Aunque muchos empleados disfrutan de un horario laboral medio de 9 de la mañana a 5 de la tarde de lunes a viernes, muchos empleos modernos mantienen a la gente trabajando las veinticuatro horas del día en rotaciones, un horario alternativo conocido como trabajo por turnos. Los trabajadores por turnos operan fuera de la rutina general de nueve a cinco, a menudo trabajando hasta tarde, rotando sus horas de una semana a otra o incluso trabajando turnos que continúan hasta el amanecer. Aunque el trabajo por turnos es necesario en muchos sectores, como el transporte, las fuerzas de seguridad y la sanidad, tiene sus pros y sus contras. Uno de los mayores inconvenientes de trabajar en horarios irregulares es que el trabajo por turnos afecta negativamente a nuestros ritmos biológicos. Sigue leyendo para saber cómo.
Trabajo por turnos y trastornos del sueño
Aunque el trabajo por turnos es, en esencia, cualquier horario que se realiza en rotaciones, estas rotaciones pueden adoptar diversas formas.
Turno de noche: El turno de noche describe cualquier turno que requiera trabajar durante la noche, por ejemplo de 9 p.m. a 5 a.m. El turno de noche también se conoce como turno de noche.
Turno partido: En un turno partido, un empleado debe realizar dos turnos distintos en el mismo día para acumular el total de sus horas de trabajo. Por ejemplo, un empleado con turno partido puede trabajar de 7.00 a 11.00 horas y luego volver de 17.00 a 21.00 horas.
Turno rotativo: Un turno rotativo suele comenzar por la tarde y continuar por la noche, por ejemplo, de 15.00 a 23.00 horas.
Turno rotativo: Mientras que otros tipos de turnos de trabajo suelen ser fijos, lo que significa que las horas de inicio y fin no cambian, ni tampoco los días de la semana, en un turno rotativo las horas y los días trabajados pueden variar de una semana a otra.
Uno de los principales contras del trabajo por turnos es que trabajar en horarios no tradicionales que no coinciden con el ciclo natural día/noche de la Tierra puede alterar el ritmo circadiano y provocar problemas de sueño. De hecho, existe un trastorno del sueño específico de los trabajadores por turnos llamado trastorno del sueño por trabajo por turnos, que se produce por la dificultad para adaptarse a un ciclo de sueño-vigilia no tradicional. El trastorno del sueño por turnos puede manifestarse como somnolencia excesiva cuando se está despierto, pero incapacidad para conciliar el sueño o permanecer dormido cuando se desea.
Tomemos, por ejemplo, el caso de un trabajador del turno de noche en una obra de construcción. Como muchos trabajadores por turnos, puede que le resulte difícil dormir durante el día, cuando el descanso es necesario. Entonces, cuando llega el turno de noche, consumen una taza de café tras otra para mantener a raya la presión de la fase REM, con la constante necesidad de dormir acosándoles durante toda la noche.
Basta con que un operador de maquinaria pesada demasiado cansado se quede dormido en su puesto para crear una situación peligrosa. Las exigencias del trabajo obligan a los que trabajan en el turno de noche a seguir adelante mientras su reloj biológico les dice que es hora de dormir. Incluso cuando el turno ha terminado, en el momento en que el trabajador exhausto se pone al volante, la posibilidad de dormitar mientras conduce se convierte también en un peligro para otros conductores desprevenidos.
Aunque los peligros de no dormir lo suficiente están bien documentados desde hace años, muchas personas siguen sin ser conscientes del impacto negativo que tiene dormir hasta tarde en sus ritmos biológicos internos y en su salud en general.
La ciencia de la cronobiología
Situado en el hipotálamo, en una zona denominada núcleo supraquiasmático (SCN), todo ser humano está equipado con un reloj biológico. Este reloj interno rige la sincronización de los ritmos biológicos. Fija el cuerpo en un ciclo de 24 horas que suele ser regular, lo que se conoce como ritmo circadiano.
Cuando una persona no tiene acceso a las señales horarias normales del entorno, como los cambios de luz natural producidos por la posición del sol en un periodo de 24 horas, el ritmo circadiano se ajusta por defecto a un ciclo periódico de aproximadamente 24,3 horas. Los científicos que investigan en el campo de la cronobiología han encontrado recientemente pruebas de factores genéticos que sugieren que la periodicidad del ritmo circadiano de cada individuo es el resultado de la herencia genética.
Además de estudiar el papel de la genética en los ritmos biológicos, una parte importante de los estudios realizados en el campo de la cronobiología se centra en los problemas laborales y patológicos que producen trastornos relacionados con el ritmo biológico.
Cómo afecta negativamente el trabajo por turnos a nuestros ritmos biológicos
Dado que los trabajadores por turnos operan regularmente en un horario que se opone al ritmo circadiano inherente del cuerpo, estas alteraciones se han convertido en una fuente importante de preocupación para los cronobiólogos y otros médicos. Las alteraciones frecuentes de los ritmos normales del cuerpo se han relacionado con una serie de trastornos perjudiciales para la salud, que van desde problemas de sueño a graves afecciones médicas como disfunciones inmunitarias, alteraciones del metabolismo, obesidad, diabetes, trastornos cognitivos y del comportamiento, trastornos digestivos, problemas de fertilidad, trastornos del estado de ánimo y enfermedades cardiovasculares.
También se ha observado que las personas que viajan con frecuencia a través de zonas horarias acaban experimentando muchos resultados indeseables como el jet lag. Esta afección, que se produce cuando el reloj interno del cuerpo se desincroniza con el entorno exterior, produce síntomas de somnolencia, irritabilidad, disminución de la inmunidad e incluso molestias gastrointestinales. Hallazgos recientes también han demostrado que la leve privación de oxígeno que sufren los pasajeros en los vuelos largos también puede provocar una reducción de los niveles máximos nocturnos de melatonina. En consecuencia, los trabajadores por turnos que también vuelan con frecuencia debido a su trabajo podrían tener un mayor riesgo de sufrir trastornos de salud relacionados con el ritmo biológico.
Mejorar las consecuencias para la salud del trabajo por turnos
Para las personas que corren el riesgo de sufrir problemas de salud debido a trastornos del ritmo biológico, como el trastorno del sueño por trabajo por turnos, es necesario cambiar el estilo de vida para ayudar a que el cuerpo y sus ritmos biológicos vuelvan a la normalidad. Aunque el trabajo por turnos suele estar en el centro de los problemas, cambiar a un horario más diurno es un cambio importante en el estilo de vida que mejorará drásticamente los ritmos biológicos de una persona, permitiéndole realinearse con el entorno exterior.
Minimizar la exposición a la luz cuando se regresa a casa tras un turno de noche puede ayudar a evitar que las señales luminosas activen el reloj interno del cuerpo, ayudando a conciliar el sueño más fácilmente. Mantener el dormitorio o la zona de sueño lo más oscura posible y procurar eliminar los ruidos diurnos en el hogar también puede ayudar a conciliar mejor el sueño.
Otra medida importante a tener en cuenta es reducir significativamente o eliminar la cantidad de cafeína de la dieta. La cafeína tiene un efecto estimulante sobre el organismo, lo que hará que éste se sienta despierto cuando debería estar preparándose para dormir. Evitar el ejercicio en las horas previas a acostarse también se recomienda a quienes intentan adquirir el hábito de normalizar sus ritmos biológicos.