Cronobiología: Una ciencia revolucionaria
La cronobiología estudia los relojes internos que cada uno de nosotros tiene y necesita para regular procesos importantes como la división celular, la proliferación de la piel y la producción de melatonina, por nombrar algunos. Para empezar a apreciar la cronobiología, piense en sus propios ritmos básicos. El momento del día óptimo para estudiar un nuevo tema, por ejemplo, puede ser al despertarse para algunos, pero para otros, a primera hora de la tarde funciona mejor. El término “reloj corporal” ha dado paso al sentido más amplio de cronobiología, cambiando el énfasis del estudio de los individuos a segmentos enteros dentro del abanico de la existencia humana. Las personas mayores, sobre todo las más frágiles de entre nosotros, necesitan que esta área crítica se explore a fondo, se documente y se utilice para el tratamiento de sus trastornos, como el Alzheimer y la demencia.
Cronobiología y cuidados
Cuando los ancianos consumen medicamentos a una hora del día inadecuada para su metabolismo personal, no obtienen el efecto completo de la medicación e incluso pueden desperdiciarla por completo. Incluso si el efecto del medicamento no se anula, sino que simplemente disminuye, trastornos tan graves como el Alzheimer y la demencia requieren el máximo esfuerzo por parte de médicos, enfermeras y auxiliares de enfermería certificados para mantener el alto nivel de cuidados que nuestros mayores merecen. Un enfoque holístico implica una sinergia de observaciones sobre el paciente en relación con el tipo y el grado de demencia o la fase en que le aqueja el Alzheimer. Y del mismo modo que es importante conocer el estadio de una enfermedad para determinar el medicamento adecuado, también lo es descubrir en qué momento del día los ritmos internos del cuerpo de un paciente absorberán mejor ese medicamento. Eso es algo que intentan determinar los cronobiólogos de todo el mundo.
Sundowning
El sundowning, la agitación que experimentan muchos enfermos de Alzheimer y demencia, significa que el ritmo circadiano se ve alterado de su actividad normal durante el día y el descanso nocturno. Las últimas horas de la tarde, con sus sombras alargadas, pueden desencadenar confusión en el paciente, que puede reaccionar deambulando, gritando o volviéndose combativo. Ni que decir tiene que la presión sobre los cuidadores es extrema, junto con el peligro concomitante para los pacientes ancianos que viven en casa en caso de que se lesionen o se pierdan. El objetivo del médico es atenuar los efectos del síndrome del ocaso programando una medicación que beneficie al paciente cuando el entorno que le rodea le pone en mayor riesgo, y esa comprensión de los ciclos internos y externos es uno de los principales objetivos de la cronobiología.
El cambio es el enemigo
En casa o institucionalizado, el paciente anciano se resiste al cambio. El cuidador sabio sabe que minimizar las conmociones mentales de quienes están a su cargo también redunda en su beneficio, y por ello aplica la medicación prescrita siguiendo un calendario estricto. Al igual que en el otro extremo del espectro vital, la infancia, un horario regular para los ancianos estimula el desarrollo de un ritmo que los mantiene lo más tranquilos y cómodos posible. Para quienes padecen Alzheimer o demencia, un simple cambio o desplazamiento del personal cuidador puede provocar una alteración de las facultades mentales. La programación del somnífero melatonina antes de acostarse y la fototerapia a primera hora de la mañana son ejemplos del uso de la cronobiología en el cuidado de pacientes con Alzheimer o demencia.
El futuro de la cronobiología y el Alzheimer
Si la cronobiología es un término biológico relativamente nuevo, le pisa los talones el término “Zeitgeber”, o “señal horaria”. Los ritmos circadianos necesarios para disfrutar de noches regulares y tranquilas llenas de sueño regenerativo se ven alterados porque los pacientes con Alzheimer y demencia carecen del estímulo de un Zeitgeber, como las luces brillantes, en el momento y la forma adecuados. La luz del día es la señal horaria más potente que se conoce en los seres humanos. El futuro de la cronobiología en el tratamiento del Alzheimer y la demencia es realmente brillante si continúa desarrollando el tratamiento con luz, las ayudas para dormir, la estimulación social y la administración de medicamentos a los pacientes en el momento de aplicación más eficaz para cada medicamento.