Con la llegada de un nuevo año llegan los inevitables propósitos, que suelen incluir perder peso y hacer otros cambios que contribuyan a mejorar la salud. El ayuno intermitente es una de las tendencias dietéticas más actuales. Muchas personas ayunan durante cortos periodos de tiempo, no sólo para perder peso, sino para obtener otros beneficios para la salud. Nuevas investigaciones sobre los beneficios antienvejecimiento del ayuno muestran que puede haber pruebas sólidas detrás de los numerosos supuestos beneficios para la salud de esta práctica.
¿Qué es el ayuno intermitente?
Muchas de las tendencias alimentarias y dietéticas del pasado se centraban en lo que se debía comer. En cambio, el ayuno intermitente se centra en cuándo se debe comer. Según muchas personas, este enfoque puede presentar una manera más fácil para que muchas personas pierdan peso y ganen salud en un mundo moderno con infinitas opciones de alimentos.
Hay muchos tipos diferentes de ayuno intermitente, pero todos se caracterizan por periodos de ayuno intercalados con momentos en los que se puede comer libremente. Uno de los planes más populares, por ejemplo, consiste en ayunar durante 16 horas seguidas, seguidas de un periodo de ocho horas en el que puede comer los alimentos que desee.
No es tan difícil como parece. La mayoría de la gente ayuna ocho horas mientras duerme. Si no come hasta primera hora de la tarde, acaba de realizar un ayuno intermitente.
Se ha demostrado que el ayuno intermitente ayuda a perder peso, ya que reduce el número de comidas. Además, se ha demostrado que tiene diversos beneficios para la salud, desde mejorar el metabolismo hasta reducir el riesgo de enfermedades cardiacas. Aunque la pérdida de peso es lo que inspira a la gente a probar esta práctica, los kilos perdidos son sólo una pequeña parte de los beneficios de este plan de alimentación.
Un nuevo estudio demuestra los beneficios antienvejecimiento del ayuno
¿Cómo es posible que ayunar durante unas pocas horas al día tenga unos beneficios tan increíbles? Los investigadores estudiaron los efectos de períodos cortos de ayuno en ratones de laboratorio. Algunos de los ratones fueron alimentados sólo durante pequeñas porciones del día, de forma similar al ayuno intermitente, mientras que a otros se les permitió comer a su antojo.
A estos ratones se les hicieron análisis de sangre durante toda su vida y luego se estudiaron tras su muerte. Los investigadores descubrieron una tendencia interesante: Los ratones sometidos a periodos de ayuno tenían mucha menos aterosclerosis en las arterias. La aterosclerosis, o endurecimiento de las arterias, se produce no sólo con el colesterol alto, sino también con el envejecimiento natural. Esta afección es uno de los mayores desencadenantes de enfermedades cardiovasculares, por lo que se considera una de las mejores medidas del envejecimiento de los vasos sanguíneos.
¿Cómo puede la restricción alimentaria frenar el envejecimiento de los vasos sanguíneos? Los ratones que se sometieron a breves periodos de ayuno produjeron una sustancia bioquímica denominada beta-hidroxibutirato. El beta-hidroxibutirato es un producto de la cetosis, señal de que el organismo ha pasado por un breve periodo de privación calórica. Sin embargo, no es sólo un marcador sanguíneo del ayuno, sino un potente mensajero celular que estimula la multiplicación de las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos. Cuando estas células se reemplazan constantemente, el interior de estos vasos se mantiene más sano y flexible. Esto, a su vez, evita que los vasos se endurezcan con la edad.
La aterosclerosis no es sólo un signo de envejecimiento similar a las patas de gallo y las arrugas. Es un signo de que nuestros vasos sanguíneos ya no son capaces de soportar las tensiones de la vida cotidiana. Las arterias endurecidas contribuyen al infarto de miocardio, el ictus y otras enfermedades mortales. Prevenir la aterosclerosis no sólo hace que sus arterias parezcan más jóvenes, sino que también reduce el riesgo de desarrollar algunas de las enfermedades más temidas del mundo.
Vínculos entre el ayuno intermitente y el ritmo circadiano
Los beneficios del ayuno intermitente parecen deberse en parte a la forma en que esta dieta interactúa con el ritmo circadiano. Nuestro cuerpo está preparado para comer en determinados momentos del día y descansar en otros.
Cuando no comemos por la tarde y por la noche, nuestro cuerpo y las células que lo componen reciben la señal de que es el momento de reconstruir las células. No ayunar en esos momentos deja a nuestro cuerpo en un estado de confusión metabólica. Aunque al final dormimos, no producimos las hormonas y las sustancias bioquímicas necesarias para someternos plenamente al proceso de rejuvenecimiento.
Además, ayunar durante periodos cortos puede tener efectos dramáticos en el metabolismo. Las personas que participan en el ayuno intermitente tienen niveles más bajos de insulina, lo que indica una menor probabilidad de desarrollar enfermedades graves como la diabetes tipo 2. Además, es más probable que tengan una presión arterial más baja.
Aunque el ayuno no es para todo el mundo, no se puede ignorar el papel de la alimentación en la regulación del ritmo circadiano. Por algo existen vínculos entre enfermedades graves y factores de riesgo como los horarios nocturnos y el insomnio.
Comer para sus relojes internos
Incluso si no planeas incorporar el ayuno en tu plan de dieta y estilo de vida para 2019, hay formas de usar este nuevo conocimiento para mejorar tu salud. En primer lugar, comer tarde y de noche simplemente no es una buena idea. No solo contribuye al aumento de peso, sino también a una variedad de enfermedades graves. El cuerpo no está hecho para procesar los alimentos en la oscuridad de la noche.
En segundo lugar, no comer durante periodos cortos de tiempo parece ser muy bueno para la salud. Incluso si no puede ayunar, la mayoría de la gente puede retrasar el desayuno durante varias horas para aprovechar los beneficios metabólicos del ayuno intermitente.
Vivimos en un mundo en el que los alimentos ricos en calorías están disponibles en cada mesa y en cada esquina. Aunque el ayuno intermitente puede resultar difícil, las investigaciones sugieren que es una forma excelente de conseguir un peso saludable y unos vasos sanguíneos sanos al mismo tiempo.