Sin visión, nos perderíamos muchas experiencias. Tendríamos problemas para navegar por nuestro mundo y desempeñar determinadas profesiones. También perderíamos elementos intangibles de la vista, como ver las caras de nuestros seres queridos o apreciar una obra de arte. Sin embargo, estamos empezando a descubrir que nuestros ojos no sólo son importantes para la vista. Según varios estudios recientes sobre cronobiología y vista, nuestros ojos también contribuyen a ajustar nuestros relojes internos.
Las múltiples funciones del ojo
Nuestros ojos tienen estructuras especializadas conocidas como bastones y conos que perciben los niveles de luz y envían mensajes al cerebro sobre el mundo que nos rodea. Estos mensajes pasan de la retina al cerebro, donde se convierten en lo que percibimos como visión.
Sin embargo, éstas no son las únicas células especializadas del ojo. También tenemos estructuras especializadas que detectan el nivel general de luz, así como la longitud de onda de esta luz. Estas estructuras envían esta información a una zona muy diferente del cerebro, el núcleo supraquiasmático (SCN ) del hipotálamo. Esto ayuda a nuestro cerebro a ajustar y programar nuestros relojes internos para que nuestro horario de sueño refleje el del mundo que nos rodea. Los mensajes sobre la hora del día se envían a todo el cuerpo para que nuestros sistemas orgánicos puedan sincronizarse.
Aunque nuestros ritmos circadianos son innatos, necesitamos alinear nuestros relojes con los del mundo que nos rodea. Nuestros ojos ayudan a mantener sincronizados nuestros relojes internos con nuestros horarios para que podamos vivir lo mejor posible. Además, cada vez hay más pruebas de que, sin un reloj interno bien regulado, corremos un mayor riesgo de padecer diversas enfermedades.
Nuevas investigaciones sobre cronobiología y vista
Está claro que nuestros ojos están hechos para hacer mucho más que ayudarnos a ver. También actúan como una especie de medidor de luz, ayudándonos a ajustar nuestro ritmo circadiano al mundo que nos rodea. Esto es importante porque nuevas investigaciones sugieren que el ritmo circadiano humano no es naturalmente un ritmo de 24 horas.
Por razones que los científicos no acaban de comprender, nuestros cerebros no funcionan de forma natural con un ciclo de sueño-vigilia de 24 horas. Para vivir cómodamente con ese horario, debemos recurrir a señales luminosas que indiquen a nuestro cerebro cómo ajustarse.
¿Cómo se adaptan las personas ciegas o con problemas oculares? Varios estudios sugieren que se trata de un importante problema de salud para las personas con problemas de visión. Más del 70% de las personas con ceguera padecen trastornos del sueño no 24 horas, un trastorno en el que sus ritmos circadianos no coinciden con el día de 24 horas de nuestro planeta.
Desafíos circadianos para las personas con visión reducida
Las personas con ceguera, problemas de visión y otras discapacidades visuales son más propensas a sufrir diversos problemas con sus relojes internos. Las personas con problemas de visión comunes, como la miopía, son aún más propensas a sufrir trastornos circadianos.
La miopía, también conocida como visión corta, es un problema común. Las personas con este trastorno de la vista tienen problemas para ver cosas que están lejos. Casi siempre se corrige con gafas o lentes de contacto. Las tasas de miopía han aumentado considerablemente en las últimas décadas, pero en general no se considera un problema de interés público. Como la miopía se trata casi siempre con unas simples gafas, no se considera un peligro para la salud.
En general, la miopía no se considera un gran problema debido a sus efectos leves y a lo fácil que es tratarla. Sin embargo, varios estudios recientes sugieren que puede afectar a la forma de dormir. Las personas con miopía tienen índices más elevados de melatonina, una hormona que suele asociarse con el sueño. Esto sugiere que sus ojos no desempeñan tan bien su función secundaria de sincronización circadiana. En resumen, debido a la relación entre la cronobiología y la vista, es posible que las personas con este trastorno común de la vista no estén gestionando sus relojes internos tan bien como los demás.
Sueño, reloj y salud
¿Por qué es importante mantener el ritmo circadiano? Cada vez hay más pruebas de que hacerlo es crucial para nuestra salud y bienestar. Las personas con trastornos circadianos son más propensas a desarrollar cáncer, enfermedades metabólicas e incluso infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares a lo largo de su vida. Además, nuestros relojes internos nos ayudan a dormir mejor y, por tanto, a sentirnos mejor en el día a día.
Si padece algún tipo de trastorno de la visión, incluso algo tan simple como la miopía, es posible que necesite un poco de ayuda para mantener sus relojes internos en el buen camino. Considere la posibilidad de adoptar medidas sencillas en su estilo de vida, como recibir mucha luz a lo largo del día o tomar un suplemento de melatonina por la noche. Incluso unos pocos cambios sencillos pueden ayudarle a mantener sus relojes en hora y disfrutar de un horario de sueño bien regulado.