Aunque los patrones alimentarios irregulares son habituales, especialmente durante el fin de semana, una nueva investigación ha descubierto que desviarse de un horario semanal regular de comidas (lo que se denomina «jet lag alimentario») puede ser fisiológicamente perjudicial e incluso contribuir a un mayor IMC y riesgo de obesidad.
Ésta es sólo otra de las formas en las que se ha descubierto que el horario de las comidas afecta al ritmo circadiano y a la salud en general.
El horario de las comidas y el ritmo circadiano
La mayoría de las personas tienen un horario de comidas basado en su jornada laboral. Esto implica desayunar poco antes de empezar a trabajar, almorzar a una hora determinada y cenar una vez terminada la jornada laboral.
Sin embargo, el fin de semana puede dar al traste con estos planes. Muchos de nosotros nos levantamos más tarde el fin de semana, una práctica que ha demostrado ser destructiva para nuestros ritmos circadianos. A continuación, comemos más tarde a lo largo del día.
Este fenómeno se conoce como «jet lag alimentario», porque nuestros horarios de comida se desplazan a franjas horarias más tardías de lo que nuestro cuerpo está acostumbrado. ¿Podría este patrón habitual de los fines de semana estar afectando a nuestra salud?
Los efectos nocivos para la salud del jet lag alimentario
Un estudio reciente analizó este comportamiento y sus efectos sobre el riesgo para la salud. Los investigadores descubrieron que el 64% de las personas realizan la primera comida del día al menos una hora más tarde los fines de semana que entre semana. Más de una quinta parte come más de dos horas más tarde.
Aunque esto es normal, puede no ser saludable. Las personas que tenían una diferencia de 3,5 horas o más entre las comidas de los días laborables y las de los fines de semana tenían un IMC medio más elevado y más probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad que las personas que comían aproximadamente a la misma hora todos los días de la semana.
Adoptar un horario de comidas saludable
La mayoría de la gente sabe que lo mejor es acostarse y levantarse aproximadamente a la misma hora todos los días. Sin embargo, pocos se dan cuenta de que es importante mantener una coherencia similar en el horario de las comidas, independientemente de si se está trabajando o no. Esto permite que el cuerpo libere hormonas en los momentos en que serán útiles, asegurando la máxima eficacia de la digestión y el metabolismo.
Además, comer es una señal importante para tu ritmo circadiano. Si come a horas diferentes cada día, su ritmo circadiano puede estar recibiendo mensajes confusos sobre la hora. Es importante comer aproximadamente a la misma hora todos los días para que el cuerpo pueda predecir la hora del día. Además, debería considerar la posibilidad de comer de acuerdo con su cronotipo.
Comer según su cronotipo
Todos tenemos un cronotipo u horario interno natural. Algunas personas son alondras matutinas, madrugadoras, mientras que otras son búhos nocturnos. Tu cronotipo está determinado por una compleja mezcla de factores genéticos y de estilo de vida que convergen para crear un horario interno natural único. Por ejemplo, las personas que son alondras matutinas comerán antes que los cronotipos tardíos.
Sea cual sea su cronotipo, es importante mantener el mismo horario de comidas independientemente de si es un día laborable o un fin de semana. No comer con su ritmo natural puede tener efectos muy graves.
Las personas que no comen con su cronotipo tienden a elegir alimentos menos saludables y corren un mayor riesgo de padecer sobrepeso. Además, pueden sufrir trastornos del ritmo circadiano, ya que sus relojes internos se resienten al confundir las señales externas.
¿Qué ritmo es mejor para usted?
Probablemente ya sepa si es usted una persona naturalmente matutina o vespertina. Sin embargo, comer de acuerdo con su horario interno puede ser un reto, ya que la mayoría de las personas no tienen flexibilidad con sus horarios de trabajo para permitirlo. Aunque no pueda vivir de acuerdo con su cronotipo, puede ajustar sus hábitos alimentarios para conseguir la máxima salud.
Si es una persona madrugadora, desayune temprano por la mañana y evite comer tarde por la noche. De este modo, sus comidas estarán en armonía natural con su reloj interno. Los búhos nocturnos, en cambio, no pueden levantarse tan tarde como prefieren sus relojes internos. No obstante, este cronotipo debería comer más tarde por la mañana, quizás esperando incluso hasta el almuerzo para su primera comida importante. Esto permite que su cuerpo se despierte completamente antes de introducir los retos de la comida y la digestión.
Aunque la vida moderna puede dificultar el hecho de comer según el cronotipo y mantener horarios estables e invariables, se trata de medidas importantes para la salud de todo el organismo. Las investigaciones sugieren que estas sencillas medidas podrían marcar una gran diferencia tanto en tu peso como en tu salud a lo largo de toda la vida.