¿Qué parte del cuerpo es responsable de nuestro ritmo circadiano? Si ha respondido “el cerebro”, tiene razón, pero sólo parcialmente. Nuestro cerebro, en particular el núcleo supraquiasmático (NSC) del hipotálamo, desempeña un papel crucial en el ajuste de nuestro reloj interno. Sin embargo, nuevas investigaciones sobre cómo la proteína muscular ayuda a controlar el sueño señalan a nuestras células musculares como un importante regulador de nuestros ciclos de sueño-vigilia.
Trastornos del sueño: Una creciente crisis de salud pública
Los estadounidenses y otros habitantes de Occidente tienen más acceso a los accesorios del sueño reparador que ninguna otra cultura en la historia de la humanidad. Podemos dormir sin miedo a que nos ataquen animales salvajes o bandidos errantes. Además, la mayoría de nosotros tenemos acceso a colchones de alta calidad, ropa de cama acogedora y otros artículos que deberían hacer el sueño más cómodo y reparador.
A pesar de este relativo lujo, los trastornos del sueño en Occidente crecen a un ritmo alarmante. Hay varios trastornos circadianos reconocidos que se sabe que afectan a la gente moderna, entre ellos:
- Eljet lag, un fenómeno que se produce cuando las personas cambian de zona horaria o de horarios de forma brusca. Esto puede causar fatiga y diversos problemas de salud durante los días o incluso semanas que tarda en ajustarse el ritmo circadiano.
- Trastorno del trabajo por turnos, una enfermedad que afecta a las personas que trabajan por la noche o en otros horarios extraños. Estas personas pueden sufrir insomnio y/o somnolencia al no poder dormir a horas normales.
- Narcolepsia, trastorno en el que las personas tienen mucho sueño durante el día e incluso pueden quedarse dormidas sin previo aviso.
- Trastorno del sueño de fase retardada, un trastorno en el que las personas están predispuestas a acostarse y despertarse mucho más tarde que el resto de los seres humanos. A estas personas se las suele denominar “búhos nocturnos” y es posible que no puedan dormir hasta las primeras horas de la mañana.
- Trastorno del sueño de fase avanzada, en el que las personas tienen un reloj interno programado para acostarse muy temprano y despertarse mucho antes del amanecer. Este patrón de sueño se observa a menudo en las personas mayores.
¿Qué tienen en común estos trastornos? En todos ellos, los mismos mecanismos que se supone que nos ayudan a conseguir un sueño reparador lo impiden. En las personas que sufren estas afecciones, los relojes internos no coinciden ni con el mundo exterior ni con las exigencias del propio horario. Los resultados repercuten en la vida cotidiana, como los niveles de energía y la función cognitiva. Además, también pueden afectar a la salud a largo plazo e incluso aumentar el riesgo de enfermedad. En la actualidad disponemos de muy pocos tratamientos para los trastornos del ritmo circadiano, por lo que millones de personas tienen que luchar contra sus efectos.
Ritmo circadiano y sueño
¿Se ha dado cuenta alguna vez de que tiene más sueño a determinadas horas del día? El responsable de este fenómeno es el reloj circadiano, que controla la liberación de hormonas que favorecen tanto el sueño como la vigilia. Aunque todas las células tienen su propio ritmo circadiano, el cerebro es el principal impulsor de este reloj. Las retinas de los ojos perciben la luz y transmiten el mensaje al núcleo supraquiasmático del hipotálamo, que a su vez controla la liberación de melatonina, cortisol y otras sustancias bioquímicas que afectan a nuestros niveles de energía y estado de alerta.
Sin embargo, nuestro ritmo circadiano no está grabado en piedra. Nuestros relojes internos se ajustan a una serie de cambios, como los cambios en el horario de trabajo, los cambios de zona horaria, las interrupciones del sueño, el horario de verano e incluso la temperatura. ¿Cómo podemos adaptarnos tan fácilmente a las constantes exigencias externas? Una proteína de nuestras células musculares puede ser la respuesta.
No todo está en la cabeza: cómo la proteína muscular ayuda a controlar el sueño
Cuando los investigadores analizaron la composición química del músculo esquelético, se sorprendieron al descubrir que una proteína circadiana muy importante estaba presente en grandes cantidades. La BMAL1 es bien conocida como regulador del ritmo circadiano. Pero, ¿qué papel desempeña en las células musculares?
Los científicos eliminaron el gen BMAL1 de las células musculares y cerebrales de ratones de laboratorio. Sus músculos seguían funcionando sin cambios. Sin embargo, experimentaron grandes cambios en sus hábitos de sueño. De repente, los ratones necesitaban dormir mucho más que otros ratones. Además, estos ratones tampoco se recuperaban de las interrupciones de su sueño. Cuando se reintrodujo BMAL1 en las células musculares, los ratones recuperaron su capacidad para recuperarse de la pérdida de sueño y vieron menores necesidades de sueño.
Futuros tratamientos de los trastornos circadianos
Muchos trastornos circadianos parecen estar relacionados con la incapacidad de recuperarse y adaptarse a las señales externas del entorno. Tomar un suplemento que aumente los niveles de BMAL1 podría reducir o resolver algunos de los efectos de estos trastornos. Además, los científicos no saben si el aumento de BMAL1 en humanos podría disminuir las necesidades de sueño de personas como pilotos y médicos, que a veces deben funcionar con menos horas de sueño. Aunque todavía hay mucho que desconocemos sobre el potencial de BMAL1, esta investigación abre nuevas vías para estudiar posibles tratamientos futuros.
Muchas personas modernas luchan por dormir lo necesario para llevar una vida larga y sana. Conocer mejor la BMAL1 y su papel en el ritmo circadiano podría permitir a los médicos tratar con eficacia los trastornos del sueño que afectan a millones de personas.