¿Sobrecansado y poco descansado? Nuevas investigaciones sobre el sueño y el sistema inmunitario sugieren que puede correr un mayor riesgo de enfermar.
Los investigadores en cronobiología saben desde hace tiempo que el sueño puede afectar a la memoria de la información, los hechos y los acontecimientos pasados. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que el sueño también puede afectar a un tipo de memoria muy diferente: la memoria inmunológica.
¿Qué es la memoria inmunológica?
Muchas personas han tenido varicela u otras enfermedades infantiles. Estas enfermedades se asocian a la infancia porque la mayoría de la gente sólo las contrae una vez. La razón de ello, y también de la eficacia de las vacunas, es la memoria inmunitaria a largo plazo.
Cuando una bacteria, virus u otro invasor entra en el organismo, células inmunitarias especializadas lo engullen. Estas células expresan en su superficie partes de la pared celular del invasor, denominadas antígenos. Las células T de memoria se unen a estos macrófagos y reconocen estos antígenos como invasores. En una persona con un sistema inmunitario sano, este tipo de memoria durará toda la vida. Cada vez que este mismo tipo de bacteria o virus entre en su cuerpo, estas células T de memoria reconocerán inmediatamente los antígenos en su superficie celular y estimularán al sistema inmunitario para erradicar al invasor antes de que pueda causar la enfermedad.
El sueño y el sistema inmunitario
Los investigadores han reconocido que el sueño, o la falta del mismo, puede afectar al sistema inmunitario. Aunque se desconoce el mecanismo exacto, la relación es clara. Las personas privadas de sueño tienen más de cuatro veces más probabilidades de contraer el resfriado común cuando se exponen a él, así como la gripe y otras enfermedades infecciosas. Los médicos y científicos no estaban seguros de si esto se debía a un deterioro general de la salud cuando se carece de sueño o si existe un mecanismo concreto.
¿Puede el sueño evitar que se enferme?
La relación entre el sueño y el sistema inmunitario no está clara. Sin embargo, una nueva teoría está arrojando luz sobre un mecanismo del efecto del ritmo circadiano. Nuevas investigaciones sugieren que el sueño profundo, también conocido como sueño de ondas lentas, aumenta el número de células T de memoria en nuestro organismo. Durante meses de sueño regular, esto puede crear un número considerablemente mayor de estas células inmunitarias protectoras. Además, estas células son más eficaces cuando se duerme lo suficiente. Cuando las personas descansan bien, es más probable que las células T de memoria almacenen «información esencial » que les ayudará a identificar mejor los patógenos causantes de enfermedades en el futuro.
Las células T de memoria no son el único componente necesario de un sistema inmunitario sano, por lo que este nuevo descubrimiento no modificará el tratamiento médico en su conjunto. Sin embargo, se trata de una valiosa pista sobre la relación entre el ritmo circadiano y la inmunidad. Esto podría ofrecer un nuevo enfoque para la prevención y el tratamiento de virus y bacterias que mutan con regularidad, ya que las células T de memoria podrían responder mejor a estos invasores cuando estamos bien descansados durante un largo periodo de tiempo. Los investigadores ya están debatiendo la incorporación del sueño a los ensayos de vacunas contra el VIH y otras enfermedades devastadoras.
El sueño es una parte importante de la salud de todo el cuerpo. Un buen descanso nocturno no sólo le hará sentirse mejor, sino que probablemente también le hará estar más sano.