En las últimas décadas, la investigación ha revelado que hay una serie de enfermedades causadas por la falta de sueño, algo que debería preocuparnos seriamente en nuestro mundo moderno, que funciona las 24 horas del día. Afortunadamente, los científicos están preocupados y dan la voz de alarma, y muchos grupos describen la falta de sueño como un importante problema de salud pública mundial. Éstos son sólo una parte del creciente número de científicos médicos que señalan las conexiones entre el sueño deficiente y las enfermedades.
Entender cómo las enfermedades causadas por la falta de sueño
Existen numerosas formas en las que un sueño insuficiente o de mala calidad puede provocar enfermedades y problemas de salud crónicos. Para entender cómo, hay que reconocer que en realidad ocurren muchas cosas en el cerebro y en el cuerpo cuando dormimos. Muchos de estos procesos son bastante complejos, como la fabricación y liberación de hormonas, y están directamente relacionados con la salud y el funcionamiento físico y mental.
Durante el sueño profundo, por ejemplo, tienen lugar muchos procesos de reparación en células individuales y tejidos corporales. El crecimiento de los tejidos y el fortalecimiento del sistema inmunitario también tienen lugar durante el sueño profundo, al igual que la limpieza del cerebro, durante la cual se eliminan las toxinas y se consolidan los recuerdos. La interrupción de estas actividades esenciales abre naturalmente la puerta al desarrollo de problemas de salud y enfermedades.
Enfermedades cardiovasculares
Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el término enfermedad cardiovascular engloba un grupo de afecciones y enfermedades que afectan al corazón y al sistema vascular. Este grupo de enfermedades, principal causa de muerte a escala mundial, incluye las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y los infartos de miocardio.
Numerosos estudios han relacionado la mala calidad del sueño y la privación del mismo con un elevado riesgo de enfermedad cardiovascular. Incluso una sola noche de sueño deficiente puede repercutir en la tensión arterial, elevándola durante esa noche y al día siguiente. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el insomnio y la apnea del sueño están relacionados con la hipertensión, el infarto de miocardio, el ictus y las enfermedades cardiovasculares.
Algunos cánceres
La privación crónica del sueño se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Estos cánceres tienden a ser los que podrían considerarse relacionados con las hormonas, como el cáncer de próstata y el cáncer de mama.
Los investigadores apuntan a la alteración de la producción y liberación de hormonas, incluida la melatonina, que provoca un sueño insuficiente o de mala calidad como factor que contribuye a aumentar el riesgo de cáncer. Los problemas de sueño provocan alteraciones del ritmo circadiano que, a su vez, alteran el calendario de procesos críticos, incluidas las acciones y el equilibrio relacionados con las hormonas.
Obesidad y diabetes de tipo 2
Numerosos estudios han relacionado la falta de sueño con una mayor probabilidad de padecer obesidad. Aunque los científicos todavía están aprendiendo sobre los mecanismos específicos implicados, han sido capaces de arrojar algo de luz sobre cómo la privación crónica de sueño ayuda a causar obesidad. Una vez más, parte de la cuestión se remonta a la alteración hormonal, concretamente a las hormonas relacionadas con la regulación del apetito y a las que, como la insulina, están asociadas con el funcionamiento del metabolismo.
Ahí radica también, en parte, el vínculo entre la falta de sueño y la diabetes de tipo 2. Curiosamente, tanto la obesidad como la diabetes de tipo 2 se asocian a un mayor riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, y todas ellas forman parte del grupo de afecciones y enfermedades crónicas asociadas al síndrome metabólico.
Disfunción cognitiva y trastornos mentales
Los procesos de limpieza del cerebro que tienen lugar durante el sueño son esenciales para la salud cerebral y la función cognitiva. Los investigadores han relacionado la falta de sueño con diversas enfermedades cognitivas y trastornos mentales. No dormir lo suficiente, sobre todo el periodo de sueño profundo que se utiliza para eliminar toxinas y productos de desecho del cerebro, se ha relacionado con la enfermedad de Alzheimer -tanto el inicio de la enfermedad como su ritmo de progresión- y con otros tipos de demencia.
El sueño está estrechamente relacionado con la salud mental, el bienestar emocional y la función cognitiva. La privación crónica de sueño y el insomnio pueden aumentar el riesgo de desarrollar depresión, ansiedad, trastornos del estado de ánimo y otras enfermedades mentales. Algunas enfermedades mentales, como la depresión y la ansiedad, pueden, a su vez, agravar los problemas de sueño y empeorar la situación.
Una falta crónica de sueño puede interferir en el aprendizaje, la memoria e incluso la mecánica de la cognición. Es importante recordar que, a diferencia de Las Vegas, lo que ocurre en la mente no siempre se queda sólo en ella, sino que también puede repercutir en la salud física, por ejemplo aumentando el riesgo de enfermedades cardiacas.
El sueño es una parte fundamental de la salud
Muchos de nosotros nos esforzamos por hacer cambios en nuestro estilo de vida que promuevan la buena salud, intentando comer mejor y hacer más ejercicio. Mejorar la calidad del sueño y dormir lo suficiente a diario tiene que formar parte de esos esfuerzos de protección de la salud y prevención de enfermedades. La ciencia tiene claro que el sueño es una parte fundamental del mantenimiento de la salud y que desempeña un poderoso papel en la prevención de enfermedades. Tome medidas hoy mismo para saber más sobre la higiene del sueño y cómo empezar a mejorar su sueño esta misma noche.