Hubo un tiempo en la historia en que la delgadez era la norma, y tener unos kilos de más se asociaba con la riqueza y la prosperidad. En los tiempos modernos, sin embargo, la mayoría de la gente haría (casi) cualquier cosa por deshacerse de esos kilos de más. Últimamente se ha investigado mucho sobre el horario de las comidas y el ayuno, y se ha descubierto que cuándo se come puede ser tan importante como qué se come. Las investigaciones más recientes sugieren que el horario de las comidas frena el apetito y que limitar el consumo de alimentos a un determinado intervalo de tiempo al principio del día puede ser la clave para no engordar de más.
Nuevas pruebas sugieren que el horario de las comidas frena el apetito
Un nuevo trabajo de investigación publicado en la revista Obesity parece poner en tela de juicio muchas de las suposiciones que teníamos sobre la pérdida de peso y la dieta.
En el estudio, los investigadores analizaron dos grupos de personas que intentaban perder peso. Ambos grupos recibieron las mismas tres comidas diarias. A un grupo se le impuso un programa de alimentación temprana con restricción horaria, en el que realizaban la primera comida a las 8 de la mañana y la última a las 2 de la tarde. Al otro grupo se le impuso un horario menos estricto, con la primera comida a las 8 de la mañana y la última a las 8 de la tarde.
Los investigadores tomaron muestras de sangre y orina durante todo el experimento. El cuarto día, todos los participantes en el estudio se sometieron también a pruebas metabólicas. También se pidió a los participantes que evaluaran su nivel de hambre, saciedad y otras variables subjetivas a lo largo del día.
Al final del experimento, se descubrió que los participantes que comían a una hora temprana restringida tenían mucha menos hambre a lo largo del día. Además, tenían niveles más bajos de grelina, la hormona del hambre, en sangre. También quemaron más grasa a lo largo del experimento.
¿Qué significa esto para las dietas de ayuno?
Las dietas de ayuno y de alimentación restringida en el tiempo están ganando popularidad en la actualidad. Muchas personas creen que estas dietas les ayudan a perder peso sin sentir hambre ni privaciones. Sin embargo, sus detractores sostienen que la pérdida de peso resultante de estas dietas se debe simplemente a que se ingieren menos calorías. Al fin y al cabo, es difícil ingerir en un intervalo de seis u ocho horas tantas calorías como se ingieren normalmente en todo un día.
Este estudio reciente pone en entredicho esa suposición porque ambos grupos de personas comieron el mismo número de calorías. A pesar de ello, el grupo con horarios de comida restringidos declaró tener menos hambre y quemar más grasa.
Otra variable importante en el reciente experimento es el horario exacto de las comidas. Los participantes del grupo con horario restringido comían muy temprano, terminando la última comida a primera hora de la tarde. Se ha demostrado que comer más tarde por la tarde y por la noche tiene varios inconvenientes, por lo que los beneficios exhibidos en el estudio reciente pueden haberse debido simplemente a comer más temprano en el día y no al período de ayuno de 18 horas. Además, comer tarde por la noche puede interferir con el sueño, lo que tiene efectos negativos sobre el ritmo circadiano.
Horarios de las comidas y pérdida de peso: ¿es el momento oportuno la clave?
Este nuevo estudio viene a sumarse a un creciente número de pruebas de que el horario es muy importante en la dieta y la nutrición humanas. Es probable que nuestros antepasados tuvieran periodos regulares de ayuno, ya que había que recolectar o cazar alimentos. En las antiguas sociedades de cazadores-recolectores, los tentempiés a medianoche eran una rareza.
Aunque aún queda mucho por aprender sobre cómo afecta el horario de las comidas a nuestra salud, algunas cosas están claras. En primer lugar, las personas que comen tarde por la noche son más propensas a tener un IMC y un porcentaje de grasa corporal más elevados. Esto puede deberse a alteraciones del ritmo circadiano, que están relacionadas con cambios en el metabolismo.
Muchas personas que utilizan un ayuno intermitente o un horario de comidas restringido optan por situar su horario de comidas más tarde en el día. Sin embargo, existen pruebas fehacientes de que el desayuno es realmente la comida más importante del día. Saltarse el desayuno tiene una serie de efectos negativos, incluyendo el aumento de peso. Si está intentando perder peso mediante una alimentación restringida en el tiempo, las pruebas actuales sugieren que debería elegir las comidas tempranas en lugar de las tardías.
¿Existe un truco para perder peso?
Vivimos en una época de estabilidad sin precedentes en el suministro de alimentos. Sin embargo, los alimentos más baratos y disponibles no siempre son los mejores para nuestra salud o nuestra cintura. Por ello, muchas personas buscan una forma fácil de perder unos kilos.
Aunque un programa de alimentación restringida en el tiempo puede ayudar a frenar el hambre y quemar grasa, no es una dieta milagrosa por sí sola. Seguirás teniendo que comer sólo la cantidad de calorías que necesites y elegir alimentos sanos. No existe ninguna dieta que le ayude a escapar de las consecuencias de una dieta pobre o con un exceso de calorías.
Para muchas personas, el hambre es el mayor obstáculo para perder peso. Si éste es su caso, la mejor opción puede ser un plan de alimentación restringida en el tiempo. Como se ha visto en este nuevo estudio, el horario de tus comidas puede tener un efecto medible sobre el hambre que sientes a lo largo del día. Aunque no se trata de una «bala mágica», esta pequeña ventaja puede ser suficiente para encaminarte hacia la pérdida de peso y una vida más sana.