El sueño y la inflamación están estrechamente relacionados en numerosos estudios de investigación médica, lo que demuestra la compleja relación que existe entre ambos. Una alteración en los patrones de sueño puede a menudo ser el origen de una inflamación crónica en el organismo. A la inversa, numerosos estudios han demostrado que las alteraciones regulares del sueño se asocian a un mayor riesgo de ciertos marcadores que conducen a la inflamación. Esto es lo que necesita saber sobre la inflamación y cómo sus patrones de sueño pueden afectar a su salud en general.
¿Qué es la inflamación?
Antes de entender cómo se relacionan los patrones de sueño con la inflamación excesiva, es importante comprender cómo funciona esta respuesta biológica natural. Cuando el sistema inmunitario se enfrenta a patógenos dañinos, toxinas, infecciones o lesiones, su respuesta natural es contraatacar para eliminar la amenaza. Esto puede incluir la liberación de proteínas y/o anticuerpos, así como un aumento de la circulación en la zona afectada; lo que conocemos como «inflamación».
La inflamación que se produce en respuesta a un acontecimiento agudo, como una enfermedad o una lesión física, no es peligrosa. De hecho, es una respuesta protectora generalmente bien afinada, diseñada para proteger las funciones básicas del organismo. Los signos más comunes de inflamación aguda son fiebre, hinchazón y fatiga.
Sin embargo, cuando la inflamación se produce con demasiada frecuencia o dura mucho tiempo, puede causar estragos en todo el organismo. La inflamación crónica puede ser el resultado de diversos factores, como infecciones no tratadas, trastornos autoinmunitarios, exposición a toxinas ambientales, consumo excesivo de alcohol o nicotina, obesidad e incluso estrés, y puede provocar numerosos problemas de salud.
Explorando el vínculo entre sueño e inflamación
La importancia del sueño y la función de la inflamación en el organismo han sido dos de los temas de salud más estudiados en los últimos años. Ambos complicados procesos están estrechamente relacionados con las perspectivas de salud de un individuo. Aunque todavía queda mucho por aprender, una cosa que los científicos sí saben es que el sistema inmunitario del organismo, el proceso de inflamación y los patrones de sueño comparten el mismo regulador.
Los patrones de sueño están controlados por el ritmo circadiano natural. A su vez, este reloj corporal influye en las hormonas y otras funciones que regulan los ciclos de sueño y vigilia. Está ampliamente reconocido que tanto dormir demasiado como dormir muy poco puede hacer que el cuerpo se inflame más allá de los niveles saludables. Una sola noche de descanso insuficiente puede provocar un pico de inflamación en el organismo. Si bien esto no es peligroso si se trata de un hecho aislado, un patrón de sueño interrumpido casi con seguridad causará graves problemas de salud, tanto a corto plazo como en el futuro.
Por eso, la mayoría de los expertos en sueño recomiendan que los adultos sanos duerman entre siete y nueve horas por noche. Encontrar el equilibrio entre el sueño insuficiente y el sueño excesivo le garantizará que está haciendo todo lo posible para prevenir la inflamación crónica.
La inflamación crónica está relacionada con varias enfermedades graves
¿Por qué es un problema la inflamación crónica? El motivo es que la inflamación continua está relacionada con diversas enfermedades que pueden afectar gravemente a la salud y el bienestar general. Todas estas afecciones se han asociado a la respuesta inflamatoria natural del organismo, que durante un periodo prolongado de tiempo puede provocar daños en células, órganos y tejidos por lo demás sanos. Estas son algunas de las enfermedades que pueden estar relacionadas con la inflamación crónica.
- obesidad
- asma
- cáncer
- cardiopatías
- diabetes tipo 2
- artritis reumatoide
- enfermedades neurodegenerativas
Por ejemplo, un nuevo estudio de la Universidad de Cal-Berkeley ha arrojado luz sobre cómo las alteraciones en los patrones de sueño pueden conducir a la acumulación de placa de grasa arterial en las arterias. Esta afección, conocida médicamente como aterosclerosis, es precursora de enfermedades cardiacas potencialmente mortales. Los resultados de este estudio se publicaron en la revista PLOS Biology a principios de este año.
En este estudio, los investigadores descubrieron que el sueño fragmentado es un factor de riesgo clave en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Los autores del estudio también fueron claros al señalar que las implicaciones del sueño interrumpido tienen efectos de largo alcance sobre la salud en general, más allá del vínculo cardiovascular.
¿Cómo se puede tratar la inflamación crónica?
Aunque la inflamación es una parte normal del proceso de curación, no es saludable lidiar con ella de forma regular. Es importante tomar medidas para controlar la inflamación crónica para que no desencadene problemas de salud a largo plazo.
Hay muchas formas de controlar la inflamación crónica, como el uso de esteroides y antiinflamatorios no esteroideos (AINE) de venta libre, como la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno.
Además, se ha demostrado que ciertos nutrientes reducen los niveles de inflamación en el organismo. Si su objetivo es controlar la inflamación, tomar suplementos de aceite de pescado y ácido alfa lipoico puede ser una buena decisión. Las especias como el jengibre, el ajo y la pimienta de cayena también pueden reducir los niveles de inflamación si las incluyes en tu dieta habitual.
A medida que se revelan más pruebas que relacionan el sueño y la inflamación, queda cada vez más claro que tanto la calidad como la cantidad de su sueño están directamente relacionadas con su salud y bienestar. No ignore este amplio corpus de investigación que sigue demostrando una conexión aún mayor entre la falta de sueño en general y los niveles poco saludables de inflamación.