Las investigaciones sobre biología circadiana llevan tiempo relacionando el trabajo por turnos con diversos problemas de salud. Un nuevo estudio demuestra que también puede aumentar la gravedad de los accidentes cerebrovasculares, especialmente en los hombres.
Los accidentes cerebrovasculares son una de las principales causas de muerte en Estados Unidos, matando a un estadounidense cada cuatro minutos. También es la principal causa de discapacidad en Estados Unidos. Aunque la medicina moderna ha desarrollado muchos tratamientos para los accidentes cerebrovasculares, no siempre son completamente eficaces. Muchas personas que sufren un ictus viven con secuelas a largo plazo o incluso permanentes. Los expertos consideran que la prevención es la mejor manera de mitigar el enorme coste social de esta enfermedad.
¿Qué es un ictus?
También conocido como accidente cerebrovascular o AVC, un ictus es un acontecimiento que interrumpe el flujo sanguíneo a una parte del cerebro. Sin flujo sanguíneo, las partes afectadas del cerebro empiezan a morir. Hay dos tipos principales de accidentes cerebrovasculares: un ictus isquémico, cuando se obstruye un vaso sanguíneo, y un ictus hemorrágico, cuando se rompen vasos sanguíneos. Los signos son confusión, caída de una mitad de la cara, parálisis parcial del cuerpo, dolor de cabeza intenso, pérdida de visión o audición y cambios en la función neurológica.
Aproximadamente la mitad de los accidentes cerebrovasculares se pueden prevenir, principalmente mediante factores relacionados con el estilo de vida. Hay muchos factores de riesgo que pueden prevenirse o reducirse, como el tabaquismo, la hipertensión, el colesterol alto y la falta de ejercicio. Nuevas investigaciones sugieren que el trabajo por turnos, definido como las horas de trabajo distintas del turno diurno estándar, también puede contribuir a esta enfermedad.
El trabajo por turnos y la gravedad de los accidentes cerebrovasculares
Un nuevo estudio indica que el trabajo por turnos puede aumentar la gravedad de los accidentes cerebrovasculares, sobre todo en los hombres. A un grupo de ratas de laboratorio se les mantuvo con un ciclo estable de luz y oscuridad, mientras que a otro se le sometió a niveles de luz que cambiaban según el día, lo que coincide con la realidad de muchas personas que trabajan en turnos impares. A continuación, se indujeron accidentes cerebrovasculares isquémicos en las ratas. Tras sólo siete semanas de tratamiento, las ratas con un ritmo circadiano irregular eran más propensas a sufrir accidentes cerebrovasculares graves. Tenían más daño cerebral y más efectos en la función motora. La diferencia entre las ratas con un ritmo circadiano normal y las que no lo tenían era aún mayor en los machos.
El problema del trabajo por turnos
Millones de personas en todo el mundo realizan trabajo por turnos, pero no sin un coste. El trabajo por turnos no sólo afecta a la gravedad de los accidentes cerebrovasculares, sino que también aumenta el riesgo de sufrir otros riesgos para la salud. Incluso sin que se produzcan accidentes cerebrovasculares, el trabajo por turnos deteriora la función cognitiva y disminuye la memoria. Aumenta el riesgo de cardiopatías, que en el pasado se han relacionado con el ictus. Trabajar en horas impares también altera la función metabólica, aumentando el riesgo de obesidad, diabetes de tipo 2 y otros trastornos endocrinos.
Ritmo circadiano y salud
¿Cómo pueden afectar las horas que se trabaja a la salud de tantas maneras? Los investigadores han descubierto varias conexiones. Especialmente importante para el riesgo de ictus es la relación entre la hipertensión, el trastorno de la función vascular y un reloj circadiano alterado. Tanto la hipertensión como las enfermedades de los vasos sanguíneos contribuyen en gran medida a la gravedad de un ictus.
Hubo un tiempo en que la mayor parte del mundo se iba a la cama cuando se ponía el sol. Sin embargo, para muchos de nosotros eso se acabó. Aunque la vida moderna exige una cierta cantidad de trabajo por turnos, esto no viene sin un coste tanto para la salud pública como para la personal. Entender cómo afecta el trabajo por turnos a nuestra salud nos ayudará a desarrollar tratamientos que prevengan y traten las consecuencias sanitarias de un ciclo alterado de sueño-vigilia.