El ayuno intermitente es una estrategia dietética muy popular en la actualidad. Según las investigaciones actuales, el ayuno intermitente no sólo favorece la pérdida de peso, sino que también reduce la inflamación y puede mejorar los casos de enfermedades inflamatorias crónicas.
¿Qué ocurre durante el ayuno intermitente?
El ayuno intermitente no se centra en eliminar ciertos alimentos o abstenerse totalmente de comer, sino en hacer largas pausas sin comer entre comidas. Más concretamente, después de la última comida del día, se recomienda abstenerse de comer durante 16 horas antes de ingerir la siguiente comida. Esto significa que se omite el desayuno o la cena. Cada vez más investigaciones sugieren que nuestra salud se beneficia de este enfoque de la alimentación.
Menos monocitos que provocan inflamación
Un nuevo estudio realizado por investigadores del Hospital Mount Sinai y dirigido por el Dr. Merad demuestra que el método 16:8 contrarresta eficazmente la inflamación del organismo que puede desencadenar enfermedades como la esclerosis múltiple, la diabetes y la enfermedad inflamatoria intestinal. Aunque la inflamación es una herramienta útil cuando el organismo lucha contra las infecciones, la inflamación crónica puede tener consecuencias negativas para la salud.
En el estudio, los participantes no podían comer entre las 12 y las 15 horas del primer día y entre las 20 y las 15 horas del día siguiente. Se permitió beber agua. Ambos días se extrajo sangre a los participantes para analizar su recuento de glóbulos blancos, que también incluía los monocitos. Los monocitos son células que protegen contra las infecciones e indican la presencia de inflamación en el organismo.
Nuestra dieta moderna nos enferma
Los investigadores descubrieron que el número de monocitos en la sangre se reducía significativamente con el ayuno intermitente, sin perjudicar la respuesta del sistema inmunitario a las infecciones agudas. Esto se debe principalmente a que el ayuno deja menos energía disponible para que las células inmunitarias entren en acción. El resultado es que las células buscan recursos energéticos alternativos y reciclan los productos de desecho que ya no necesitan, lo que tiene un efecto beneficioso sobre el metabolismo de las células.
Según los investigadores, los hábitos alimentarios modernos, que implican comer demasiado a menudo y en exceso, son la causa de que tengamos altos niveles de monocitos en la sangre. El resultado pueden ser graves daños en los tejidos. Otros estudios hallaron resultados similares.
Dado que la inflamación crónica es un factor desencadenante de una serie de enfermedades graves que afectan cada vez a más personas en todo el mundo, es importante seguir investigando los efectos del ayuno intermitente en las enfermedades inflamatorias y encontrar tratamientos preventivos en el futuro.
Aspectos a tener en cuenta con el ayuno intermitente
Aunque el ayuno intermitente es prometedor y tiene una serie de efectos positivos en el organismo, debe evitarse el ayuno excesivo, ya que debilita considerablemente el sistema inmunitario. El ayuno intermitente no es adecuado en caso de afecciones preexistentes o infecciones víricas, y también se desaconseja en niños, mujeres embarazadas y ancianos. En general, hay que procurar omitir siempre la misma comida y evitar los tentempiés durante el intervalo de ayuno. Se recomienda consultar previamente a un médico para descartar posibles riesgos para la salud.