Todos los seres humanos del planeta tienen un ritmo circadiano de 24 horas, o «reloj interno», que se sincroniza aproximadamente con el ciclo día/noche de 24 horas de la Tierra. Sin embargo, sólo en las últimas décadas hemos empezado a descubrir las razones de estos ciclos de sueño y vigilia. Según nuevas investigaciones sobre el sueño y la regeneración de tejidos, nuestros relojes internos desempeñan un papel más complejo en nuestra salud de lo que se imaginaba.
Vínculos entre el sueño y la regeneración de tejidos
La mayoría de las personas nos vamos a dormir porque estamos cansados. Sin embargo, resulta que el sueño desempeña un papel muy importante en la curación y la restauración. Mientras dormimos, nuestro cuerpo repara los tejidos, elimina los desechos metabólicos de todo el día y repara el ADN que ha sufrido estrés oxidativo. Todas las células de nuestro cuerpo se reparan y restauran de alguna manera mientras dormimos. Los tejidos se crean a partir de células madre y se utilizan como andamiaje para nuevos tejidos que sustituirán a los dañados por el estrés del día anterior.
Esta restauración y reparación es especialmente importante en nuestro cerebro. El sueño es esencial para la salud del cerebro, especialmente el sueño REM, cuando el cerebro elimina los residuos. No es de extrañar que cuando nos vemos privados de sueño, nuestra memoria y cognición sean a menudo los primeros lugares donde se notan los efectos del agotamiento.
Varios estudios han sugerido que los mismos genes rigen tanto el ritmo circadiano como la reparación de los tejidos. Por ejemplo, se sabe desde hace tiempo que los genes BMAL1 y CLOCK controlan distintos aspectos del ritmo circadiano. Según nuevos estudios, también son cruciales para la diferenciación de las células madre, que es una parte esencial de la reparación de tejidos.
Genes circadianos y células madre
Un nuevo estudio publicado este mes examina exactamente cómo el sueño puede controlar la reparación de tejidos y otros procesos regenerativos. Antes de quedarnos dormidos, nuestro cuerpo empieza a producir altos niveles de la hormona melatonina. Esto nos da sueño, pero también desencadena la producción de ciertas citoquinas, que son moléculas mensajeras. Estas citoquinas activan los genes circadianos CLOCK y BMAL1, que promueven tanto el comportamiento del sueño como la regeneración de los tejidos. Nuestra temperatura corporal disminuye, lo que a su vez reduce nuestra actividad metabólica para permitir que una mayor parte de nuestra energía se destine a la reparación.
Aunque los investigadores llevan tiempo observando una conexión entre el sueño y la reparación celular, ésta es la primera vez que alguien ofrece detalles sobre el mecanismo que vincula a ambos. La melatonina parece ser el primer paso en el proceso tanto del sueño como de la reparación. También parece tener otras funciones, como agente antiinflamatorio y antioxidante, además de su papel en la regeneración y el sueño.
Regeneración tisular y enfermedad
¿Por qué son tan importantes estos nuevos estudios? Investigaciones recientes indican que la regeneración de los tejidos es la clave de una vida larga y sana. El proceso de envejecimiento se produce como resultado de la interrupción de la regeneración de los tejidos. Enfermedades como las cardiopatías se producen cuando ya no podemos regenerar los tejidos cardiovasculares, mientras que el cáncer aparece cuando el ADN ya no puede repararse. Está claro que es esencial que nuestras células tengan tiempo para reconstruir tanto el ADN dañado como los tejidos dañados. El sueño parece ser ese tiempo.
Este vínculo entre el sueño y la regeneración celular ayuda a explicar la relación conocida desde hace tiempo entre el sueño y el riesgo de enfermedad. Las personas que no duermen lo suficiente corren un mayor riesgo de padecer enfermedades como la diabetes, las cardiopatías o la enfermedad de Alzheimer. Todas ellas pueden estar directamente relacionadas con daños no reparados en tejidos y órganos críticos.
Dormir lo necesario para gozar de buena salud
A pesar de todo lo que sabemos sobre el sueño, todavía no existe una píldora mágica que ayude a las personas a dormir lo que necesitan. Alrededor de un tercio de los adultos sufrirá privación de sueño, insomnio u otro trastorno del sueño este año. Aunque sabemos que dormir es importante, sigue siendo difícil para muchos. Aunque no hay forma de forzar el sueño, las siguientes medidas pueden facilitar la obtención del sueño y la buena salud que desea:
- Tome un suplemento de melatonina antes de acostarse.
- Apague televisores, teléfonos inteligentes y otras pantallas, ya que se ha descubierto que la luz azul impide que el cuerpo produzca importantes hormonas del sueño.
- Acuéstese y levántese a la misma hora todos los días para que su cerebro pueda seguir un horario.
- Evite las actividades estresantes o la lectura antes de acostarse.
- Utilice cortinas opacas u otras cortinas gruesas para evitar que la contaminación lumínica perturbe sutilmente sus ciclos de sueño.
- Utilice un despertador con luces incorporadas para simular el amanecer y ayudarle a despertarse con más suavidad.
Aunque no existe una varita mágica para conciliar el sueño, hay muchos cambios en el estilo de vida que pueden ayudar. Como vemos en cada vez más estudios, el sueño es crucial para un buen bienestar físico y emocional. Puede resultar difícil encontrar tiempo para desconectar el teléfono y el cerebro, pero el esfuerzo se verá recompensado con un menor riesgo de enfermedad y una mejor salud de todo el cuerpo.