La medicina moderna avanza a pasos agigantados en la comprensión y el tratamiento de la diabetes. Uno de los avances más interesantes es la relación entre la diabetes, una enfermedad crónica casi epidémica, y el ritmo circadiano. La diabetes es, en esencia, un trastorno del sistema metabólico, un mal funcionamiento del metabolismo de la glucosa que altera el sistema finamente equilibrado que metaboliza los alimentos en el organismo. El ritmo circadiano influye en la sincronización de los procesos del sistema metabólico. Comprender y utilizar esta relación fundamental puede ser una herramienta poderosa para controlar mejor la diabetes.
El ritmo circadiano y el metabolismo
El ritmo circadiano, un ciclo de aproximadamente 24 horas que ha estado con nosotros desde los albores de nuestra especie, gobierna una amplia gama de procesos dentro del cuerpo, incluidos los del sistema metabólico. El ritmo general al que hemos evolucionado, al igual que toda la vida en la Tierra, es el ciclo del día y la noche; uno de los ritmos más antiguos y fundamentales que experimentamos en la vida cotidiana. Como está aprendiendo la ciencia moderna, este ritmo básico tiene un impacto mucho más profundo en nuestra salud y bienestar de lo que se reconocía hasta ahora.
Quizá ese reconocimiento se deba, en parte, a nuestro modo de vida moderno. Al fin y al cabo, con la luz artificial ya no estamos sujetos a los ciclos del día y la noche como antes. Podemos prolongar el día hasta bien entrada la noche, y de hecho lo hacemos, alterando sistemáticamente los ciclos del sueño. Con nuestros modernos estilos de vida urbanos, tendemos a pasar mucho menos tiempo al aire libre con luz natural, una señal ambiental vital para el ritmo circadiano, y somos menos activos físicamente que nuestros antepasados, mucho más agrarios. Todo ello contribuye a alterar los ritmos circadianos y los relojes corporales que regulan la sincronización de nuestros procesos corporales.
Esta alteración se relaciona cada vez más con un mayor riesgo de padecer una amplia gama de enfermedades, incluidos los trastornos metabólicos. Desde un punto de vista estrictamente sistémico, esto es bastante lógico. Los seres humanos estamos formados por sistemas muy complejos y delicadamente equilibrados que funcionan como un todo. Por tanto, es lógico que las alteraciones del sistema puedan provocar enfermedades.
El sistema metabólico, que transforma los alimentos en energía, depende en gran medida de interacciones y reacciones químicas sincronizadas con precisión para funcionar con eficacia. El metabolismo de la glucosa se ve afectado por el ritmo circadiano, lo que influye en la producción de insulina y otros procesos metabólicos.
Cronobiología y control de la diabetes
La cronobiología es el campo científico que estudia los ritmos biológicos. A partir de esta base de conocimientos científicos, la ciencia médica ha desarrollado una comprensión más profunda de las importantes funciones de la sincronización y la regulación del tiempo a través de los ritmos biológicos, los relojes corporales y el ritmo circadiano en la salud y el bienestar generales. La cronobiología y la gestión de la diabetes es uno de los apasionantes potenciales que surgen de este campo de investigación.
La diabetes de tipo 2 está relacionada desde hace tiempo con la obesidad. La obesidad también está relacionada con la alteración del ritmo circadiano. El estilo de vida es un factor que contribuye enormemente a la obesidad y a la alteración del ritmo circadiano. Las alteraciones de los ciclos de sueño y vigilia y de los horarios de las comidas, habituales en los trabajadores por turnos, se han asociado a un mayor riesgo de obesidad y diabetes de tipo 2 en este grupo, junto con otras enfermedades y afecciones crónicas.
El horario de las comidas, junto con el tipo de alimentos ingeridos, puede influir en los ritmos circadianos y los procesos metabólicos, al igual que el horario del ciclo sueño-vigilia. Las investigaciones demuestran que saltarse el desayuno y comer por la noche, especialmente alimentos ricos en grasas y muy procesados, está estrechamente relacionado tanto con la obesidad como con la diabetes de tipo dos. La mala calidad del sueño y las alteraciones del ciclo sueño-vigilia están relacionadas con alteraciones del ritmo circadiano, que influye en la regulación del reloj corporal y en el ritmo del metabolismo, y también se asocia con un mayor riesgo de obesidad y diabetes de tipo 2.
El uso de la información revelada por la cronobiología sobre la importancia de la sincronización para el funcionamiento mecánico del sistema metabólico es muy prometedor para el control de la diabetes. Esto se debe a que permite a la persona trabajar con los ritmos naturales del cuerpo para promover una forma de vida más saludable. Si se trabaja para reducir la alteración del ritmo circadiano mediante una planificación inteligente de los alimentos y los horarios, una mejor higiene del sueño y una exposición a la luz consciente, se puede mejorar el control de la diabetes y la salud en general.
Un mejor ritmo promueve una mejor salud
El sistema metabólico sustenta la salud y la vida misma. Su funcionamiento eficaz se basa en innumerables interacciones químicas sincronizadas con precisión. Las alteraciones de esta sincronización provocan un mayor riesgo de desarrollar trastornos del sistema metabólico, como la diabetes de tipo dos.
Teniendo esto en cuenta, sea proactivo a la hora de proteger su salud y controlar los riesgos de diabetes tomando medidas para mantener un ritmo circadiano saludable. Establezca un horario para dormir, levantarse y comer. Preste atención a su exposición a la luz, asegurándose de realizar actividad física con la luz de la mañana y evitando las luces brillantes y las luces de las pantallas de los dispositivos electrónicos en las dos horas previas a irse a dormir para promover el sueño saludable que necesita su ritmo circadiano.