Un estudio reciente realizado por investigadores del Instituto Politécnico Rensselaer (RPI) y publicado en Genome Research ofrece una visión intrigante de los mecanismos fundamentales del funcionamiento del sistema inmunitario. Este estudio apoya la idea de que una función inmunitaria óptima puede estar estrechamente relacionada con un ritmo circadiano saludable y con el ciclo sueño-vigilia.
Según los investigadores del RPI, los ritmos circadianos desempeñan un papel mucho más importante en el funcionamiento del sistema inmunitario de lo que se creía, concretamente en la acción de las «células asesinas» llamadas macrófagos, cuya finalidad es encontrar y eliminar organismos invasores como las bacterias. Más concretamente, descubrieron que el ritmo circadiano controla las células asesinas.
Entender los ritmos circadianos, los relojes del cuerpo
El cuerpo humano está formado por una asombrosa colección de sistemas complejos que funcionan juntos como un todo unificado. La unificación de ese todo, la sincronización de esos sistemas complejos y sus reacciones químicas esenciales, depende de un sistema de relojes biológicos. Estos sistemas de cronometraje funcionan hasta el nivel celular, y cada célula tiene su propio reloj biológico que controla sus funciones. Estos relojes están supervisados y sincronizados por un grupo de unas 20.000 neuronas, llamado núcleo supraquiasmático (SCN), situado en el hipotálamo.
Estos relojes corporales, que han evolucionado a lo largo de decenas de miles de años, se ajustan al ritmo natural más fundamental de todos: el ciclo del día y la noche. Funcionan con un horario de aproximadamente 24 horas, un ritmo circadiano. El ritmo circadiano del cuerpo rige una amplia gama de procesos físicos esenciales, como la producción de hormonas y el metabolismo. Las alteraciones del ritmo circadiano general, incluidas las alteraciones del ciclo sueño-vigilia estrechamente vinculado, se asocian a un mayor riesgo de padecer un número cada vez mayor de enfermedades y trastornos crónicos de la salud. Entre ellas se encuentran la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes de tipo 2, la enfermedad de Alzheimer y ciertos tipos de cáncer, como el de mama.
Los investigadores del RPI observaron que las enfermedades típicamente vinculadas a alteraciones crónicas del ritmo circadiano también están asociadas a la inflamación, que a su vez está relacionada con el sistema inmunitario. Según los investigadores, dado que el ritmo circadiano influye en el funcionamiento del sistema inmunitario en múltiples niveles, la alteración del ritmo circadiano también provoca alteraciones en la función inmunitaria, preparando el terreno para la inflamación crónica que conduce a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades y afecciones crónicas asociadas a la inflamación.
Cómo controla el ritmo circadiano las células asesinas
Como explica Jennifer Hurley, profesora adjunta del RPI y autora principal del estudio, éste se centró en la relación entre los relojes corporales y el ritmo circadiano general y el funcionamiento mecánico del sistema inmunitario. Se estudiaron las células asesinas – formalmente llamadas macrófagos – que se encargan de buscar y eliminar los patógenos invasores.
Los resultados del estudio mostraron que, durante un periodo de dos días, los niveles de ARN y proteínas en los macrófagos se vieron influidos por el ritmo circadiano, pero la influencia del ritmo circadiano en el funcionamiento de los macrófagos no se detuvo ahí. Los investigadores descubrieron que el ritmo circadiano también influía en la regulación del metabolismo de un modo que repercutía directamente en la función inmunitaria a través de la producción de energía por parte de los macrófagos. Estos cambios en la producción de energía sirvieron para controlar el calendario de otras tareas y funciones críticas del sistema inmunitario.
Cómo promover un ritmo circadiano más saludable
A medida que aumentan las pruebas que relacionan el ritmo circadiano con la función inmunitaria y la salud, se hace más evidente la importancia de un ritmo circadiano saludable. Aunque la genética puede tener cierta influencia, hay muchas otras formas de promover un ritmo circadiano saludable.
La luz es una de las señales ambientales más importantes para el ritmo circadiano y uno de los factores más fáciles de controlar. El simple hecho de aumentar la exposición a la luz de primera hora de la mañana puede ayudar a promover un ritmo circadiano más saludable. Aumente este beneficio realizando una actividad física al aire libre, con la luz de la mañana.
Un horario regular para dormir, levantarse y comer es importante para mantener el ritmo circadiano. Para ayudarle a mantenerlo de forma natural, practique una buena higiene del sueño que le ayude a dormirse más fácilmente, a mejorar la calidad del sueño y a despertarse sin despertador. Intente tener tiempo para una rutina de 60 minutos antes de dormir y ocho horas de sueño. Evita los dispositivos electrónicos y las pantallas durante esa hora. En su lugar, cree una rutina relajante, como meditar o leer un libro. Haz que tu zona de sueño sea lo más cómoda posible, desde la temperatura ambiente hasta la ropa de cama y la iluminación tenue. No coma demasiado pocas horas antes de acostarse. Evite el alcohol y la cafeína por la noche.
Unos pasos sencillos pueden mejorar la salud
A la luz de las recientes pruebas de que el ritmo circadiano controla las células asesinas e influye en otros aspectos de la función del sistema inmunitario, parece claro que trabajar para conseguir un ritmo circadiano más saludable es una parte fundamental de la protección de la salud y la lucha contra la enfermedad. Afortunadamente, gran parte de lo que hay que hacer para promover un ritmo circadiano más saludable es bastante sencillo y fácilmente accesible para la mayoría de las personas. Un paseo a paso ligero al sol de la mañana, por ejemplo, no requiere ningún equipo especial o caro. Haga de un control más saludable de su horario diario una de sus prioridades para lograr una mejor salud y bienestar general.