Burnout: la enfermedad de nuestro tiempo
El término Burnout se refiere a un estado de agotamiento físico y emotivo crónico. Quien lo padece se siente sobrecargado, agotado e incapaz de hacer frente a la vida cotidiana. El estilo de vida moderno nos presenta desafíos enormes y nos somete a un estrés cada vez mayor. Cuando esta situación se mantiene de forma constante y duradera, desarrollamos un sentido de exasperación y de tener expectativas excesivas que, en los casos más graves, conduce a un agotamiento nervioso o al burnout. Las mujeres se ven afectadas por esta enfermedad en mayor medida que los hombres. Los síntomas típicos del burnout incluyen una sensación de desesperanza, vacío interior, trastornos del sueño y falta de energía.
También se pueden sufrir: falta de memoria, disminución de la libido, dificultad para concentrarse y una actitud negativa hacia la vida. Bioquímicamente, por la mañana se detecta una disminución de cortisol, la hormona del estrés que alcanza valores más altos por la noche: exactamente lo contrario de lo que debería ser. Además puede producirse una reducción de muchos neurotransmisores tales como la noradrenalina, la adrenalina, la dopamina y la serotonina, así como de otras hormonas específicas.
Síndrome de fatiga crónica
El origen exacto del síndrome de fatiga crónica aún no se conoce. Actualmente todo parece indicar que la causa desencadenante es un proceso de inflamación crónica. Los primeros síntomas de esta enfermedad pueden confundirse con los síntomas de la gripe. Una de las características del síndrome de fatiga crónica es un estado permanente de agotamiento que se produce de repente y en combinación con otros síntomas de malestar general y tiene una duración de seis meses o más. Este síndrome afecta a las mujeres cuatro veces más que a los hombres. Al contrario del cansancio normal, este síndrome se presenta independientemente del estrés a la que estamos sometidos y a vez incluso durante un periodo de descanso. Los síntomas psicológicos más relevantes se manifiestan a través de los trastornos físicos más variados: sudores nocturnos, dolor en las articulaciones, a la garganta y los músculos, problemas gastrointestinales, sensación de opresión, síntomas de la gripe, así como graves limitaciones a nivel de memoria a corto plazo y capacidad de concentración. A diferencia del síndrome de burnout, que se desarrolla lentamente y en un plazo de tiempo más largo, el síndrome de fatiga crónica se presenta de repente en forma de enfermedades físicas no típicas del síndrome de burnout. Los valores en la sangre demuestran parámetros alterados que indican una inflamación crónica. Las deficiencias a nivel de neurotransmisores y/o de hormonas son más difíciles de demostrar, a menos que no esté presente también un estado de depresión.
Mitocondrias: las centrales eléctricas de cada célula, nuestra energía vital
De acuerdo con muchos estudios diferentes, tanto el síndrome de fatiga crónica como el síndrome de burnout están conectados a los actores principales de la producción de energía vital: las mitocondrias. La función primaria de las mitocondrias, presentes en gran número en casi todas nuestras células, es la producción de energía. Cuando no funcionan de modo adecuado, se crea un atasco de energía disponible y las células ya no son capaces de producir los elementos necesarios para el funcionamiento de otras células y de los órganos. Un mal funcionamiento de las mitocondrias puede provocar diferentes síntomas, desde una sensación de debilidad general y de falta de energía hasta problemas funcionales de órganos específicos, cambios de humor y problemas de fertilidad.
Los fitonutrientes tomados en la franja horaria correcta son capaces de equilibrar la sensación de debilidad general y proteger el organismo del síndrome de burnout aumentando el rendimiento energético.
Una deficiencia aguda o crónica de energía requiere un aumento de la eficacia y del número de mitocondrias. Para lograr este aumento, se recomienda tomar por la mañana ciertas sustancias naturales que impulsan especialmente la producción de energía. Durante la fase de regeneración nocturna, en cambio, lo más importante es proteger el organismo de los radicales libres del oxígeno. La sustancia llamada quercetina proporciona una función protectora, además de tener un efecto estimulante que favorece la multiplicación de las mitocondrias en las células.
Tomando estas sustancias bioactivas especiales en la franja horaria más propicia, se puede proporcionar un apoyo cronobiológico a los procesos en curso en las células, reduciendo las consecuencias negativas de la deficiencia de energía causada por el mal funcionamiento de las mitocondrias.
Sustancias eficaces por la mañana (efecto activador):
- NADH
- L-Carnitina
- L-Arginina
- Vitamina B6
- Vitamina C
- Vitamina E
- Omega-3
Sustancias eficaces por la noche (efecto regenerador):
- Glutatión
- Coenzima Q10
- Quercetina
- Resveratrol
- Ginkgo Biloba
- Cinc
- Biotina
- Vitamina B1
- Vitamina B2
- Vitamina B12
- Omega-3
Depresión
Aproximadamente una de cada ocho a diez personas sufre depresión patológica. La depresión a menudo se manifiesta a través de síntomas como: falta de entusiasmo, pensamientos negativos, sensación de desesperación, falta de energía, irritabilidad y estado de ánimo bajo; en los casos peores incluso pueden aflorar pensamientos suicidas. Los síntomas físicos incluyen: somnolencia diurna, insomnio, dolor muscular, trastornos gastrointestinales, dolor de cabeza y otros trastornos sensoriales no especificados. Las personas que sufren de depresión tienen casi siempre trastornos funcionales del sistema de la serotonina. La serotonina es la sustancia neurotrasmisora/mensajera más importante del cuerpo humano y a menudo se define “la hormona de la felicidad”, dado que nuestro bienestar mental está influenciado en gran parte por el nivel de la serotonina. Una deficiencia de serotonina, especialmente en el cerebro, causa un estado de ánimo deprimido y mal humor. La melatonina, la hormona nocturna, se produce durante la noche a partir de la serotonina y por lo tanto, una deficiencia de serotonina puede causar trastornos del sueño.
Con la ayuda de fitonutrientes tomados en la franja horaria más propicia, el estado de depresión puede mejorar significativamente, ya que estas sustancias aumentan el nivel de serotonina en el cerebro, reequilibrando los cambios de humor. Se debe prestar especial atención al hecho de que el nivel de serotonina por la mañana es más alto, mientras que se reduce lentamente durante el día hasta la noche. Es posible restablecer el nivel de serotonina tomando un derivado del aminoácido 5-hidroxitriptófano (5-HTP), es decir la sustancia principal presente en las semillas de la planta curativa Griffonia Simplicifolia. Si el 5-HTP se ingiere y se libera rápidamente en el organismo, el nivel de serotonina también subirá rápidamente, pero no por un período prolongado de tiempo. La ingesta del aminoácido L-Triptófano (presente en la harina de avena, en las habas de soja y en otras proteínas vegetales), en una dosificación que permite una liberación lenta, provoca un aumento lento y más duradero del nivel de serotonina.
Para obtener la máxima eficacia de estos dos aminoácidos, es necesario tomarlos en la dosis correcta y combinados entre ellos: de hecho, su interacción estimula eficazmente la síntesis de la serotonina, especialmente a nivel del sistema nervioso central, a largo plazo y sin provocar efectos colaterales graves. El momento ideal para la administración es la mañana.
Sustancias a tomar por la mañana:
- L-Triptófano
- 5-Http
- Vitamina B3
- Vitamina B6
- Kava Kava
Sustancias a tomar por la noche:
- Hiera de San Juan
- Valeriana
- Ácido γ-aminobutírico (GABA)
- Lúpulo
- Melisa
- Kava Kava
- Lecitina
Concentración y Memoria
Una buena circulación de la sangre es esencial para el funcionamiento cerebral y para una docena de sustancias extremadamente importantes. Nuestras células cerebrales no solo necesitan continuamente oxígeno, sino también y sobre todo sustancias de alto valor nutricional. Solo recientemente se han publicado los resultados de investigaciones que han revelado una verdad sorprendente: a medida que envejecemos, nuestro cerebro requiere un mayor suministro de energía al tiempo que ofrece un rendimiento menor. Afortunadamente, la ciencia que estudia la cronobiología está descubrimiento un número creciente de sustancias que nos ayudan a mantener activas nuestras funciones cognitivas.
Los cambios que se producen en nuestro cerebro se deben a los daños celulares causados por los radicales libres.
Nuestro funcionamiento cerebral depende de una red de células nerviosas y neuronas especialmente susceptibles a los daños oxidativos. Los daños en el interior de estas células conducen a la limitación del funcionamiento, hecho que en una fase inicial se manifiesta con una dificultad para mantener la concentración, pero que más adelante, incluso puede degenerar en la demencia. Sin embargo, ciertos nutrientes específicos pueden luchar contra los radicales libres y proteger la salud de todas nuestras células. Por esta razón, también son capaces de prevenir y combatir las enfermedades neurodegenerativas del cerebro. Si el cerebro no recibe estímulos suficientes, especialmente a medida que se envejece, el número de células y su conexión con la corteza cerebral se reduce, la materia blanca disminuye y se produce una cantidad inferior de neurotransmisores. El resultado no es solo una reducción de la capacidad de concentración, sino también un aumento de las enfermedades cerebrales como la Enfermedad de Alzheimer, entre otras.
La buena noticia es que algunos cambios neurodegenerativos se pueden mejorar significativamente con la ingesta de nutrientes valiosos, como extractos vegetales, vitaminas y oligoelementos. Algunas sustancias han de tomarse preferiblemente por la mañana para conseguir un efecto estimulante sobre los circuitos neuronales. La terapia por la noche, en cambio, tienen sobre todo el propósito de regenerar y fortalecer la memoria a largo plazo.
El objetivo principal de la administración de estas sustancias es la mejora de la circulación sanguínea y de la actividad antioxidante, así como suministrar energía suficiente para los procesos metabólicos que interesan el cerebro, el crecimiento celular, el circuito neuronal y la liberación de neurotransmisores. Además del apoyo cronobiológico ideal, incluso el así llamado “running cerebral” puede contribuir a mejorar y renovar nuestra capacidad de memoria y concentración.
Sustancias eficaces por la mañana (efecto activador):
- Vinpocetina
- Inositol
- Colina
- DMAE
- Huperzina A
- Vitamina E
- NADH
- Coenzima Q10
Sustancias eficaces por la noche (efecto regenerador):
- Vitamina B1
- Vitamina B2
- Vitamina B12
- Ácido Fólico
- Ácido pantoténico
- Ginkgo Biloba
- Acetil-L-Carnitina
- Fosfatidilserina
- Panax-Ginseng