Se acerca el invierno, lo que para millones de personas significa meses de mayor exposición a resfriados, gripes y otras enfermedades infecciosas. Muchas personas toman precauciones para asegurarse de no caer enfermas a causa de estos gérmenes cotidianos, como lavarse las manos y tomar vitamina C extra. A medida que hemos ido adquiriendo más conocimientos sobre el sueño y el sistema inmunitario, muchos también intentan descansar lo suficiente cuando los que les rodean están tosiendo y estornudando. Aunque el sueño es sin duda una parte importante de la lucha contra la enfermedad, las nuevas pruebas sugieren que el reloj corporal controla la función del sistema inmunitario de otras maneras.
Cómo combatimos las enfermedades
Nuestro sistema inmunitario es complejo y en él intervienen muchos componentes diferentes. Sin embargo, gran parte de la protección contra los virus e incluso el cáncer corre a cargo de un tipo de células inmunitarias denominadas células T. Las células T se crean en la médula ósea y se convierten en máquinas antivirus en el timo.
En el timo, las células T se transforman en uno de varios tipos diferentes. Una de ellas es la célula T CD-8+, también conocida como célula asesina. Estas células son especialmente tóxicas para los virus. Reconocen los virus en nuestro torrente sanguíneo, e incluso en nuestras células, que intentan infectar nuestro organismo. Estas células atacan agresivamente a cualquier intruso, por eso son tan eficaces. Sin embargo, su desarrollo no se produce al azar. Requiere un complejo conjunto de pasos, todos ellos controlados por diversos genes.
Según una nueva investigación, estos genes pueden tener un ritmo circadiano que afecta a lo bien que combatimos las enfermedades en diferentes momentos del día.
Relojes internos, ritmos internos
Desde la temperatura corporal hasta el apetito, nuestros relojes internos, o ritmos circadianos, controlan la mayoría de nuestras funciones corporales. Nuestros ojos perciben la luz y transmiten mensajes al cerebro, que libera hormonas que indican a las células de todo el cuerpo la hora del día.
Pruebas recientes sugieren que nuestro sistema inmunitario también tiene un ritmo circadiano innato. Las personas son más propensas a enfermar cuando su ritmo circadiano está desregulado, como cuando no duermen lo suficiente o cuando trabajan de noche o en otros turnos extraños. Además, los investigadores llevan tiempo observando que nuestro sistema inmunitario no funciona igual de bien a todas horas del día, lo que sugiere que existe un ritmo natural incluso más allá de los poderes curativos del sueño.
Cómo controla el reloj corporal el sistema inmunitario
Para examinar la relación entre la inmunidad y el ritmo circadiano, los investigadores compararon dos grupos de ratones. El primer grupo tenía desactivados ciertos genes circadianos, mientras que el segundo estaba compuesto por ratones completamente normales. Ambos grupos de ratones recibieron una vacuna para activar su sistema inmunitario.
El segundo grupo, compuesto en su totalidad por ratones normales, mostró respuestas variadas según la hora del día en que recibieron la vacuna. Los ratones con los genes circadianos desactivados mostraron una respuesta inmunitaria irregular a lo largo del día. Esta sincronización circadiana fue especialmente notable cuando los investigadores observaron la activación de las células T CD8+.
Este hallazgo tiene enormes ramificaciones para nuestra salud. Este tipo de células T es nuestra primera línea de defensa, no sólo contra los resfriados y la gripe, sino también contra el cáncer. Cuando nuestros ritmos circadianos son «puntuales», podemos esperar fluctuaciones en nuestro sistema inmunitario a lo largo del día. Cuando son irregulares, tenemos una protección impredecible e irregular, lo que nos hace más vulnerables tanto a los virus como al cáncer.
Aumentar las defensas
¿Cómo podemos aplicar estos nuevos conocimientos a nuestras vidas? En primer lugar, dormir lo suficiente y mantener regulados nuestros ritmos circadianos es esencial para nuestra salud, sobre todo cuando se trata de combatir virus y distintos tipos de cáncer. En segundo lugar, puede ser ventajoso evitar situaciones cargadas de gérmenes hasta las horas del día en que el ritmo circadiano es más fuerte. Dado que esta investigación se llevó a cabo en ratones, aún no conocemos las horas en las que el sistema inmunitario humano funciona mejor.
Por último, vacunarse a determinadas horas del día puede tener sus ventajas. Aunque esta cuestión requerirá más estudios, está claro que nuestros sistemas inmunitarios tienen sus propios relojes internos que pueden afectar a nuestra respuesta a la vacuna.
Mantenerse sano esta temporada de gripe y resfriados
Independientemente de la hora del día, hay algunas cosas que puede hacer para reducir el riesgo de contraer una enfermedad infecciosa. Asegúrese de que sus vacunas están al día y considere la posibilidad de vacunarse anualmente contra la gripe. Lávese las manos y lleve desinfectante de manos, ya que la mayoría de los gérmenes se propagan por contacto directo. Evite a las personas enfermas e intente quedarse en casa cuando usted también lo esté. Aunque no hay forma de garantizar un año libre de días de enfermedad, puede aumentar sus posibilidades de mantenerse en buen estado de salud hasta que llegue de nuevo la primavera.