¿Podría mantener un ritmo circadiano saludable ayudarle a defenderse de los efectos del envejecimiento? Una nueva investigación ha descubierto un grupo de genes rítmicos relacionados con el envejecimiento.
Muchas personas intentan evitar el envejecimiento con cirugía plástica y otros tratamientos destinados a cambiar los signos externos. Sin embargo, el envejecimiento es un proceso que afecta a todas las células de nuestro cuerpo. Aunque nuestra sociedad siempre está introduciendo nuevas cremas y terapias, parece que mantener un ritmo circadiano saludable es clave para frenar los estragos del tiempo. Un grupo de genes recientemente descubierto, relacionado con el envejecimiento en particular, parece ser el eslabón perdido.
¿Qué causa el envejecimiento?
Aunque todos estamos deseosos de volvernos más sabios, la aparición de arrugas y la pérdida de nuestro vigor juvenil son cosas que muchos desean evitar. Los científicos llevan décadas investigando las causas del envejecimiento y han encontrado varias respuestas. A nivel celular, el envejecimiento parece estar causado por el daño acumulado en nuestras células y su ADN. A lo largo de nuestra vida, nos encontramos con diversas fuentes de daño. Éstas pueden proceder de exposiciones en nuestro entorno, pero los metabolitos de nuestras propias células también son una causa importante. De hecho, el oxígeno es una de las principales fuentes de daños en el ADN, a pesar de que nuestras células lo necesitan para sobrevivir.
Nuestras células disponen de diversos mecanismos de reparación para seguir funcionando incluso ante la exposición constante a elementos dañinos. Sin embargo, con el tiempo estos mecanismos de reparación empiezan a fallar. El resultado es que los daños en el ADN no se reparan y nuestras células se vuelven gradualmente menos funcionales. Esto provoca los numerosos síntomas asociados al envejecimiento, desde una piel que contiene menos colágeno y, por tanto, forma arrugas, hasta un cerebro que necesita más tiempo para recordar información.
¿Existen genes relacionados con el envejecimiento?
Los investigadores llevan tiempo observando que el ritmo circadiano parece estar relacionado con el envejecimiento. Según un estudio reciente, esto puede deberse al papel de un grupo de genes del ritmo circadiano que responden a las células envejecidas o dañadas. Este grupo de genes, denominados genes «cicladores tardíos de la vida», se encarga de mantener nuestros relojes internos, pero también se activa en respuesta al estrés intenso o al envejecimiento. Estos genes gestionan una serie de relojes internos relacionados con los ciclos de sueño-vigilia, los tiempos de alimentación, la reparación celular y otras actividades que ocurren según nuestros ritmos diarios.
Estos genes están activos no sólo en nuestro cerebro, donde parece estar situado el reloj circadiano maestro, sino también en órganos periféricos como el hígado. También parecen contribuir a los cambios que asociamos con el envejecimiento. Se cree que este grupo, formado por unos 25 genes distintos, actúa para proteger el cerebro y el sistema nervioso, pero también puede provocar indirectamente el envejecimiento de diversas maneras, sobre todo en su forma de tratar las proteínas dañadas. Cuando sometemos a nuestro cuerpo a estrés, estos genes se activan para mantener los relojes internos y también pueden acelerar el envejecimiento.
El envejecimiento y el ritmo circadiano
Éste es el primer estudio que identifica genes exactos relacionados con el envejecimiento, pero no el primero que encuentra la relación entre el ritmo circadiano y el envejecimiento. Muchos estudios han observado que, con el paso del tiempo, no sólo envejecemos, sino que se producen cambios significativos en nuestro ciclo sueño-vigilia. Las personas mayores duermen menos y tienen un sueño de menor calidad, al tiempo que observan cambios en la memoria y otros cambios que asociamos a nuestros años dorados. Al mismo tiempo, muchas enfermedades asociadas al envejecimiento, como las cardiopatías, han sido relacionadas por la investigación cronobiológica con el trabajo en turnos nocturnos y otras interferencias con un ritmo circadiano saludable.
Ninguno de nosotros vivirá para siempre, pero la mayoría de las personas desean vivir el mayor tiempo posible y de forma saludable. Dormir lo suficiente y con calidad y procurar mantener un ritmo circadiano saludable y reducir el estrés parece ser una forma muy importante de conservar la juventud y la buena salud. Si está buscando una buena excusa para acostarse un poco más tarde o echarse una merecida siesta por la tarde, estos vínculos entre los genes relacionados con el envejecimiento y el ritmo circadiano pueden ser justo la razón que busca.