Si alguna vez has pasado la noche en vela o has tenido un recién nacido, sabes que dormir es importante. Sin sueño, las personas pierden la función cognitiva, corren un alto riesgo de sufrir accidentes mortales e incluso son más propensas a desarrollar enfermedades crónicas como el cáncer y las cardiopatías.
Sin embargo, lo importante no es sólo la duración del sueño. Tu cuerpo encaja cinco fases en una noche de descanso saludable. Si estas fases se interrumpen o no se producen debido a un problema fisiológico, puede sentirse cansado y falto de sueño incluso después de ocho horas de sueño. Dormir las horas y los tipos de sueño adecuados es importante para el ritmo circadiano y para la salud en general.
Los dos tipos de sueño
Aunque existen cinco fases del sueño, pueden clasificarse en dos tipos: El sueño REM, o de movimientos oculares rápidos, y el sueño no REM. El sueño no REM constituye aproximadamente las tres cuartas partes del sueño y consta de cuatro fases que pueden distinguirse en un electroencefalograma, o EEG, que es una prueba diagnóstica que detecta la actividad eléctrica del cerebro. Por otro lado, el sueño REM es una única fase marcada por una gran actividad cerebral y movimientos oculares rápidos.
Acerca del sueño REM
El sueño REM es la quinta fase del sueño y la más importante. Durante el sueño REM, el cuerpo está paralizado pero los ojos se mueven rápidamente, siguiendo la mirada mientras se sueña. Además, se producen movimientos de deriva y otros movimientos que no se ven en la vigilia.
El sueño REM es cuando se producen los sueños y, por tanto, es un momento de gran actividad mental. El cerebro no sólo procesa los acontecimientos del sueño y reacciona ante ellos, sino que también crea el entorno del sueño. Las ondas cerebrales durante el sueño REM son incluso más altas que las que se observan cuando se está despierto.
Las cuatro fases del sueño no REM
El cuerpo no está paralizado durante el sueño no REM y los movimientos oculares son muy lentos. Durante el sueño no REM, el cuerpo pasa por cuatro fases distintas que conducen al sueño REM. Durante la fase 1, aún está en proceso de quedarse completamente dormido. Esta fase dura menos de siete minutos y se interrumpe fácilmente.
La fase 2 del sueño no REM es la más larga y abarca casi la mitad del sueño nocturno. Un electroencefalograma realizado en este momento mostrará husos de sueño y complejos K, que son ondas cerebrales exclusivas de la fase 2 del sueño. Los husos del sueño son ondas cerebrales agudas y estrechas que se cree que ayudan al durmiente a bloquear el ruido externo, mientras que los complejos K son ondas cerebrales amplias que se cree que favorecen la consolidación de los recuerdos. Esta etapa también se conoce como sueño ligero y es lo que constituye la mayor parte de una siesta diurna.
Las etapas 3 y 4 se conocen como sueño de ondas lentas debido a las ondas cerebrales lentas y de gran amplitud. Las ondas cerebrales de la fase 3 tienen menos de estas ondas lentas a medida que el cuerpo va llegando a la fase 4, en la que las ondas lentas constituyen más de la mitad de toda la actividad cerebral. Estos dos estadios se consideran sueño profundo.
Ciclos de sueño REM y no REM
A lo largo de la noche, se atraviesan varios ciclos completos de sueño. Su cuerpo pasará por las Etapas 1-4 del sueño no REM y después por un breve periodo de REM en el primer ciclo. El primer ciclo dura unos 90 minutos en total. Los ciclos de sueño sucesivos tendrán períodos de sueño REM mucho más largos, de hasta dos horas.
¿Y las siestas?
Dormir la siesta puede ser una gran manera de mejorar su función mental si se hace de la manera correcta. Cuando las personas se despiertan de las fases 3 ó 4 del sueño, suelen estar más cansadas y aturdidas que cuando se durmieron, un estado conocido como inercia del sueño. Por ello, los médicos e investigadores en cronobiología recomiendan que las personas duerman la siesta durante un tiempo determinado. Una siesta de 15-20 minutos, que le llevará a través de las Etapas 1 y 2, le hará sentirse menos cansado. Si es posible, una siesta de 90 minutos le dejará aún más fresco, ya que podrá realizar un ciclo de sueño completo. Sin embargo, otras duraciones de siesta probablemente te harán sentir aún peor.
A lo largo de los años, las fases del sueño cambian de duración, y la duración del sueño REM disminuye constantemente a medida que envejecemos. Sin embargo, un sueño saludable sigue este patrón general. Si no duerme al menos dos ciclos completos, se sentirá agotado y tendrá efectos negativos tanto en sus funciones como en su salud. Mantener un ritmo circadiano sano, incluido un horario de sueño saludable, es importante para la salud psicológica y biológica.