Mantener un ritmo circadiano estable y constante puede ser un reto para muchas personas. Millones de personas trabajan por turnos o en horarios que no permiten dormir lo suficiente por la noche. Además, las exigencias de la vida moderna pueden hacer difícil comer a horas regulares. El resultado es que sólo en Estados Unidos 60 millones de personas tienen problemas para dormir. Esta alteración del sueño se ha relacionado con diversas enfermedades crónicas, entre ellas la diabetes de tipo 2. Un nuevo estudio sobre el ritmo circadiano de las células musculares sugiere que éstas pueden ser una parte importante de esta conexión.
El ritmo circadiano de las células musculares
Cuando la mayoría de la gente piensa en los guardianes del ritmo circadiano, piensa en el cerebro. En efecto, el cerebro es importante para sincronizar nuestros relojes internos, así como para percibir señales externas y adaptarse a ellas. Sin embargo, cada sistema orgánico tiene su propio ritmo y su propio conjunto de señales para adelantar o retrasar los relojes. Las células musculares no son una excepción.
Las células musculares almacenan lípidos, o grasas, como fuente potencial de energía. Los investigadores que estudiaban el metabolismo de los lípidos en las células musculares observaron que el número de lípidos almacenados en estas células variaba mucho de una hora a otra. Además, existía un patrón estable y predecible a lo largo de un día de 24 horas en sujetos que mantienen un horario regular de comidas y sueño. No obstante, era difícil encontrar una tendencia mensurable porque la cantidad de lípidos en las células musculares varía mucho de una persona a otra.
Sin embargo, cuando las células musculares se cultivaron en una placa de Petri, las tendencias se hicieron evidentes: sin duda había un reloj interno en juego. Además, los músculos empezaron a mostrar un metabolismo desorganizado de los lípidos cuando se desactivaron ciertos genes del reloj.
La importancia de los lípidos en el cuerpo humano
Esta investigación implica que el ritmo circadiano puede ser crucial en relación con la forma en que se almacenan y metabolizan los lípidos, lo que a su vez podría afectar potencialmente a casi todos los ámbitos de la salud humana. Los lípidos no son sólo una fuente de energía que se descompone fácilmente; de hecho, desempeñan diversas funciones. Los lípidos son cruciales para sintetizar hormonas y otras sustancias bioquímicas fundamentales. También constituyen la membrana celular de todas las células del cuerpo humano, por lo que desempeñan un papel fundamental en el transporte de diversas sustancias dentro y fuera de las células. Esta función en particular puede ser parte de la razón de los vínculos demostrados anteriormente entre la desregulación circadiana y las enfermedades metabólicas.
Uno de los signos distintivos de las enfermedades metabólicas es la resistencia a la insulina. Cuando ingerimos alimentos, nuestro cuerpo libera insulina. La insulina actúa como una llave que abre los receptores de glucosa para que el combustible pueda entrar en las células. Dado que la mayoría de los alimentos se convierten en glucosa en el cuerpo humano, este paso es crucial para una buena salud. Cuando las células, sobre todo las musculares, dejan de responder a la insulina, la glucosa permanece en el torrente sanguíneo. El elevado nivel de azúcar en sangre resultante puede tener inmensos efectos negativos, dañando los vasos sanguíneos e incluso los nervios. Cuando la resistencia a la insulina se agrava, aparece la diabetes de tipo 2.
La resistencia a la insulina es frecuente en Estados Unidos. Existen vínculos demostrables con las alteraciones del ritmo circadiano. ¿Podría deberse a una alteración del uso de lípidos en las células musculares?
Vínculos entre el ritmo circadiano muscular y la enfermedad
Los investigadores no están seguros de por qué una alteración del ritmo circadiano de las células musculares parece contribuir a cambios en el comportamiento de los lípidos, pero el vínculo está definitivamente ahí. Las células musculares que tenían desactivados determinados genes del reloj circadiano mostraron, en efecto , una captación alterada de glucosa en sangre y resistencia a la insulina. ¿Podrían los cambios en la composición lipídica de las células ser un factor contribuyente? Es fácil ver cómo los lípidos pueden afectar al metabolismo de la glucosa en sangre y a la captación de insulina, pero habrá que investigar más para identificar la naturaleza del vínculo.
En cualquier caso, esta investigación subraya la importancia de mantener un horario diario estable. Comer y dormir a las mismas horas todos los días puede ser una forma importante de mantener unos músculos sanos y un buen control de la glucosa.
Sincronizar los relojes internos
¿Podría ser esta investigación el principio de nuevos tratamientos innovadores contra la diabetes? Serán necesarios más estudios para convertir estos conocimientos en medicina aplicable. Sin embargo, la relación entre los relojes de las células musculares y la resistencia a la insulina pone de relieve lo importante que es mantener un ritmo circadiano saludable. Aunque esto es difícil en el mundo moderno, no es imposible. Comer y dormir a las mismas horas todos los días, incluso los fines de semana y las vacaciones, es un paso importante. Del mismo modo, controlar los niveles de luz puede ser útil. Nuestros relojes internos se mantienen en hora cuando recibimos mucha luz durante el día y muy poca por la noche, incluida la luz de las pantallas. Tomar melatonina por la noche también es una medida saludable para las personas que tienen dificultades para conciliar el sueño.
Los ciclos de sueño-vigilia afectan a casi todos los aspectos de la salud humana. Parecen tener un impacto especialmente grande en la forma en que las células musculares procesan y almacenan los lípidos. Si quieres tener unos músculos fuertes y un sistema metabólico sano, trabajar duro para mantener un ritmo circadiano bien regulado podría ser un paso importante.