Un nuevo estudio ha identificado el gen que podría ser el eslabón perdido entre la falta de sueño y los trastornos metabólicos.
Los científicos saben desde hace tiempo que existe una relación entre la falta de sueño y trastornos del sistema me tabólico como la obesidad y la diabetes de tipo 2. Los estudios indican que algunas personas son más susceptibles a los efectos endocrinos de la falta de sueño. Dado que las personas de determinadas familias son más propensas a sufrir los efectos metabólicos de la falta de sueño, los investigadores sospecharon que existía un componente genético. Un gen recientemente descubierto, llamado translina, es el probable culpable.
Sueño y metabolismo
Existe una relación clara entre el sueño y el metabolismo. La falta de sueño hace que el metabolismo funcione más despacio, que el metabolismo de la glucosa sea más lento, que el crecimiento celular sea más lento y que las personas se muevan más despacio debido a la fatiga. Los trastornos metabólicos también pueden afectar a los hábitos de sueño, ya que tanto la fatiga como el insomnio suelen presentarse como síntomas iniciales de enfermedades como la diabetes y el hipotiroidismo. El metabolismo y los hábitos de sueño están claramente relacionados, pero ¿cómo?
La mosca de la fruta y el sueño
Aunque las moscas de la fruta son muy diferentes de los humanos, a menudo se utilizan como objeto de investigación genética y molecular. Hay varias razones para ello. Su genoma -y, por tanto, su desarrollo- es similar al nuestro, aunque con el tiempo nos convirtamos en organismos muy diferentes. Además, las moscas de la fruta tienen un tiempo de generación corto, por lo que los investigadores pueden rastrear los efectos de los cambios genéticos a lo largo de generaciones en tan sólo unas semanas. Las moscas de la fruta también tienen hábitos de sueño similares a los nuestros, por lo que han sido objeto de un estudio pionero sobre los trastornos del sueño y los hábitos alimentarios.
Cuando las moscas de la fruta perciben que necesitan comida, el gen translin crea proteínas que les ayudan a mantenerse despiertas para poder buscar alimento. En las moscas de la fruta con una mutación de la translina, esta vigilia y el hambre persisten incluso cuando las moscas están bien alimentadas. La translina es un gen muy conservado, lo que significa que animales más complejos, como los humanos, también lo tienen.
¿El huevo o la gallina?
Los investigadores sospechan desde hace tiempo que la falta de sueño provoca trastornos alimentarios y metabólicos. Numerosas investigaciones respaldan esta hipótesis. Aunque esto puede seguir siendo cierto, el nuevo estudio sobre la mosca de la fruta sugiere que existe un tercer factor genético que causa tanto el insomnio como el comer en exceso. Esto es importante porque nuestra capacidad para tratar las mutaciones genéticas crece día a día. Además, es posible que los investigadores puedan identificar las proteínas producidas por la translina y crear un fármaco que contrarreste sus efectos. Una cosa está clara: tanto los humanos como las moscas de la fruta a veces buscan un tentempié en lugar de dormir, lo que provoca aumento de peso y privación de sueño.
Los trastornos del sueño pueden afectar a casi todos los aspectos de nuestra vida, desde nuestros niveles de energía hasta nuestra salud mental e incluso el riesgo cardiovascular. Los trastornos metabólicos pueden tener un impacto de similar alcance en la salud y el bienestar. Este gen aporta nuevos conocimientos sobre ambos tipos de enfermedades, lo que esperamos que permita a las personas recibir el tratamiento que necesitan para llevar una vida feliz, sana y bien descansada.