Despertarse no provoca una mayor liberación de cortisol, la hormona del estrés. Sin embargo, el cortisol aumenta en las horas previas al despertar como parte de la preparación del cuerpo para el día siguiente, según un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Bristol. El estudio se ha publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.
Despertarse no aumenta la liberación de cortisol
Durante muchos años se ha asumido que despertarse estimula la liberación de la hormona cortisol, un fenómeno conocido como «respuesta del despertar al cortisol» (CAR). Esta respuesta se ha utilizado para estudiar muchas afecciones clínicas, como el TEPT, la depresión, la obesidad y el síndrome de fatiga crónica. Uno de los principales problemas de los estudios que utilizan la CAR es que los protocolos suelen evaluar únicamente las muestras tomadas después de despertarse, y no en el periodo anterior, ya que las mediciones se realizan en la saliva. En consecuencia, los estudios no pueden detectar un cambio en la tasa de secreción de cortisol durante la vigilia.
Para resolver la cuestión crucial de si la secreción de cortisol aumenta realmente después de despertarse, el equipo de investigación de Bristol utilizó un sistema automatizado de muestreo para medir los niveles de cortisol en el tejido de 201 participantes sanos de ambos sexos con edades comprendidas entre los 18 y los 68 años, tanto antes como después de despertarse. Los investigadores descubrieron que despertarse NO conllevaba un aumento de la liberación de cortisol, y no había pruebas de que se produjera un cambio en la tasa de aumento de cortisol en la hora posterior a despertarse en comparación con la hora anterior a despertarse. Esto sugiere que es mucho más probable que los cambios en los niveles de cortisol inmediatamente después de despertarse representen el final del ritmo diario de cortisol, que aumenta en las primeras horas de la mañana y alcanza su punto máximo poco después de la hora habitual de despertarse.
Es importante señalar que el estudio también halló una importante variabilidad interindividual en la concentración absoluta y el ritmo de cambio, así como diferencias en la dinámica, que podrían deberse a la duración y el momento del sueño. Basándose en estos resultados, los investigadores aconsejan precaución a la hora de interpretar las mediciones de cortisol tomadas únicamente en la hora posterior al despertar. Los resultados indican que la causa principal de los cambios en los niveles de cortisol en el momento de despertarse está relacionada principalmente con el ritmo circadiano endógeno del cortisol. Además, los resultados sugieren que si el cortisol está relacionado con la vigilia, es más probable que esté relacionado con factores que contribuyen al inicio de la vigilia que en respuesta a ella.
Relación entre las oleadas nocturnas de cortisol y el sueño
Los ritmos circadianos, los ciclos naturales de 24 horas de los patrones fisiológicos y de comportamiento, son adaptaciones extremadamente importantes a la vida en nuestro planeta con sus variaciones diarias de luz-oscuridad y temperatura. La alteración de estos ritmos contribuye a muchos problemas de salud mental, metabólica, cardiovascular e inmunológica. Comprender el papel de los ritmos del cortisol en muchos de estos problemas es muy importante para que los investigadores entiendan estos trastornos y su posible tratamiento. Stafford Lightman, catedrático de Medicina de la Facultad de Medicina de Bristol: Translational Health Sciences (THS) y uno de los autores principales del estudio, afirmó: ‘Nuestro estudio abre un marco totalmente nuevo para comprender la relación entre los picos nocturnos de cortisol y el sueño y cómo puede alterarse en los trastornos del sueño, la depresión y muchas otras afecciones médicas’.
Según los investigadores, al realizar mediciones tanto antes como después de despertarse, este estudio aporta datos cruciales y muy necesarios sobre la dinámica del cortisol en relación con el sueño y los ritmos endógenos, y también demuestra que conclusiones que se consideran generalmente aceptadas en la comunidad investigadora pueden ser erróneas. El equipo de investigadores sugiere que los futuros estudios sobre los mecanismos de la excitación tras el sueño nocturno y matutino tengan en cuenta los cambios dinámicos en la actividad del eje hipotalámico-hipofisario -el sistema del organismo que regula la respuesta al estrés y la liberación de cortisol-, además del sueño y el comportamiento.