Se ha demostrado que tanto el sueño insuficiente como el de mala calidad afectan a la salud de forma significativa, incluida la salud y el funcionamiento de los sistemas cardiovascular, inmunitario y metabólico. En la última década, los investigadores médicos han aprendido mucho sobre las conexiones entre la falta de sueño y las muertes cardíacas.
Laduración y la calidad del sueño están estrechamente relacionadas con la salud y el funcionamiento del corazón. Para las personas que ya padecen hipertensión, incluso una sola noche de sueño insuficiente o de mala calidad puede tener un impacto mensurable, provocando un aumento de la presión arterial durante el día siguiente.
Relación entre la falta de sueño y las muertes cardíacas
Los problemas de salud relacionados con el corazón se encuentran entre las principales causas de muerte tanto en hombres como en mujeres. Las enfermedades coronarias, por ejemplo, son la primera causa de muerte. También llamada aterosclerosis y a veces denominada endurecimiento de las arterias, este tipo de cardiopatía se asocia a la acumulación de placa en las paredes de las arterias coronarias, lo que provoca un estrechamiento de las mismas que disminuye y puede llegar a interrumpir el flujo de sangre oxigenada al corazón.
Según las investigaciones actuales, existen conexiones entre esta enfermedad y la duración y la calidad del sueño. Una conexión importante es que la interrupción del sueño parece poner en acción una molécula que causa inflamación. Esa inflamación prepara el terreno para la acumulación de placa y el endurecimiento que estrecha las arterias coronarias. Los problemas de sueño también pueden afectar a las personas con cardiopatía coronaria, ya que influyen en la presión arterial, puesto que la falta de sueño se asocia a un aumento de la presión arterial. Este aumento de la presión arterial ejerce una presión adicional sobre unas arterias ya de por sí sobrecargadas.
Desde hace mucho tiempo, los trastornos cardiacos, como los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares, se asocian a un sueño alterado y de mala calidad. Algunos trastornos del sueño, como la apnea obstructiva del sueño y el insomnio, se asocian a diversos problemas cardiacos, como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares e hipertensión. Los investigadores han descubierto que la apnea obstructiva del sueño está relacionada de un modo u otro con la mayoría de las muertes relacionadas con la salud cardiaca. Dormir habitualmente menos de seis horas por noche puede aumentar considerablemente el riesgo de sufrir un infarto.
Además de aumentar la inflamación y la presión arterial, la falta de sueño incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas y acontecimientos adversos de diversas formas más sutiles. El cuerpo humano está formado por varios sistemas que funcionan conjuntamente como un todo unificado. Gran parte de la acción e interacción de estos sistemas implica complejas reacciones e interacciones químicas. Por eso, cuando algo va mal, el impacto no es un hecho aislado, sino que se extiende, y una cosa afecta a otra y a otra. Un ejemplo es cómo la falta de sueño favorece la inflamación que, a su vez, influye en la acumulación de placa.
Los problemas de sueño están relacionados con otros problemas de salud
Durante el sueño tienen lugar muchos procesos reguladores y reparadores. La falta de sueño puede repercutir negativamente en importantes procesos del metabolismo, como el procesamiento de la glucosa, aumentando significativamente los riesgos de obesidad y diabetes, ambos asociados a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. La falta de sueño tiene un impacto negativo en la función del sistema inmunitario de forma similar, en parte, al alterar importantes procesos del sistema inmunitario que tienen lugar durante el sueño. Por ejemplo, es durante el sueño cuando tienen lugar los procesos asociados con el desarrollo de las respuestas del sistema inmunitario adaptativo y la memoria del sistema inmunitario. El sueño desempeña un papel vital en la regulación de la mecánica de funcionamiento del sistema inmunitario, influyendo en las acciones de las células y procesos que combaten las enfermedades.
El sueño interrumpido e insuficiente también afecta a las hormonas, incluido el equilibrio hormonal y el momento de liberación de diversas hormonas, como la insulina, el cortisol y la melatonina. Las hormonas desempeñan un papel fundamental en la salud y el funcionamiento del organismo. Las alteraciones pueden aumentar el riesgo de padecer diversas enfermedades, incluidos algunos tipos de cáncer.