¿Corre riesgo de sufrir un infarto? Si es así, los estudios sugieren que el primer mes del año es el momento de redoblar los esfuerzos para proteger su salud cardiovascular.
Los infartos de miocardio son la primera causa de muerte en el mundo, lo que los convierte en una de las afecciones médicas más frecuentes y mortales. Aunque se trata de una dolencia frecuente y muy temida, muchas personas no entienden exactamente cómo puede influir el factor tiempo. Nuevas investigaciones están arrojando luz sobre el momento en que se producen los ataques cardiacos, lo que puede permitir a las personas ser más proactivas cuando más importa.
El infarto de miocardio: Un asesino común
La mayoría de la gente reconoce los signos reveladores de un ataque al corazón: dolor torácico intenso que se irradia al brazo izquierdo o a la mandíbula, dificultad para respirar, sensación de presión o malestar en el pecho, fatiga y sudoración. Estos signos suelen significar que una persona está sufriendo un infarto o a punto de sufrirlo, lo que requiere una intervención médica de urgencia como una operación de bypass, un stent u otro procedimiento para detener el daño y restablecer un buen flujo sanguíneo. También llamado infarto de miocardio, el ataque al corazón se produce cuando el corazón sufre daños permanentes por la pérdida de riego sanguíneo. Como todas las células, las células del corazón dependen de las arterias para que les suministren sangre con oxígeno y nutrientes. Las arterias coronarias que perfunden el corazón son muy pequeñas, lo que significa que pueden obstruirse incluso por pequeños coágulos y acumulación de placa.
Cuando una persona sufre un infarto de miocardio, algunas de las células del corazón mueren. Esto significa que el corazón ya no puede bombear sangre a su capacidad anterior, lo que puede poner en peligro todas las células del cuerpo y, en última instancia, nuestras vidas. Aunque la medicina moderna ha aportado muchas formas nuevas de prevenir y tratar los infartos de miocardio, muchas personas siguen muriendo cada año a causa de esta temida enfermedad. Como ocurre con todas las enfermedades humanas, es importante conocer los infartos de miocardio para evitar que se produzcan.
¿Por qué son más probables los infartos de miocardio en enero?
Según una nueva investigación, los infartos de miocardio no siempre se producen al azar. Las personas son más propensas a sufrirlos en los meses de invierno, concretamente en enero. En el primer mes del año se produce un tercio más de episodios cardiovasculares, incluidos infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Esto ocurre incluso en lugares soleados como Los Ángeles.
Se han propuesto varias razones para esta tendencia estacional. La calidad del aire desciende en enero, lo que hace que las personas respiren más humos y se produzcan mayores niveles de inflamación. Además, las personas son más propensas a contraer enfermedades como la gripe, que sobrecargan enormemente el corazón. Es probable que haya otros factores que actualmente se desconocen, pero la tendencia es clara. Si es probable que sufra un episodio cardiovascular, enero es un mes para cuidarse especialmente.
Las mañanas: ¿Un momento peligroso?
Los infartos de miocardio no sólo siguen patrones estacionales, sino también circadianos. Las personas tienden a sufrir más infartos por la mañana. Esto puede deberse en parte a unos niveles más altos de cortisol, pero es probable que también influyan unos niveles más altos de factores de coagulación. A primera hora de la mañana es cuando las proteínas que contribuyen a la coagulación -y, por tanto, a la obstrucción de los vasos coronarios- alcanzan sus niveles más altos. La tensión arterial también tiende a ser más alta por la mañana. Si cree que puede ser propenso a sufrir un infarto, es especialmente importante que controle su medicación para que tenga el máximo efecto en el momento en que su corazón está más en peligro.
El momento oportuno lo es todo en salud
Dado que los infartos de miocardio siguen un ritmo definido, los tratamientos y los medicamentos pueden ser más eficaces si también se programan cuidadosamente. Algunos medicamentos para la tensión arterial tienen más efecto si se toman a última hora de la noche, de modo que la tensión arterial matutina no llegue a ser peligrosa. Del mismo modo, tomar una aspirina por la noche puede evitar la formación de coágulos por la mañana temprano, cuando la medicación tiene más efecto. La práctica de planificar los medicamentos para los momentos en los que tendrán mayor efecto se conoce como cronofarmacología. La cronofarmacología se ha convertido en un estándar en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares y pronto podría ser también una parte importante del tratamiento del cáncer.
Decenas de millones de personas padecen enfermedades cardiovasculares, a menudo controladas con una mezcla de medicamentos y cambios en el estilo de vida. Aunque las personas que han sufrido un infarto de miocardio a menudo pueden vivir con algunos daños en el corazón, la mejor cura sigue siendo la prevención. El momento oportuno para tomar determinados medicamentos destinados a proteger el corazón puede permitir a más personas vivir más tiempo y con mejor salud sin tener que pasar por la experiencia aterradora y potencialmente mortal de sufrir un infarto.