Todo el mundo sufre dolor de vez en cuando. Sin embargo, para algunas personas, el dolor es algo habitual e incluso diario. El dolor crónico está aumentando en el mundo moderno, con millones de personas que afirman sentir dolor a diario y algunas constantemente. A pesar de lo común que es el dolor crónico, médicos y científicos luchan por encontrar tratamientos seguros y eficaces. Según una nueva investigación sobre fototerapia para el dolor crónico, la exposición regular a determinadas longitudes de onda de luz puede ayudar a aliviar este problema.
Dolor crónico: un problema de salud común y creciente
El Instituto Nacional de la Salud calcula que uno de cada cuatro estadounidenses ha padecido dolor durante más de 24 horas. Casi el 15 por ciento de nosotros lucha contra un dolor que dura más de tres meses, lo que constituye la definición de dolor crónico. Para millones de personas, el dolor no es sólo una señal de que una parte del cuerpo está siendo dañada, sino una realidad cotidiana. El dolor crónico no es sólo una lucha personal, sino un problema de salud pública. Es la primera causa de discapacidad permanente y uno de los principales responsables de grandes problemas como la epidemia de opiáceos.
Hay diversos problemas de salud que pueden causar dolor crónico. Muchas personas padecen enfermedades inflamatorias crónicas, como la artritis, que pueden causar dolor a diario. Para otras personas, existe un problema de daño nervioso que causa dolor, como en diferentes tipos de neuropatía. Quienes han sufrido lesiones y traumatismos pueden tener un dolor que continúa mucho después de que se haya curado el insulto inicial. Independientemente de la causa del dolor, el tratamiento del dolor crónico puede ser todo un reto.
Retos del tratamiento del dolor crónico
El tratamiento del dolor crónico es un reto tan grande que ha surgido una especialidad relativamente nueva de la medicina, denominada tratamiento del dolor. Los médicos que tratan el dolor adoptan diversos enfoques. En algunos casos, se puede identificar y tratar la causa real del dolor, por ejemplo administrando antiinflamatorios a las personas que padecen enfermedades inflamatorias.
Sin embargo, muchos tipos de dolor crónico, como las cefaleas y la fibromialgia, no tienen una causa firme que tratar. Para estos pacientes hay pocas respuestas. Algunos medicamentos, como la gabapentina y la pregabalina, pueden ayudar a aliviar el dolor sin causa conocida, aunque suelen limitarse a mitigarlo en lugar de eliminarlo. Muchas personas prueban remedios alternativos como la acupuntura, pero éstos tienen pocas pruebas que los respalden y sólo son eficaces de forma esporádica.
Hace una década, los médicos trataban el dolor crónico con opiáceos, lo que ha provocado una crisis generalizada de salud pública. Ahora, científicos y médicos reclaman casi unánimemente nuevas soluciones para el dolor que entrañen menos riesgos y no generen dependencia. Según un nuevo estudio, la fototerapia puede ser la solución adecuada para muchos pacientes que luchan contra este problema debilitante.
Fototerapia para el dolor crónico: ¿una nueva respuesta?
Muchas personas han observado que el dolor crónico tiene un ritmo estacional, empeorando a menudo en los meses del año con menos luz solar. Se ha comprobado que la fototerapia sirve para tratar la depresión y los trastornos del sueño; ¿podría ayudar también al dolor persistente?
Los investigadores dividieron en dos grupos a las ratas de laboratorio, que procesan el dolor por vías similares a las humanas. Uno recibió tratamientos diarios de luz brillante en una longitud de onda verde. El resto recibió luz normal y además se les colocaron lentes de contacto que bloqueaban la luz verde. A continuación, expusieron a las ratas a estímulos incómodos y comprobaron sus respuestas.
Las ratas expuestas a la luz verde mostraron una tolerancia a la incomodidad mucho mayor que las no expuestas. Las longitudes de onda verdes también aumentaron sus niveles naturales de endorfinas, sustancias bioquímicas similares a los opiáceos que pueden reducir el dolor al tiempo que producen sensaciones «cálidas y difusas».
En la actualidad hay varios estudios que examinan si los humanos tendrán un efecto similar con la luz verde. Aunque aún no se han completado ni publicado, las investigaciones actuales son alentadoras.
La compleja relación entre luz y salud
La luz afecta a la salud humana de diversas maneras, muchas de ellas poco conocidas. Las personas expuestas a luz de alta intensidad durante el día tienen más energía y mejor humor. Al mismo tiempo, la falta de luz por la noche es importante, como demuestran los estudios que relacionan la contaminación lumínica con la mala salud.
¿Cómo puede tener la luz efectos tan espectaculares? Parte de la respuesta a esta pregunta está en el ritmo circadiano. Los niveles de luz afectan a la producción de hormonas como la melatonina y el cortisol, que regulan nuestros relojes internos, determinando así cuándo dormimos, cuándo tenemos hambre e incluso cuándo nuestras células reparan los daños del día. Sin embargo, parece que la luz también tiene efectos menos conocidos. Este estudio demostró un aumento de los niveles de endorfina en ratas expuestas a la luz verde, una conexión desconocida hasta ahora.
La luz natural brillante contiene todas las longitudes de onda, por lo que puedes obtener los beneficios de la luz verde simplemente poniéndote al sol. Si vives en una zona en la que la luz del sol es escasa en esta época del año, considera la posibilidad de adquirir una caja de luz u otro «sustituto del sol», ya que obtener luz brillante a lo largo del día parece ser una parte esencial de un estilo de vida saludable.