Una nueva investigación sobre los efectos del trabajo nocturno ha descubierto que el trabajo por turnos perjudica a las enfermeras de diversas maneras, afectando no sólo a su propio bienestar, sino también a su capacidad para atender a los pacientes.
El trabajo nocturno perjudica a las enfermeras al inhibir el ritmo circadiano
Investigadores de la Universidad de Alabama realizaron un estudio reciente para determinar cómo afecta el trabajo por turnos a las enfermeras. El estudio incluyó un grupo de enfermeras con turnos de noche y un grupo de enfermeras asignadas a turnos de día para ver cómo los diferentes horarios de trabajo afectaban a la salud y el rendimiento de las enfermeras.
Durante un periodo de nueve días, los investigadores evaluaron la temperatura corporal central de todas las enfermeras, así como el funcionamiento de su actividad locomotora. Además, se midieron los niveles de melatonina y cortisol. El cortisol es una hormona del estrés, mientras que la melatonina es la hormona que utiliza el cuerpo para regular la vigilia y la somnolencia.
Al evaluar los datos, el equipo de investigación descubrió que la temperatura corporal central, la actividad locomotora y los niveles de cortisol y melatonina se veían afectados en las enfermeras del turno de noche. En conjunto, estos resultados sugerían que el ritmo circadiano se veía afectado negativamente cuando se alteraban los patrones habituales de sueño nocturno de las enfermeras del turno de noche, que reanudaban en sus días libres. Dado que las enfermeras del turno de día y las del turno de noche seguían pautas de vida similares en sus días libres, la alteración del ritmo circadiano que presentaban las enfermeras del turno de noche se repetía cada semana.
Esto es importante porque el ritmo circadiano influye en varias funciones biológicas, incluida la distribución hormonal. Cuando el ritmo circadiano se ve alterado, la capacidad del individuo para mantenerse despierto y alerta puede verse comprometida. Lo contrario también es cierto: Un ritmo circadiano alterado puede causar dificultades para conciliar el sueño, ya que las enfermeras del turno de noche intentan descansar durante las horas diurnas.
Más efectos adversos para la salud derivados del trabajo en turno de noche
La alteración del ritmo circadiano también puede afectar en mayor medida a la salud. Las personas que trabajan en turnos nocturnos han demostrado una mayor probabilidad de desarrollar diversas afecciones médicas, como una mayor propensión a contraer determinados tipos de cáncer. Las enfermedades cardiacas, los problemas gastrointestinales y las úlceras, la obesidad y los problemas metabólicos también son comunes entre quienes trabajan en turnos de noche.
Estos mayores riesgos para la salud pueden tener algo que ver con los mayores niveles de triglicéridos que presentan los empleados del turno de noche en comparación con los del turno de día. Los niveles elevados de triglicéridos son en parte responsables de la hipertensión arterial, los altos niveles de glucosa en sangre y el exceso de grasa intestinal. Las dietas más pobres que consumen la mayoría de los trabajadores del turno de noche sólo sirven para agravar estos riesgos para la salud.
También se han realizado investigaciones que relacionan la exposición a la luz artificial a altas horas de la noche con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. En un estudio de 2012, hasta el 4,5% de los diagnósticos terminales de cáncer de mama se relacionaron con el trabajo en turno de noche y la exposición a la luz nocturna. Otras investigaciones sugirieron que los riesgos eran aún mayores para las mujeres que trabajaban en turnos nocturnos rotativos o turnos alternos de 12 horas. Los riesgos de desarrollar cáncer de mama para las enfermeras que trabajaban en turnos irregulares aumentaban cuando permanecían en estos horarios durante cuatro o cinco años o más.
Algunos estudios han descubierto que la salud emocional también se ve afectada por el trabajo en turnos nocturnos. Las mujeres que trabajan en turnos nocturnos tienen más probabilidades de desarrollar depresión que las enfermeras de turno diurno, lo que sugiere que el trabajo en turnos nocturnos perjudica psicológicamente a las enfermeras. Debido a sus horarios irregulares, las enfermeras del turno de noche también tienden a ser menos sociables que las del turno de día. Esto puede conducir a sentimientos de aislamiento, que pueden promover episodios depresivos más graves. Trabajar en un horario nocturno es más probable que haga que las enfermeras se sientan desconectadas de sus seres queridos, lo que aumenta el riesgo de que pierdan el contacto con amigos, parejas e hijos.
El trabajo en turno de noche aumenta la probabilidad de cometer errores de enfermería
Además de los peligros para la salud física y emocional que supone el trabajo por turnos, otro estudio reciente descubrió que la calidad del trabajo se resentía en los trabajadores del turno de noche. Se descubrió que las enfermeras que trabajaban en turno de noche cometían errores en la administración de medicamentos con más frecuencia que las del turno de día. Un ritmo circadiano alterado puede hacer que las enfermeras del turno de noche se sientan fatigadas y ansiosas, además de inducirles episodios depresivos más frecuentes. Estas emociones negativas pueden distraer la atención y hacer que las enfermeras del turno de noche cometan errores con más frecuencia.
Según este estudio, realizado en el Centro Oncológico Egipcio de la Universidad de Mansoura, las enfermeras del turno de noche administraron medicación a horas equivocadas el 23,1 por ciento de las veces. Administraron los medicamentos equivocados con la misma tasa de error. Cuando se les preguntó por la frecuencia de los errores, más de la mitad de las enfermeras culparon a la falta de sueño suficiente. El equipo de investigación también detectó una mayor tasa de depresión entre las enfermeras responsables de cometer los errores.
Las tasas de depresión y de errores de medicación eran más elevadas entre las enfermeras que trabajaban en turnos irregulares. Las enfermeras que trabajaban al menos cuatro turnos nocturnos a la semana eran las más propensas a cometer errores de medicación y a sufrir depresión. Además, los investigadores hallaron correlaciones que sugerían que las enfermeras que tomaban medicación para dormir a fin de compensar su trabajo en turnos irregulares eran más propensas a sufrir fatiga general y depresión. Dado que la depresión y la fatiga estaban estrechamente relacionadas con los errores de medicación en el trabajo, los investigadores concluyeron que la medicación para dormir agravaba el problema.
Mejor apoyo para las enfermeras
Los exhaustivos resultados de estos estudios recientes indican que es preciso reevaluar los horarios de las enfermeras. Cuando los hospitales encuentren la forma de ofrecer mejores oportunidades para un sueño de calidad y permitan a sus enfermeras trabajar en horarios más regulares, la salud y el rendimiento de sus enfermeras mejorarán. Puesto que no se puede subestimar la importancia del ritmo circadiano en la salud física y mental, ayudar a las enfermeras a mantener un equilibrio adecuado las mantendrá más sanas, felices y despiertas.