Dormir debería ser una actividad humana natural, realizada sin pensar y sin dificultad. Sin embargo, muchas personas tienen problemas con sus patrones de sueño que afectan a su capacidad para funcionar eficazmente durante el día. Los científicos están empezando a estudiar de cerca estos problemas para determinar formas de corregirlos y garantizar que las personas se beneficien de cada noche de descanso.
¿Qué es la cronobiología?
La cronobiología es el estudio de los ciclos y ritmos fisiológicos que se producen en los organismos vivos, incluidos los seres humanos. La palabra proviene del griego, chronos, que significa “tiempo”, bio, que significa “vida” y ologia, que significa “el estudio de”. Muchos sistemas biológicos siguen patrones o ritmos, como la alimentación, el sueño, la migración, el apareamiento y otras actividades. Estos ritmos suelen estar influidos por factores ambientales y funcionan como un “reloj” dentro del cerebro que regula importantes funciones humanas. Los científicos estudian estas interacciones para saber más sobre los organismos y cómo mantener su salud.
La cronobiología del sueño
Al igual que otras criaturas, los seres humanos duermen para descansar. Sin embargo, en los humanos, la mente también utiliza este tiempo para desconectar de los acontecimientos vividos durante el estado de vigilia. La alternancia de periodos de luz y oscuridad a medida que pasan los días ayuda a regular nuestros relojes internos para inducir patrones de sueño. Sin embargo, algunos factores pueden alterar los ciclos naturales de sueño y vigilia. Esta alteración puede tener amplios efectos en el estado de ánimo, los niveles hormonales, la temperatura corporal y la agudeza mental. En la actualidad, un gran número de personas viven y trabajan en entornos que ofrecen condiciones muy diferentes a las que encontrarían en la naturaleza. Están expuestas a la luz artificial durante más horas al día y pueden pasar muchas más horas en interiores durante los meses de invierno, por lo que rara vez se exponen a la luz natural durante esta estación. Esta divergencia de las condiciones naturales puede tener un efecto perjudicial en los ciclos del sueño.
Factores que afectan a la calidad del sueño
Hay una serie de factores que pueden influir en el establecimiento de patrones de sueño beneficiosos:
Horarios regulares: Las personas que tienen horarios de trabajo regulares y son capaces de dividir su día en distintos periodos de alerta y descanso tienen más probabilidades de disfrutar de patrones de sueño saludables. Los trabajadores con turnos cambiantes corren un riesgo especial de sufrir trastornos del sueño a largo plazo.
Largas jornadas laborales: Durante el invierno, muchas personas tienen que salir de casa a oscuras para ir a trabajar y volver a casa a oscuras al final del día. Esta falta de exposición a la luz natural puede provocar alteraciones en el ritmo circadiano que regula los ciclos del sueño.
Problemas de salud: Las personas que sufren problemas médicos pueden correr el riesgo de tener problemas de sueño debido al dolor, los efectos de los medicamentos y la falta de actividad física. Estos problemas pueden provocar cambios en el ritmo circadiano que alteren el sueño.
Envejecimiento: Las personas mayores a menudo tienen dificultades para mantener patrones de sueño saludables debido a la falta de actividad, problemas médicos, medicamentos o cambios metabólicos debidos a la edad. La falta de sueño de calidad puede provocar fatiga y siestas durante el día, lo que refuerza aún más los ciclos alterados.
Los problemas de sueño perjudican la salud
Los efectos de la falta de sueño son bien conocidos desde hace décadas. Las personas privadas de sueño pueden experimentar graves alteraciones de la función cerebral, incluidas alucinaciones y un rápido deterioro de la salud. Sin embargo, incluso pequeñas alteraciones en los ciclos normales del sueño pueden causar diversos efectos a lo largo del tiempo. El insomnio se ha asociado a tasas más elevadas de accidentes, problemas de memoria, obesidad, depresión, envejecimiento de la piel, disminución de la libido, falta de juicio y está relacionado con problemas de salud más graves, como cardiopatías, diabetes, hipertensión e ictus. Un sueño saludable ayuda a reducir los niveles normales de estrés en el cuerpo, lo que tiene un profundo efecto en los procesos físicos.
Investigación sobre los ritmos circadianos
Los científicos han aprendido que las alteraciones del ritmo circadiano tienen un efecto significativo en los ciclos del sueño. Al igual que los animales toman señales del entorno que les rodea para sobrevivir, los seres humanos también han evolucionado para reaccionar a las señales del entorno. Cuando las señales normales para las funciones físicas están ausentes o incluso ligeramente desplazadas, pueden producirse reacciones significativas en el organismo. Los patrones de oscuridad y luz, los niveles de sonido y otros factores pueden imposibilitar los ciclos normales de sueño e impedir la acción reparadora del sueño para aliviar el estrés, bajar la tensión arterial y permitir la revisión mental de los acontecimientos vitales mediante los periodos de sueño REM. Se trata de actividades críticas que permiten a los seres humanos seguir realizando la amplia gama de actividades físicas y mentales necesarias durante las horas de vigilia.
La cronobiología ofrece ayuda contra el insomnio y el sueño deficiente
Las investigaciones sobre cronobiología y trastornos del sueño revelan que manipular la cantidad de luz a la que se expone un individuo puede ayudar a reajustar el reloj interno e inducir patrones de sueño más naturales. Del mismo modo que el aumento de la exposición a la luz puede ayudar a aliviar el trastorno afectivo estacional, la fototerapia puede utilizarse para engañar al cuerpo haciéndole creer que ha experimentado una cantidad normal de luz diurna, permitiéndole adormecerse en las horas vespertinas y produciendo un mejor sueño durante las horas nocturnas.