Hoy en día, cada vez son más las personas que confían en los viajes en avión para ir de vacaciones, por trabajo y demás. De hecho, los estudios estiman que más de 849 millones de personas vuelan cada año sólo en Estados Unidos, con cifras que alcanzan la asombrosa cifra de 4.600 millones anuales en todo el mundo. Aunque esta movilidad sin precedentes tiene ventajas evidentes, también presenta algunos inconvenientes. Aunque volar es cómodo y a menudo asequible, puede causar estragos en nuestro cuerpo. El ser humano no está hecho para atravesar husos horarios en unas pocas horas. Como consecuencia, el jet lag, fenómeno en el que las personas sufren consecuencias negativas debido a cambios en el ritmo circadiano, se está convirtiendo en un importante problema de salud.
Aunque adelantar o retrasar los relojes internos en un corto periodo de tiempo puede ser un reto, es necesario para aprovechar al máximo el viaje y mantenerse sano. El ajuste del ritmo circadiano suele empezar por dormir un poco mientras se viaja a la nueva zona horaria. Sin embargo, muchas personas tienen dificultades para saber cómo dormir en un avión.
¿Por qué dormir en un avión?
Uno de los consejos más eficaces para hacer frente al jet lag es intentar prevenirlo desde el principio. Los expertos recomiendan a quienes planean viajar a través de zonas horarias que acerquen su hora de acostarse y levantarse a la de su destino durante varios días antes de partir. Como los vuelos suelen ser a altas horas de la noche o a primera hora de la mañana, a menudo es necesario dormir durante el trayecto.
Además, viajar conlleva una amplia gama de tensiones físicas y mentales. Estas tensiones afectan al organismo, por lo que es necesario dormir más para sentirse y rendir al máximo. Dormir es importante, especialmente con el estrés añadido de viajar. Dormir en el avión suele ser el primer paso para evitar el jet lag y otros problemas de sueño que conllevan los viajes.
A continuación, hemos recopilado cuatro de las mejores maneras de maximizar sus posibilidades de dormir durante su próximo vuelo largo.
1. Elija los billetes adecuados.
La mayoría de nosotros no podemos permitirnos uno de los asientos reclinables de primera clase. Sin embargo, hay formas de elegir un asiento más cómodo para volar. Cuando sea posible, elija un asiento cerca de la ventanilla. Así evitará tener que levantarse repetidamente cuando sus compañeros de viaje quieran acceder al pasillo. Un asiento de ventanilla también le proporcionará una pared lateral contra la que apoyar la cabeza. Mantenga la persiana cerrada para que no le dé el sol.
Además, evite los asientos más ruidosos del avión. Por ejemplo, los situados sobre el mamparo o cerca de los aseos. Evite los pasillos de salida, ya que estos asientos no suelen ser reclinables.
Si cree que dormirá mejor por la noche, adquiera billetes de avión con ojos rojos. De este modo, podrá bajar del avión bien descansado y empezar a vivir inmediatamente con su nuevo horario.
2. 2. Vístase para dormir bien.
Hubo un tiempo en que la gente se arreglaba para viajar. En los tiempos modernos, sin embargo, los expertos recomiendan llevar la ropa más cómoda posible. Vístase con ropa suave y muchas capas para mantener una temperatura agradable. Lleve una almohada para el cuello y una manta para crear ambiente. A muchas personas también les vienen bien unos tapones para los oídos o unos auriculares con cancelación de ruido, así como un antifaz para dormir.
Si su vuelo dura más de unas horas, considere la posibilidad de llevar medias de compresión. Estas reducirán sus posibilidades de desarrollar coágulos de sangre mientras esté temporalmente inmovilizado.
3. Ajuste los horarios de las comidas.
Aunque a menudo se pasa por alto, ajustar los horarios de las comidas es una de las formas más poderosas de dar un empujón a su ritmo circadiano. Varios días antes del viaje, empiece a comer a la misma hora que lo hará en su nuevo destino. Continúe haciéndolo durante todo el vuelo.
Para ello, puede ser necesario planificar con antelación y llevar comida. También puede ser necesario saltarse cualquier tentempié que le ofrezcan los auxiliares de vuelo. Independientemente de cuándo esté prevista su próxima comida, coma un pequeño tentempié saludable antes de subir al avión. Esto asegurará que los retortijones de hambre no te despierten.
4. Controle la exposición a la luz.
La luz es una señal de vigilia para el cerebro, que estimula la liberación de hormonas energéticas como el cortisol. Evitar la luz es una de las formas más eficaces de estimular el sueño.
Apagar las pantallas reducirá la luz ambiental en tu entorno. Además, atenúe las luces superiores. Utilice un antifaz para dormir si el avión está demasiado iluminado para conciliar el sueño. Una vez que haya aterrizado, haga exactamente lo contrario. Rodéese de tanta luz natural como sea posible para ayudarle a despertarse.
Aunque los expertos no recomiendan el uso de alcohol o somníferos para conciliar el sueño durante los viajes, la melatonina es una sugerencia habitual. El cuerpo libera melatonina de forma natural para ayudarle a conciliar el sueño. Un suplemento puede ser muy útil para garantizarle el descanso que necesita.
Estos consejos le ayudarán a aumentar sus posibilidades de dormir durante un largo viaje en avión. Sin embargo, no existen garantías. En última instancia, la mayoría de las personas necesitarán mucha práctica para averiguar cómo pueden conseguir el sueño que necesitan mientras viajan.