Dormir bien nunca ha sido tan difícil como ahora. Cada vez son más los occidentales que padecen insomnio, que a menudo se manifiesta como dificultad para conciliar el sueño. Nuevas investigaciones sobre las células cerebrales que favorecen el sueño muestran que un pequeño grupo de neuronas es responsable del proceso de conciliar el sueño, lo que ofrece una nueva vía potencial de tratamiento para los trastornos del sueño.
Cómo nos dormimos
Todos hemos experimentado el conocido proceso de conciliar el sueño. Los ojos y el cuerpo empiezan a sentirse pesados y, al cabo de poco tiempo, nos quedamos dormidos. Aunque nuestros cuerpos y mentes pueden sentirse tranquilos durante este proceso, nuestros cerebros están ocupados trabajando. Diferentes conjuntos de neuronas se activan para que nuestras ondas cerebrales pasen de la actividad caótica de la vigilia a un ritmo lento y constante. Este ritmo lento y constante indica un sueño profundo no REM. A lo largo de la noche se alternan diferentes ritmos, entre el sueño profundo y el REM, o ciclos de movimientos oculares rápidos.
Durante estos ciclos de sueño, nuestro organismo realiza tareas de mantenimiento, como la reparación del ADN y la eliminación de residuos metabólicos tóxicos. Además, es el momento en que se almacenan los recuerdos. El sueño es crucial no sólo para sentirse descansado por la mañana, sino también para la salud física y psicológica.
Células cerebrales que favorecen el sueño: Acostar al cerebro
Para entender el sueño, es importante comprender la vigilia. Nuestro cerebro segrega una hormona llamada hipocretina a lo largo del día, que es una señal para varias zonas del cerebro de que es hora de estar alerta y despierto. Esta hormona es deficiente en las personas con narcolepsia, un trastorno en el que las personas se quedan dormidas inesperadamente durante el día.
La zona increta es un área del cerebro que se ha relacionado con trastornos tanto del sueño como de la vigilia. En un estudio reciente, los investigadores observaron que las células de la zona increta contenían un elevado número de células que expresaban el gen Lhx6. Esto es significativo porque el gen Lhx6 se activa para suprimir otras neuronas. Los investigadores activaron y desactivaron este gen en las células de la zona increta de dos poblaciones de ratones. Los ratones que tenían estas células activadas experimentaron un aumento del sueño, pareciendo incluso sufrir una forma de narcolepsia. En cambio, los ratones que tenían desactivadas estas células sufrían de insomnio y tenían mayores niveles de hipocretina.
Esta investigación sugiere que las células de la zona increta que expresan el gen Lhx6 son una parte importante del sueño. Desactivan las células que producen hipocretina a lo largo del día, allanando el camino para que nos quedemos dormidos. Cuando estas células no funcionan correctamente, resulta muy difícil conciliar el sueño. A diferencia de muchas otras zonas del cerebro de las que se sabe que afectan al sueño, la zona increta parece afectar tanto al sueño REM como al no REM, lo que sugiere que puede ser un objetivo para futuras terapias del sueño.
Futuras esperanzas de tratamiento
Estos nuevos conocimientos podrían cambiar la forma en que los médicos tratan diversos trastornos del sueño, como el insomnio y la narcolepsia. La supresión de las células de la zona increta podría ser un tratamiento para la narcolepsia, que actualmente sólo puede tratarse con estimulantes. La activación de la zona increta también podría ayudar a los insomnes a conciliar el sueño sin afectar a los ciclos alternantes naturales de sueño profundo y sueño REM. Esto es importante porque los medicamentos actuales para dormir suelen interferir con los ciclos del sueño, de modo que las personas se despiertan sintiéndose cansadas incluso después de haber dormido lo suficiente.
Estos descubrimientos pueden afectar a casi todos los aspectos de la salud de quienes padecen insomnio y otros trastornos del sueño. Las personas que sufren trastornos del sueño no sólo se sienten cansadas. También sufren problemas de memoria, motivación y cognición. Corren un mayor riesgo de padecer cardiopatías, diabetes y una serie de enfermedades potencialmente mortales. El sueño es importante para casi todos los aspectos de la salud física y mental.
Cómo conseguir el sueño de calidad que necesita
Dado que esta investigación es muy reciente, es posible que pasen años o décadas antes de que se pongan a disposición del público terapias dirigidas a la zona increta. Sin embargo, las personas que padecen insomnio pueden aumentar la duración y la calidad de su sueño de varias maneras. Por ejemplo
- reducir la luz en la hora anterior a acostarse
- reservar el dormitorio sólo para el sexo y el sueño, en lugar de la televisión, el estudio y otras actividades
- acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana
- evitar la cafeína, el alcohol y otras drogas que afectan al sueño
- tomar un suplemento de melatonina antes de acostarse
El sueño parece ser más complicado de lo que los investigadores podían imaginar hace tan sólo una década. Hay varias partes del cerebro que coordinan las señales externas y realizan diferentes tareas esenciales para conciliar el sueño y permanecer dormido. Comprender mejor estos procesos y su funcionamiento conjunto podría pronto permitirnos tratar a las personas que tienen dificultades para descansar lo necesario.