La mayoría de la gente ya conoce los numerosos beneficios del ejercicio. Incorporar un plan de entrenamiento regular a la rutina diaria puede ayudar a controlar el peso, mejorar la salud cardiovascular, aumentar los niveles de energía, favorecer la salud mental y reducir el riesgo de padecer diversas enfermedades. Lo que ahora resulta evidente es que también es importante cuándo se hace ejercicio. Un nuevo estudio ha demostrado que el ejercicio a primera hora de la mañana reduce el riesgo de cáncer, ya que ayuda a regular el ritmo circadiano y mejora la salud en general.
Una función saludable del ritmo circadiano y el riesgo de cáncer
Para gozar de buena salud en general, es necesario asegurarse de que el ritmo circadiano funciona a niveles óptimos. Varios estudios independientes han demostrado que existe una relación entre un ritmo circadiano saludable y el riesgo de cáncer. Estos estudios han descubierto que hacer ejercicio durante las horas de luz puede desempeñar un papel decisivo en la regulación del ritmo circadiano. Esto se debe a que la actividad física actúa como una señal horaria circadiana, ayudando a regular el reloj maestro del cuerpo y favoreciendo la salud de las células y los tejidos.
Un ritmo circadiano que funcione correctamente mejorará los patrones de sueño y casi todos los aspectos de la salud física, mental y emocional. Por este motivo, es importante que haga todo lo posible por fomentar un ritmo circadiano saludable.
El ejercicio a primera hora de la mañana reduce el riesgo de cáncer
Teniendo en cuenta los numerosos estudios que detallan la importancia tanto de la actividad física como de un ritmo circadiano que funcione correctamente para la buena salud en general, no es un gran salto entender cómo estos dos elementos trabajando juntos pueden proporcionar una variedad de ventajas. Conscientes de esta conexión, los investigadores de un estudio reciente plantearon la hipótesis de que la hora del día en que se realiza actividad física también puede afectar al riesgo de cáncer.
A partir de los datos recogidos de 1,44 millones de participantes, este exhaustivo estudio mundial demostró que la actividad física regular no sólo contribuía a reducir la tasa de cardiopatías, sino que también conllevaba un menor riesgo de cáncer. Antes de este estudio, aún no se había establecido con tanto detalle la conexión entre la actividad de ocio y el riesgo de cáncer. Esta investigación estableció un vínculo claro entre el ejercicio y un menor riesgo de desarrollar muchos tipos diferentes de cáncer.
Este nuevo estudio fue también el primero de este tipo en destacar un componente circadiano específico de los beneficios del ejercicio durante un periodo de tiempo concreto. Los investigadores analizaron a 1.285 individuos con cáncer junto con 1.510 controles. De las personas con cáncer, había 781 mujeres que padecían cáncer de mama y 504 hombres a los que se les había diagnosticado cáncer de próstata. A estos sujetos se les pidió que detallaran su nivel de actividad física y el momento en que la realizaban. Los investigadores pudieron determinar que la actividad física realizada entre las 8 y las 10 de la mañana era la más beneficiosa para reducir la incidencia del cáncer de mama y de próstata.
¿Qué explica esta relación? Los investigadores creen que los beneficios de moverse temprano por la mañana para prevenir el cáncer de mama pueden estar relacionados con el estrógeno. Los niveles elevados de estrógenos se asocian habitualmente con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Además, la producción de estrógenos alcanza su punto álgido en torno a las 7 de la mañana. Dado que se ha demostrado que el ejercicio reduce los estrógenos en el organismo, tiene sentido que una carrera temprana u otros tipos de entrenamiento puedan suprimir la producción de esta hormona cuando es más probable que aumente.
Además, es bien sabido que la melatonina también puede ofrecer protección contra el cáncer. Hacer ejercicio más tarde en el día que más temprano puede retrasar la producción de melatonina, dificultando sus beneficios en relación con la supresión del cáncer.
Implicaciones para la prevención del cáncer
No se pueden subestimar las implicaciones de esta investigación. Con casi 20 millones de casos de cáncer al año en todo el mundo, la prevención del cáncer es uno de los principales retos para la salud pública en el próximo siglo. Con la creciente prevalencia de esta devastadora enfermedad, es imperativo que los investigadores médicos comprendan todo lo que puedan sobre cómo prevenirla.
Dado que son pocas las personas que afirman cumplir las directrices mínimas de actividad física, está claro que ésta es un área en la que debería centrarse un número abrumador de personas. Aprender a programar esta actividad para obtener los máximos beneficios es otra herramienta en el arsenal de la lucha contra el cáncer.
Si desea sacar el máximo partido a su rutina de ejercicios y a sus beneficios para la salud en general, le recomendamos que intente realizarla por la mañana. No sólo es menos probable que te lo saltes cuando el día se te echa encima, sino que este estudio reciente también demuestra que el ejercicio matutino puede ser beneficioso para prevenir el cáncer. Aunque la investigación aún está en sus primeras fases, nunca está de más empezar el día con una buena sesión de ejercicio.