Algunas personas duermen como rocas, mientras que otras son bastante más activas. De hecho, muchas personas hablan, se alteran e incluso se pelean mientras duermen. Esto puede hacer difícil compartir la cama, pero también puede tener efectos más graves. Cada vez son más las investigaciones que sugieren que comportamientos como hablar mientras se duerme pueden estar relacionados con enfermedades neurodegenerativas graves como el Alzheimer y el Parkinson.
Vínculos entre la demencia y los trastornos del sueño
Mientras dormimos, pasamos por diferentes ciclos, moviéndonos entre el sueño REM y el sueño no REM. Durante el sueño REM, nuestro cuerpo se paraliza temporalmente excepto los ojos, que realizan movimientos rápidos y rítmicos. El sueño REM es el momento en el que soñamos y también en el que consolidamos los recuerdos. También se considera una de las partes más reparadoras del ciclo del sueño.
Sin embargo, para algunas personas el sueño REM no es tan reparador. Las personas con trastorno de conducta del sueño REM a menudo no están paralizadas durante esta fase del sueño. Pueden hablar en sueños o representar físicamente sus sueños. Aunque hablar dormido y otros comportamientos durante el sueño pueden ser graciosos o inconvenientes, también pueden predecir enfermedades graves como el Parkinson y el Alzheimer en el futuro.
Este no es el primer estudio que encuentra vínculos entre el sueño y las enfermedades neurodegenerativas. Las personas con Alzheimer tienen trastornos del sueño, incluso mucho antes de que la enfermedad sea lo suficientemente evidente como para ser diagnosticada. De hecho, el insomnio es tanto un síntoma de la enfermedad como un factor de riesgo para desarrollarla. Los médicos creen cada vez más que ciertos trastornos del sueño pueden ser un síntoma de que el cerebro ya ha iniciado un proceso de enfermedad. Además, la falta de sueño parece exacerbar la enfermedad neurodegenerativa, iniciando una espiral de salud descendente que puede ser difícil de detener.
Nuevos vínculos entre la falta de sueño y las enfermedades neurodegenerativas
Los investigadores decidieron examinar más de cerca los cerebros de las personas con trastorno de conducta del sueño REM, o RBD por sus siglas en inglés. Estas personas mostraban signos tempranos de inflamación en las zonas del cerebro productoras de dopamina. Esto es preocupante porque la inflamación del cerebro puede provocar rápidamente daños o la muerte de las neuronas. Y lo que es más preocupante, los pacientes con sueño intranquilo presentaban niveles bajos de dopamina en estas áreas clave. Esto puede mostrar una posible relación con las enfermedades neurodegenerativas, ya que un nivel bajo de dopamina en estos grupos de neuronas es la causa de la enfermedad de Parkinson. Aunque esta enfermedad suele diagnosticarse en torno a los 50-70 años, puede desarrollarse mucho antes. De hecho, el comportamiento inquieto durante el sueño puede ser uno de los primeros signos.
Además, los investigadores no están seguros de si la enfermedad de Parkinson puede retrasarse tratando el RBD y otros trastornos del sueño. Aunque las benzodiacepinas o los medicamentos para dormir pueden a veces ayudar al trastorno, actualmente no hay manera de detenerlo por completo. Las terapias que aumentan la dopamina y los medicamentos antiinflamatorios pueden ser tratamientos potenciales en el futuro, ahora que se conoce esta relación entre la RBD, la inflamación y la dopamina.
¿El huevo o la gallina?
¿Podrían los trastornos del sueño provocar una inflamación que acabe con las neuronas productoras de dopamina? ¿O se trata simplemente de un signo precoz de demencia? Esta investigación sólo muestra una relación, por lo que será necesario estudiar más a fondo la naturaleza de la misma. Sin embargo, las correlaciones entre los trastornos del sueño y las enfermedades neurodegenerativas crecen mes a mes.
La detección y el tratamiento precoces son esenciales para controlar la demencia. En muchos casos, los síntomas pueden retrasarse con las terapias y estrategias médicas adecuadas. En el futuro, las personas con trastornos del sueño podrán someterse a pruebas para detectar estas enfermedades y ser diagnosticadas antes de que se hayan desarrollado síntomas más graves. Esto podría dar a médicos y pacientes una valiosa oportunidad de tratar la enfermedad antes de que haya empezado a interferir con la memoria, el movimiento y la función cognitiva.
Estrategias para afrontar el sueño intranquilo
El sueño es esencial para la salud en muchos aspectos. Desde la salud mental hasta la salud física, pasando por el riesgo de padecer enfermedades en el futuro, una avalancha de nuevas investigaciones ha demostrado que el sueño es más importante para la salud de lo que antes podíamos imaginar. Sin embargo, muchas personas tienen dificultades para dormir lo suficiente. Las siguientes estrategias pueden ayudar a muchas personas a conseguir el descanso que necesitan:
- Dormirse y despertarse a la hora prevista, incluso los fines de semana.
- Hacer mucho ejercicio a lo largo del día, pero no en las horas previas a acostarse.
- Adelgazar, ya que el sobrepeso puede interferir en el sueño y aumentar el riesgo de apnea.
- Evite estimulantes como el tabaco y la cafeína cuatro horas antes de acostarse.
- Apague las pantallas una hora antes de acostarse, ya que la luz puede impedir que el cerebro produzca melatonina.
Los vínculos entre el sueño y la salud no dejan de crecer. Aunque todavía no sabemos mucho sobre la relación entre la demencia y el sueño, sí sabemos que el sueño es importante para la salud a corto y largo plazo. Mantener un ritmo circadiano regulado puede requerir un esfuerzo en el mundo moderno, pero merece la pena.