Mientras que la fertilidad masculina es relativamente sencilla, la femenina se rige por sistemas complejos. Los niveles hormonales de una mujer fértil cambian cada día e incluso cada hora. Aunque sabemos mucho sobre cómo afectan los ciclos mensuales a la fertilidad femenina, nuevas investigaciones sugieren que los ciclos diarios, también conocidos como ritmo circadiano, también pueden desempeñar un papel.
Los ciclos de la fertilidad femenina
La fertilidad femenina está controlada por un complejo sistema de relojes internos. La mayoría de las mujeres fértiles tienen un ciclo mensual que dura aproximadamente 28 días. El primer día comienza la menstruación. Dos semanas después, la mayoría de las mujeres ovulan y son fértiles durante unos pocos días. Los niveles de las hormonas estrógeno, progesterona, LH y FSH fluctúan ampliamente para mantener en marcha este reloj interno.
Aunque estos ciclos mensuales son importantes, hay pruebas de que nuestros ritmos circadianos diarios también desempeñan un papel. Comprender esta conexión puede ser una parte importante para resolver el problema tan común de la infertilidad femenina.
Vínculos entre los ritmos circadianos y la fertilidad
¿Cómo afecta a la fertilidad un ritmo circadiano desregulado? Aunque todavía se trata de un campo de estudio nuevo, está claro que nuestros ciclos de sueño-vigilia son tan importantes como nuestros ciclos mensuales para mantener la capacidad de reproducción. Las personas que trabajan por turnos o en horarios poco habituales tienen más probabilidades de tener problemas menstruales y más de un diez por ciento más de sufrir infertilidad.
Además, hay una cuestión de proximidad. El núcleo supraquiasmático (SCN) del cerebro controla nuestros relojes internos. También es responsable de controlar la liberación de LH, la hormona que indica a los ovarios que liberen un óvulo. Además, nuestros ovarios parecen estar parcialmente controlados por los genes del reloj, que son el grupo de genes más importante en la regulación del ritmo circadiano. Como resultado, la LH alcanza sus niveles más altos a primera hora de la mañana.
¿Es esta correlación una coincidencia o una prueba de que nuestros ritmos circadianos afectan a la fertilidad? Varios estudios nuevos sugieren lo segundo. En un experimento, los científicos mutaron los genes del reloj de ratones en un laboratorio. Sin ningún otro cambio en su entorno, los ratones empezaron a tener niveles hormonales alterados, lo que en última instancia condujo a una menor fertilidad. Incluso las plantas parecen tener cierta relación entre sus ritmos circadianos y la fertilidad.
Esta relación entre los ciclos de sueño-vigilia y la fertilidad tiene sentido a nivel intuitivo. Tenemos más probabilidades de quedarnos embarazadas si las horas de mayor fertilidad se producen cuando estamos despiertas. Es probable que la evolución haya afectado al cuerpo femenino ayudando a las mujeres a ovular cuando también tienen más probabilidades de encontrar pareja. Sin embargo, este efecto sólo se ha observado en las mujeres. Mientras que los ovarios expresan genes del Reloj, los testículos no lo hacen.
Conclusión sobre el sueño y la reproducción
Dormir lo suficiente es crucial para mantener una buena salud. Esto es especialmente cierto si está intentando concebir.
Las mujeres que padecen apnea del sueño y otros trastornos del sueño tienen tres veces más probabilidades de sufrir infertilidad que las que tienen hábitos de sueño saludables. Además, las mujeres que se someten a fecundación in vitro y otros tratamientos de fertilidad tienen más probabilidades de quedarse embarazadas si duermen entre siete y ocho horas de calidad. Si está intentando quedarse embarazada, dormir lo suficiente y mantener un ritmo circadiano uniforme puede aumentar sus posibilidades.
Aunque la fertilidad masculina no parece verse tan afectada por las noches en vela, sigue siendo importante que los hombres mantengan un ritmo equilibrado de sueño y vigilia. No dormir lo suficiente se asocia a un menor recuento de espermatozoides y también a un menor deseo sexual en los hombres, por lo que el sueño es muy importante para su sexualidad y, en última instancia, para su fertilidad.
El sueño: Crucial para la salud de todo el cuerpo
Tanto si está intentando concebir como si no, mantener una buena salud sexual es una parte importante de una vida feliz y plena. Sin embargo, el estilo de vida de muchas personas modernas dificulta esta tarea. Si le cuesta conciliar el sueño que necesita, considere la posibilidad de introducir los siguientes cambios en su rutina diaria:
- Mantenga un horario diario fijo, durmiendo, despertándose y comiendo aproximadamente a las mismas horas del día.
- Expóngase a mucha luz durante el día y reduzca la intensidad de las luces (y de los teléfonos inteligentes) por la noche.
- Utiliza cortinas opacas para reducir la contaminación lumínica si vives en una zona muy poblada.
- Mantén una rutina para acostarte que te ayude a sentirte relajado cuando te metes en la cama.
- Considere la posibilidad de probar un suplemento de melatonina si tiene dificultades para conciliar el sueño incluso después de realizar los cambios anteriores.
Dormir lo suficiente es importante para la fertilidad, pero sobre todo para la salud en general. Si quiere llevar una vida lo más sana y feliz posible, mantener un ritmo circadiano estable es un cambio importante en su estilo de vida.