Prácticamente cada día sabemos más cosas sobre el nuevo coronavirus, o COVID-19. Antes simplemente reconocida como una de las principales causas del resfriado común, el coronavirus es ahora la enfermedad más temida del planeta debido a sus complicaciones potencialmente mortales. Mientras que muchas enfermedades tienen efectos graves en los niños, el nuevo coronavirus parece prácticamente saltárselos por completo. Varios estudios sobre el COVID-19 en niños sugieren que la melatonina puede ser parte de la respuesta a esta interesante propagación demográfica.
Factores de riesgo de complicaciones mortales
Aunque cualquiera puede contraer el COVID-19, existen enormes diferencias en la forma en que los distintos grupos demográficos afrontan la enfermedad. Muchas de ellas son predecibles. Las personas que padecen enfermedades crónicas, especialmente antecedentes de enfermedad pulmonar, parecen estar especialmente en riesgo. Además, padecer una enfermedad que comprometa el sistema inmunitario aumenta el riesgo.
La edad parece ser un factor de riesgo especialmente importante cuando se trata de enfermar gravemente o incluso morir a causa de COVID-19. Los niños, incluidos los bebés, parecen contraer con mayor frecuencia una forma muy leve de este tipo de coronavirus, presentando síntomas leves de resfriado o ningún síntoma en absoluto.
A medida que aumenta la edad de los pacientes, la gravedad de la enfermedad empeora. Las personas mayores son las que tienen más probabilidades de sufrir complicaciones, incluidas las potencialmente mortales, como insuficiencia respiratoria y cardiaca. Sin embargo, incluso los adultos jóvenes sin factores de riesgo conocidos tienen más probabilidades de desarrollar complicaciones que un niño pequeño.
Preguntas sobre COVID-19 en niños
En la mayoría de las pandemias, los lactantes y los niños corren un riesgo especial. Tienen sistemas inmunitarios poco desarrollados que no son tan eficaces para combatir la enfermedad. Además, su pequeño tamaño puede jugar en su contra, dejándoles en mayor riesgo de deshidratación y otras complicaciones. Por último, los niños suelen estar expuestos a gérmenes con más frecuencia que los adultos. Son menos cuidadosos con el lavado de manos y pueden contraer fácilmente enfermedades infecciosas en las escuelas y durante el juego.
Estos factores parecen exponer a los niños a un mayor riesgo de desarrollar complicaciones derivadas de la COVID-19. Sin embargo, los niños parecen estar en su mayoría a salvo de esta nueva enfermedad, desarrollando síntomas leves si los hay. Sólo un puñado de niños ha desarrollado algún tipo de dolencia por esta enfermedad.
Esta confusa situación es objeto de interés para muchos investigadores que estudian el nuevo coronavirus. La interacción entre la melatonina y la respuesta inmunitaria de nuestro organismo al COVID-19 podría ser parte de la razón por la que los niños se están salvando.
La melatonina y el nuevo coronavirus
La melatonina puede ser una ayuda importante en la lucha contra el COVID-19, e incluso podría convertirse en un posible tratamiento futuro. Una nueva investigación ha descubierto que la melatonina reduce la actividad de unas moléculas denominadas inflamasomas, que intervienen en la creación de un estado inmunitario conocido como tormenta de citocinas.
Una tormenta de citoquinas es una reacción inmunitaria exagerada que provoca inflamación en todo el cuerpo. Es la causa de la insuficiencia orgánica, sobre todo respiratoria, asociada al coronavirus. Varios estudios han encontrado que los altos niveles de melatonina se asocian con una menor mortalidad por COVID-19.
Esto es significativo porque nuestros niveles de melatonina disminuyen a medida que envejecemos. Aunque los bebés y los niños producen altos niveles de esta hormona del sueño, incluso los adultos jóvenes producen una cantidad significativamente menor. Esto se debe probablemente a la mayor necesidad de sueño de sus cuerpos en rápido crecimiento. La disminución de los niveles de melatonina no sólo afecta a nuestra capacidad para dormir bien a medida que envejecemos, sino también a nuestra salud en general.
Los altos niveles de melatonina pueden estar protegiendo a nuestros hijos de la COVID-19. ¿Podrían los adultos obtener el mismo beneficio de un suplemento o a través de algún otro medio de elevar los niveles de melatonina? Aunque todavía queda mucho por estudiar, mantener altos los niveles de melatonina puede darle más posibilidades de superar esta pandemia con su salud y su vida preservadas.
¿Está usted protegido?
Aunque nuestros niveles de melatonina disminuyen de forma natural a lo largo de la vida, muchas personas tienen niveles crónicamente bajos debido a factores relacionados con su estilo de vida. La exposición a la luz por la noche, por ejemplo, puede provocar una menor producción de melatonina y problemas asociados con el ritmo circadiano.
Incluso algo tan simple como trabajar ocasionalmente en un turno de noche o leer por la tarde desde una pantalla puede reducir los niveles de melatonina lo suficiente como para afectar tanto al sueño como al riesgo de complicaciones derivadas del nuevo coronavirus.
Sin embargo, hay muchas formas naturales de mantener altos los niveles de melatonina. Exponerse a una luz natural brillante a lo largo del día seguida de una oscuridad total antes de la noche parece favorecer una producción elevada de melatonina. Mantener un ciclo regular de sueño-vigilia, acostándose y levantándose a la misma hora todos los días, también puede aumentar los niveles de melatonina. También existen suplementos naturales de melatonina que pueden asegurar que usted está recibiendo la cantidad suficiente de esta hormona necesaria para un buen sueño y una alta inmunidad.
Décadas de investigación han demostrado que mantener un ritmo circadiano saludable es crucial para el bienestar durante toda la vida. La melatonina, la hormona del sueño, parece ser especialmente importante para la salud. Con nuevas investigaciones que demuestran que la melatonina puede afectar a su sistema inmunológico, nunca ha habido un mejor momento para recuperar su ritmo circadiano.