La llegada de la iluminación eléctrica ha traído muchas mejoras a nuestras vidas. Por desgracia, también ha ampliado nuestras horas de trabajo. En lugar de vernos obligados a trabajar sólo cuando sale el sol, ahora podemos terminar nuestras tareas diarias a la luz de las lámparas. Esto ha dado lugar a un mundo iluminado y activo las 24 horas del día.
Muchas personas, sobre todo trabajadores por turnos mal pagados, trabajan hasta altas horas de la tarde y la noche para mantener nuestro mundo en funcionamiento cuando tradicionalmente los humanos están en la cama durmiendo. Sin embargo, trabajar en horario nocturno puede tener efectos negativos en el bienestar general. Según un estudio reciente, trabajar en el turno de noche disminuye el rendimiento y la concentración, además de sus otros efectos conocidos.
Trabajo por turnos: Un riesgo moderno
Millones de personas en todo el mundo trabajan en el turno de noche. En total, alrededor del 15% de los trabajadores tienen un horario no tradicional o rotativo. El resultado es que muchos de nosotros perdemos horas de sueño sólo para ganarnos la vida.
Un estudio reciente sobre cómo disminuye el rendimiento trabajar en el turno de noche analizó el rendimiento cognitivo y la lucidez mental de personas que trabajaban en turnos nocturnos. El estudio midió distintos aspectos del rendimiento cognitivo a lo largo de una semana típica de trabajo en turno de noche. Como la mayoría de los trabajadores del turno de noche, los participantes estaban despiertos durante un día y luego dormían una breve siesta antes de su primer turno de noche. Después trabajaban varias noches, durmiendo durante el día entre turnos.
Cuando se les sometió a pruebas de función cognitiva, su rendimiento fue muy inferior al que tenían antes de empezar la semana de turnos nocturnos. Esto fue así tanto la primera noche como durante toda la semana de trabajo. Los trabajadores también manifestaron mayores niveles de somnolencia y menores niveles de concentración.
Las personas que trabajan en el turno de noche suelen tener la sensación de que se acostumbran gradualmente al cambio de ritmo circadiano. Sin embargo, se ha demostrado que esta percepción es falsa según pruebas objetivas de la función mental. Trabajar en el turno de noche disminuye el rendimiento y la concentración, independientemente del tiempo que se trabaje en ese horario concreto: Los trabajadores obtuvieron resultados tan bajos en estas pruebas en su última noche de la semana como en su primer turno.
Efectos físicos y psicológicos de los turnos de noche
Este estudio se une a cientos de estudios anteriores que cuentan una historia similar. Estar despierto durante la noche no sólo supone una dura adaptación, sino que también puede tener efectos muy reales sobre la salud. Los trabajadores nocturnos corren un mayor riesgo de padecer muchos problemas de salud graves, entre ellos
- mayores tasas de obesidad
- mayor riesgo de infarto, ictus y otras enfermedades cardiovasculares
- mayor riesgo de enfermedades metabólicas, incluida la diabetes
- mayor riesgo de accidentes, tanto de tráfico como laborales
- disminución del rendimiento cognitivo que puede no ser reversible
- mayor riesgo de depresión, ansiedad y otras enfermedades mentales.
La parte más aterradora de estos mayores riesgos es que las personas a menudo no se dan cuenta de que están deterioradas. Con el tiempo, la mayoría de los trabajadores por turnos aceptan su menor función mental y su mayor somnolencia como el status quo. Varios estudios han descubierto que las personas que trabajan en turnos de noche suelen conducir y realizar otras tareas peligrosas cuando están demasiado mermadas para hacerlo con seguridad, porque no se dan cuenta de lo cansadas que están.
Cómo disminuye el rendimiento el turno de noche
Muchas personas no son conscientes de los problemas inherentes al trabajo nocturno y a otros turnos no tradicionales. Apenas estamos empezando a comprender cómo afectan a la salud los turnos nocturnos. Las personas que trabajan de noche parecen tener estos efectos no deseados sobre la salud porque experimentan una alteración de su ritmo circadiano.
Nuestro ritmo circadiano, o reloj interno, no sólo determina cuándo dormimos y cuándo estamos despiertos. También interactúa con nuestro metabolismo, nuestro sistema inmunitario y casi todos los sistemas de nuestro cuerpo. Nuestros relojes internos se ajustan en parte por los niveles de luz y otras señales externas, pero también parece haber mecanismos internos de cronometraje que no comprendemos del todo.
Muchas personas que trabajan de noche se esfuerzan por mantener regulado su ritmo circadiano. Se exponen a luces brillantes por la noche y utilizan cortinas opacas cuando duermen durante el día. Aunque esto puede ayudar, la mayoría de las personas que trabajan de noche siguen teniendo un desajuste fundamental entre sus relojes internos y el horario que mantienen.
Mantener el ritmo circadiano a tiempo
Aunque estamos descubriendo muchas cosas sobre los peligros de trabajar en el turno de noche, muchas personas seguirán teniendo que trabajar en horarios extraños. Necesitamos bomberos, enfermeras, médicos y otras profesiones que nos mantengan a salvo incluso cuando la mayoría de nosotros dormimos. Sin embargo, hay formas de mitigar los efectos físicos.
En primer lugar, haz todo lo posible para que tus horas de vigilia se asemejen lo más posible a las diurnas. Rodéese de luces brillantes, sobre todo de las que imitan la luz del día en color e intensidad. Cuando duerma, haga exactamente lo contrario. Mantenga el lugar donde duerme lo más oscuro y fresco posible. Reduzca al mínimo los ruidos molestos y, si es necesario, utilice una máquina de ruido blanco.
En segundo lugar, considere la posibilidad de dormir la siesta durante la pausa del almuerzo. Varios estudios han descubierto que una siesta bien programada puede mejorar el estado de alerta y mantener a las personas más seguras cuando trabajan en turnos inusuales.
Por último, considere la posibilidad de cambiar de turno en cuanto pueda. Aunque hay formas de mitigar los daños de trabajar en turnos nocturnos, no hay forma de escapar completamente a sus efectos sobre la salud. Volver a un turno más natural es una de las mejores formas de mejorar la salud a lo largo de la vida.