saludable. Además, dormir demasiado durante el día puede prepararte para una noche de insomnio, que tiene una serie de efectos desagradables para la salud. Sin embargo, aunque dormir la siesta en exceso no es bueno para la salud, puede tener algunos potentes beneficios cognitivos y para la salud con moderación.
¿Podría ayudarle la siesta a tomar mejores decisiones?
¿Qué tipo de beneficios podría obtener de esos cinco minutos en el sofá? Un nuevo estudio sugiere que incluso las siestas cortas pueden influir positivamente en un tipo muy concreto de inteligencia.
Los investigadores decidieron estudiar cómo afecta la siesta a nuestra toma de decisiones inconsciente. A unos voluntarios se les mostraba información durante muy poco tiempo en una pantalla, de modo que no tenían tiempo de recordarla conscientemente, sino que la tenían almacenada en su memoria inconsciente. A continuación, o bien dormían una siesta de 90 minutos, o bien se les mantenía despiertos. A continuación, se interrogó a los dos grupos sobre la información. Las personas que habían dormido la siesta recordaban la información con más precisión y reaccionaban con mayor rapidez.
Mejor sueño, mejor salud mental
La siesta sigue siendo una opción controvertida en nuestra cultura, especialmente para nuestros supervisores y jefes. Sin embargo, la importancia del sueño es indiscutible. Las personas simplemente no pueden funcionar tan bien sin la cantidad adecuada de sueño. Cuando intentamos acortarlo, nuestra salud física y mental puede resentirse de diversas maneras.
¿Cómo puede asegurarse de que duerme lo que necesita para dar lo mejor de sí mismo? Tanto si duermes la siesta como si te enfrentas a la tarde, tienes que dormir lo suficiente. Los investigadores sugieren los siguientes cambios sencillos en el estilo de vida:
- Juega con la luz. Asegúrese de exponerse a una luz brillante cuando quiera estar alerta y limite la exposición a la luz cuando quiera descansar.
- Evite hacer ejercicio, comer o realizar otras actividades estimulantes aproximadamente una hora antes de acostarse.
- Practique una buena higiene del sueño, utilizando su dormitorio sólo para dormir y mantener relaciones sexuales. Es decir, nada de ordenador portátil ni televisión en el dormitorio.
- Intente mantener el mismo horario todos los días, ya que esto permitirá a su cuerpo mantener un ritmo circadiano saludable.