¿Se ha preguntado alguna vez por qué algunas personas parecen ver siempre el lado bueno de las cosas? Aunque antes pensábamos que rasgos como el optimismo eran producto de la crianza, ahora sabemos que no es así. La educación y el entorno pueden influir, pero nuestra forma de ver el mundo que nos rodea también es en parte genética. Sus niveles de optimismo y pesimismo pueden afectar a gran parte de su vida, desde su carrera hasta sus relaciones y la forma en que se relaciona con los demás. Un nuevo estudio sugiere que el optimismo también afecta al sueño.
Nueva investigación: El optimismo afecta a la calidad y cantidad del sueño
El insomnio y otros trastornos del sueño son algunos de los problemas de salud más comunes de nuestro tiempo, y van en aumento. Hay ciertas cosas que se pueden hacer para mejorar el sueño, como colgar cortinas opacas y mantener un horario regular. Según una nueva investigación, mantener una actitud alegre también puede influir positivamente en el sueño.
Los investigadores reunieron a un grupo de más de 3.500 voluntarios. Estos participantes en el estudio respondieron a una encuesta destinada a evaluar su nivel de optimismo. A continuación, llevaron monitores para medir la duración y la calidad del sueño.
Los voluntarios que puntuaron alto en la escala de optimismo durmieron mucho mejor que los pesimistas: una media del 78% mejor. También tenían un 74% menos de probabilidades de padecer insomnio y más de dormir toda la noche. Esto era cierto incluso después de tener en cuenta el estado de salud, la riqueza y otros factores que se sabe que afectan al sueño.
Este estudio no establece una relación causa-efecto. Sin embargo, la correlación es clara. Las personas que puntúan más alto en optimismo duermen más y mejor. Se desconoce si una buena noche de sueño es la causa de una actitud optimista o viceversa, pero la relación es clara.
Vínculos entre el estado de ánimo, la salud mental y el sueño
Éste no es el primer estudio que encuentra una conexión entre la mente y el cuerpo en el ámbito del sueño. Incluso pequeñas cantidades de privación del sueño pueden provocar cambios negativos en el estado de ánimo, haciéndonos más propensos a la irritación y a las emociones negativas. A la inversa, trastornos como la depresión y la ansiedad pueden impedir dormir bien.
Debido a esta conexión inherente, el tratamiento de trastornos del estado de ánimo como la depresión y la ansiedad suele incluir el tratamiento de cualquier trastorno del sueño subyacente. Esto puede hacerse con sencillos cambios en el estilo de vida o con medicación recetada para dormir si es necesario. A la inversa, los médicos que tratan el insomnio suelen utilizar la terapia cognitivo-conductual (TCC), la meditación de atención plena y otras formas de terapia psicológica para ayudar a las personas a conciliar el sueño que necesitan.
Aunque no comprendemos las complejidades de la relación entre el sueño y el estado de ánimo, la relación es clara. Si quieres dormir bien, es importante que encuentres la manera de ver el vaso medio lleno.
¿Sufre de insomnio?
Ya sean pesimistas u optimistas, muchas personas sufren trastornos del sueño sin darse cuenta del problema. Si se siente cansado o decaído de forma persistente durante el día, pregúntese si presenta alguno de estos síntomas reveladores de un sueño deficiente:
- tarda mucho (más de unos 15 minutos) en dormirse por la noche
- despertarse durante la noche o demasiado temprano por la mañana
- sensación de fatiga y somnolencia a lo largo del día
- Dormir la siesta o tener con regularidad fuertes deseos de dormirla.
- cambios de humor, como sentirse más irritable, ansioso o deprimido de lo normal
- sufrir accidentes o simplemente sentirse más torpe de lo normal
- perder el interés por las actividades normales, como socializar y mantener relaciones sexuales
- aumento de los dolores de cabeza, de estómago y otros síntomas físicos
Estos síntomas de insomnio son también signos comunes de depresión y ansiedad. Hay tal solapamiento entre el insomnio y otros trastornos del estado de ánimo que puede ser difícil incluso para quien los padece diferenciarlos. Si se da cuenta de que padece estos problemas con regularidad, debería considerar la posibilidad de someterse a una evaluación tanto de los trastornos del sueño como de los trastornos del estado de ánimo.
El descanso necesario para la felicidad y la salud
El sueño es esencial para mantener el ánimo alto, pero también es importante para la salud física. Si se da cuenta de que le cuesta conciliar el sueño que necesita, unos sencillos cambios de comportamiento pueden marcar la diferencia.
Empiece a acostarse a la misma hora todas las noches y a poner el despertador a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana y otros días libres. Establezca una rutina de sueño relajante que prepare su mente para dejarse llevar por el sueño. Exponerse a luces brillantes durante el día y mantener el dormitorio lo más oscuro posible por la noche.
Aunque este estudio reciente demuestra que el optimismo afecta al sueño, incluso si usted no es un optimista nato, unos simples cambios en su rutina de sueño pueden compensar tanto con una mejor noche de sueño como con un mejor estado de ánimo. Descansar bien puede ser el primer paso hacia días más felices y saludables.