Es realmente asombroso cómo la ciencia moderna sigue demostrando lo importantes que son nuestras decisiones cotidianas más básicas para la salud y el bienestar generales. En otras palabras, estamos aprendiendo que tenemos más poder sobre nuestra salud del que creemos. Unas sencillas elecciones de estilo de vida pueden marcar la diferencia. Una investigación reciente y fascinante sugiere que el horario de las comidas afecta a la salud mental y al estado de ánimo.
Esto, junto con la evidencia de que lo que comemos también afecta a la mente y al estado de ánimo, significa que podemos desarrollar una estrategia dietética diaria que nos ayude a sentirnos mejor y a promover una salud mental óptima.
Cómo afecta el horario de las comidas a la salud mental
Según un estudio publicado en la revista Nutrients, revisada por expertos y de libre acceso, la irregularidad en el horario de las comidas se asocia a un mayor riesgo de padecer neuroticismo, trastornos del sueño, depresión y dificultades para controlar el estrés. Un estudio publicado en el American Journal of Public Health señalaba que los trabajadores por turnos, un grupo en el que es frecuente la irregularidad en el horario de las comidas, presentan tasas más elevadas de depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental. Otros investigadores han observado que el horario irregular de las comidas es una característica de varios trastornos mentales, incluido el trastorno bipolar.
La conexión puede estar en el ritmo circadiano, o más bien en su alteración. Este ciclo de aproximadamente 24 horas ayuda a regular la sincronización de casi innumerables procesos corporales, incluidas las complejas interacciones y reacciones químicas que intervienen en la digestión; la transformación de los alimentos en la energía que necesitan el cerebro y el cuerpo. El ritmo circadiano está vinculado al ciclo del día y la noche, un ritmo con el que nosotros, al igual que toda la vida en la Tierra, evolucionamos en sintonía. Curiosamente, la alteración crónica del ritmo circadiano también se asocia con un mayor riesgo de trastornos mentales, incluidos los trastornos del estado de ánimo.
Aunque la luz es la principal señal ambiental para el ritmo circadiano, el horario de las comidas también contribuye a regularlo. El horario irregular de las comidas puede alterar el ritmo circadiano y la salud mental de diversas maneras. Antes de la llegada de la iluminación artificial, en nuestra época más agraria, la gran mayoría de las personas eran activas durante el día y descansaban por la noche. Muchas actividades, incluida la preparación de alimentos, se realizaban necesariamente cuando había luz. Durante generaciones anteriores a nuestra vida industrializada y moderna, la comida principal se tomaba hacia el mediodía, como combustible para el trabajo del día. Hoy en día, tendemos a vivir y comer fuera del ritmo al que evolucionamos; fuera de cómo nuestros cuerpos fueron diseñados para funcionar.
Parte del impacto de la irregularidad en el horario de las comidas sobre la salud mental puede residir en la alteración del ritmo de los procesos digestivos. Esto se debe a que dichos procesos implican la acción de diversas hormonas digestivas que, a su vez, afectan a neurotransmisores como la dopamina, que influyen en el estado de ánimo y los niveles de energía.
La serotonina, otro neurotransmisor que influye en el estado de ánimo, se fabrica principalmente en el tracto gastrointestinal, donde se produce aproximadamente el 95%. Las comidas regulares contribuyen a mantener equilibrados estos complejos procesos, ayudándole a sentirse mejor y más equilibrado.
Lo que comes también desempeña un papel importante
En Estados Unidos, resulta que el acrónimo de la pesadilla culinaria altamente procesada en que se ha convertido la Dieta Americana Estándar (SAD, por sus siglas en inglés) es bastante exacto. La SAD, con sus alimentos excesivamente procesados, altos en grasa y azúcar, carbohidratos malos (en contraposición a carbohidratos más complejos y de mayor calidad), poca fibra y mala nutrición, se asocia con un mayor riesgo de problemas de salud mental. Aunque muchos otros países tiendan a comer más sano en general, los riesgos de comer mal o de desviarse de una dieta más natural son relevantes en todo el mundo.
Es una conexión lógica, si se piensa un momento. Las complejas interacciones y reacciones químicas están en la base de nuestro estado de ánimo y de nuestra salud mental en general. Numerosos factores contribuyen a mantener el equilibrio y la sincronización correctos en la producción, liberación y flujo de hormonas, neurotransmisores y otras sustancias que afectan al estado de ánimo y a la salud mental dentro del organismo. Cuando la dieta es pobre, carente de nutrición y llena de sustancias poco saludables, por supuesto que es probable que haya desequilibrios y problemas.
Coma de acuerdo con el diseño de su cuerpo
Comer a horas regulares, preferiblemente durante el día para alimentar sus actividades, puede pasar fácilmente al ayuno intermitente. Tanto en ensayos con animales como en humanos, se ha demostrado que el ayuno intermitente reduce los síntomas de la depresión y la ansiedad. Naturalmente, se necesitan más estudios para comprender en profundidad los mecanismos específicos implicados, pero cada vez hay más pruebas que lo corroboran. El ayuno intermitente consiste básicamente en limitar la ingesta de calorías a determinadas horas del día.
Algunas personas programan sus comidas en un periodo de 12 horas, otras en un periodo de ocho horas y otras en un periodo de seis horas, ayunando el resto del tiempo. Aparte de los beneficios para la salud mental, el ayuno intermitente ofrece una amplia gama de beneficios para la salud, como el control del peso, el aumento de la quema de grasas, la mejora de los niveles de glucosa en sangre y una mejor salud del corazón y el cerebro.
Coma alimentos reales con nutrientes reales y fibra. Haga de la eliminación de los alimentos ultraprocesados de su dieta una prioridad seria para su salud. Evite especialmente los carbohidratos simples altamente procesados y los ingredientes artificiales. El exceso de sal en la dieta también puede causar estragos en su ritmo circadiano y, en consecuencia, en su salud mental. Con planificación, llevar una dieta sana y equilibrada no tiene por qué llevar mucho tiempo ni ser caro.
Planificar para mejorar la salud mental
La coherencia es la clave cuando se trata del horario de las comidas. Fija un horario y cúmplelo. Nunca te saltes el desayuno. Si es necesario, lléveselo para llevar. Intente consumir la mayor parte de las calorías durante el día, evitando las comidas pesadas y ricas en carbohidratos por la noche.