Los trastornos de ansiedad, que afectan a más del 18% de los adultos, son una de las clases de trastornos mentales más comunes en todo el mundo. Por desgracia, además de frecuentes son increíblemente caros, con un coste total estimado de 42.000 millones de dólares sólo en Estados Unidos. Aunque cada vez aprendemos más sobre cómo tratar estas enfermedades, aún nos queda mucho por descubrir en lo que respecta a su prevención. Según nuevas investigaciones sobre el ritmo circadiano y la ansiedad, mantener un ritmo circadiano bien regulado puede ser una forma importante de prevenir la ansiedad, y de tratarla una vez que ha comenzado.
Vivir con ansiedad
Todo el mundo lucha a veces contra el miedo o la preocupación. Para las personas con trastornos de ansiedad, estos sentimientos son algo más que emociones negativas ocasionales, sino más bien una forma de vida. Las personas con trastornos de ansiedad viven con sentimientos de miedo abrumador, así como con síntomas físicos como dolor en el pecho, corazón acelerado, náuseas, temblores, sudoración y dificultad para respirar. Estos síntomas pueden interferir en la capacidad de trabajar, dormir y llevar una vida feliz.
Como muchos otros trastornos, la ansiedad parece tener un ritmo circadiano característico. Mientras que la depresión es peor por las mañanas, la ansiedad parece aparecer con más frecuencia al final de la tarde y por la noche. Como resultado, muchas personas se encuentran luchando contra los síntomas incluso cuando intentan conciliar el sueño. Esto ha llevado a muchos investigadores a creer que la ansiedad altera el ritmo circadiano. Sin embargo, según una nueva investigación, parece ocurrir justo lo contrario: Un ritmo circadiano alterado puede provocar ansiedad, sobre todo por la noche.
Relación entre el ritmo circadiano y la ansiedad
Médicos y científicos creían que la ansiedad alteraba el ritmo circadiano. La ansiedad puede hacer que las personas estén hipervigilantes y provocar un aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, todo lo cual no favorece un buen descanso nocturno. Como resultado, se asumió que la ansiedad en sí perturbaba el ritmo circadiano.
Para determinar si la ansiedad causa disfunción circadiana o todo lo contrario, los investigadores observaron a un grupo de ratones que tenían una mutación en el gen Clock, un importante gen que, como su nombre indica, controla el ritmo circadiano. Estos ratones, así como sus homólogos no mutantes, fueron colocados en un espacio que les provocaría ansiedad. Los ratones que tenían mutado el gen Clock mostraron síntomas típicos de manía.
Esta conexión no se limita a los ratones. Estudios realizados en humanos han descubierto una conexión entre las alteraciones del ritmo circadiano y la ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo. Las personas que presentan mutaciones en varios genes reloj diferentes, como BCL2 y DRD2, son más propensas a desarrollar trastornos de ansiedad cuando sufren insomnio u otras disfunciones circadianas.
Aunque estos estudios muestran una clara relación entre la disfunción circadiana y la ansiedad, no consiguieron demostrar cuál causa la otra. Sin embargo, un estudio realizado este invierno parece haber zanjado la vieja cuestión del huevo y la gallina… al menos en este tema.
El impacto de la desregulación circadiana en la ansiedad y mucho más
Los investigadores presentaron este invierno una nueva investigación en Neurociencia 2018, la reunión anual de la Sociedad de Neurociencia, que muestra que las interrupciones de nuestros relojes internos pueden exacerbar no solo la ansiedad, sino una variedad de trastornos cerebrales. Según el nuevo estudio, el sueño profundo de ondas lentas en realidad calma las áreas de nuestro cerebro que son hiperactivas en la ansiedad. De hecho, tras experimentar insomnio, se observa un aumento de la ansiedad en personas que antes no tenían ningún síntoma.
Esta investigación tiene enormes implicaciones para el tratamiento de la ansiedad y los trastornos relacionados. Aunque el tratamiento de referencia son los ISRS (antidepresivos de uso común) y la terapia, también pueden ser beneficiosas las terapias dirigidas al ritmo circadiano.
Si ha estado achacando su insomnio a su estado de ánimo, puede que esté enfocando el problema desde una perspectiva equivocada. Aunque el estrés afecta sin duda al ritmo circadiano, éste parece tener su propio efecto independiente sobre la ansiedad. Un ritmo circadiano alterado o aberrante puede provocar ansiedad o empeorar la ansiedad existente.
Calmar la mente mediante el sueño
¿Cómo puede una persona ansiosa dormir lo necesario para sentirse más tranquila? En primer lugar, practique una buena higiene del sueño. Esto significa acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, protegiendo el tiempo de sueño de las obligaciones que nos alejan de la cama por la noche. En segundo lugar, apague todas las luces de su dormitorio cuando sea la hora de acostarse. Esto incluye las luces de noche y las lámparas, pero también los teléfonos inteligentes, las tabletas y los televisores. Si hay mucha luz ambiental por la noche, considere la posibilidad de utilizar cortinas opacas.
Además, considere la posibilidad de tomar un suplemento de melatonina. La melatonina es una hormona natural que nos ayuda a conciliar el sueño y a mantenerlo. Un suplemento puede ser muy útil para las personas que tienen un horario de sueño irregular que están intentando corregir.
Dormir lo necesario es esencial para el estado de ánimo y la salud a lo largo de toda la vida. Hacer algunos cambios sencillos en su estilo de vida puede ayudarle en su batalla contra el insomnio y la ansiedad. Si quiere tener un cerebro más tranquilo, considere la posibilidad de darle el descanso de alta calidad que necesita.