El punto de vista médico tradicional sobre la profundidad del sueño es que puede medirse de forma fiable mediante un electroencefalograma (EEG). El EEG mide las ondas cerebrales y, según el pensamiento médico estándar, las ondas cerebrales lentas son un indicador de sueño profundo. Se suele creer que el sueño de ondas lentas, es decir, el periodo de sueño marcado por ondas cerebrales lentas, también está asociado a la sensación de haber dormido profundamente.
Sin embargo, los resultados de un nuevo estudio, publicado en Current Biology, revelan que puede haber llegado el momento de reevaluar esa posición estándar de «ondas lentas igual a sueño profundo», porque no todo el mundo que experimenta el sueño de ondas lentas tiene la sensación de haber dormido profundamente.
Ciclos de sueño y ondas cerebrales
Una persona que duerme lo suficiente y experimenta una buena calidad de sueño suele pasar por cinco etapas de sueño a lo largo de la noche. Éstas incluyen cuatro etapas de sueño sin movimientos oculares rápidos y un estado de movimientos oculares rápidos (MOR). Las personas que duermen bien suelen pasar por esas cinco etapas cuatro o cinco veces por noche. La cantidad de sueño REM que experimenta una persona durante cada ciclo de las cinco etapas cambia gradualmente a lo largo de la noche, con una mayor concentración de sueño REM y una disminución del sueño no REM dentro de los ciclos a medida que avanza la noche.
La primera fase del sueño no REM suele ser la más ligera, con ondas cerebrales ligeramente más lentas que cuando se está despierto. Le sigue la fase dos, también no REM y un sueño ligero, aunque un poco más profundo que la fase uno. Las ondas cerebrales de esta parte del ciclo están marcadas por lo que se conoce como «ondas en diente de sierra» y picos cortos de actividad cerebral denominados husos de sueño.
Las fases tercera y cuarta del sueño no REM son las fases en las que se observa el sueño profundo de ondas lentas a través del EEG. A continuación viene la fase REM. Durante la fase REM, las ondas cerebrales adquieren un aspecto más parecido al de un cerebro despierto, acelerándose significativamente con respecto a las ondas lentas de las dos fases anteriores.
Para algunos, el sueño de ondas lentas puede no ser profundo
Los investigadores del Hospital Universitario de Lausana descubrieron algo interesante cuando estudiaron a un grupo de 30 personas. Veinte de ellas estaban clasificadas como durmientes normales, lo que significa que suelen dormir bastante bien sin problemas de sueño evidentes o continuos. Las otras diez personas sufrían insomnio. Fue en este grupo de diez en el que los investigadores descubrieron una desconexión en la típica afirmación de que el sueño de ondas lentas, medido por un EEG, se traduce en la experiencia del sueño profundo, lo que significa que uno ha tenido la sensación de haber dormido profundamente.
En el estudio se utilizó el sueño de laboratorio con monitorización EEG, en el que se despertaba a los participantes durante los distintos puntos del ciclo del sueño y se les preguntaba por la calidad del sueño. Se observaron diferencias en la percepción de la calidad del sueño entre los que dormían normalmente y los que padecían insomnio, así como diferencias en los resultados del electroencefalograma de ambos grupos.
Según los resultados del estudio, los durmientes normales decían sentir que sus dos primeras horas de sueño, un periodo no REM, eran las más ligeras. Como era de esperar, los que padecían insomnio dijeron sentirse más despiertos durante esas dos primeras horas.
Sin embargo, los que padecían insomnio también dijeron que tenían la sensación de dormir más ligero durante el sueño REM. Esa fase del sueño, la fase REM, suele ser un periodo de sueño profundo, y las personas que duermen con normalidad afirman que es cuando duermen más profundamente. Los investigadores también observaron que las personas con insomnio a menudo dormían cuando creían estar despiertas.
Los investigadores pueden haber descubierto una razón para esa percepción errónea. Según los datos recogidos a lo largo del estudio, en las personas con insomnio se producía lo que los investigadores denominan una superposición del sueño de ondas lentas y de ondas rápidas.
Como explican los investigadores, esta superposición indica que las personas con insomnio están despiertas y dormidas al mismo tiempo. Así, aunque hayan tenido un sueño de ondas lentas según el electroencefalograma, con esa superposición de sueño de ondas lentas y de ondas rápidas, no tienen la sensación de haber tenido la experiencia reparadora del sueño profundo. Para las personas con insomnio y otros trastornos del sueño, la aparición de ondas cerebrales lentas no siempre indica que se esté produciendo un sueño profundo sin problemas.
Por qué es importante
El sueño profundo es una parte vital del sueño. Es durante esta parte del sueño cuando tienen lugar muchos procesos reparadores tanto en el cerebro como en el cuerpo. Se eliminan las toxinas del cerebro, se reparan y crecen los tejidos y se refuerzan los procesos del sistema inmunitario, lo que pone de manifiesto la importancia del sueño profundo para la salud y el bienestar general. Y estos son sólo algunos de los procesos reparadores que tienen lugar durante este periodo crítico del sueño.
A medida que los investigadores aprendan más sobre la mecánica del sueño y sean capaces de identificar mejor las alteraciones en el proceso del sueño sano, podrán encontrar soluciones específicas a los problemas del sueño.