Aunque la artritis reumatoide causa dolor y rigidez a millones de personas, la medicina moderna tiene pocas respuestas. Los médicos tienen poca idea de quién puede padecer esta enfermedad y también pocas opciones de tratamiento. Actualmente existen varios medicamentos, como el metotrexato y los AINE, que pueden tratar esta enfermedad autoinmune suprimiendo el sistema inmunitario. Sin embargo, deprimen el sistema inmunitario, tienen efectos secundarios graves y no siempre son eficaces. Las nuevas investigaciones sobre la cronobiología de la artritis reumatoide pueden ofrecer nuevos tratamientos e incluso una posible cura para esta dolorosa enfermedad.
¿Qué es la artritis reumatoide?
La artritis reumatoide, o AR, es un trastorno autoinmune común que afecta aproximadamente a uno de cada cien estadounidenses. Con la AR, las personas sufren inflamación de las articulaciones y otros tejidos del cuerpo. Aunque las muñecas, manos y dedos son los más afectados, cualquier tejido puede ser víctima de un ataque autoinmune. Pueden verse afectadas las articulaciones, la piel e incluso órganos como los ojos o los pulmones. Además de dolor e hinchazón en las articulaciones, las personas con artritis reumatoide también pueden sufrir fatiga y rigidez.
Como todas las enfermedades autoinmunes, la artritis reumatoide está causada por un ataque del sistema inmunitario a los tejidos del organismo. Los anticuerpos de la artritis reumatoide suelen atacar la membrana sinovial de las articulaciones, pero pueden hacerlo en cualquier parte del cuerpo. Esto provoca hinchazón, calor, dolor y la liberación de moléculas inflamatorias que dañan el tejido articular. Con el tiempo, el daño puede tener efectos permanentes, dejando las articulaciones y otros tejidos incapaces de un movimiento normal. Uno de los signos distintivos de la artritis reumatoide es que los síntomas empeoran por la mañana temprano y son menos graves por la tarde y la noche. Hasta investigaciones recientes, los médicos no comprendían el mecanismo que subyace a esta cronología.
La importancia de la cronobiología en la artritis reumatoide
Varios estudios previos han demostrado que el sistema inmunitario funciona con un ritmo circadiano característico y también se adhiere a otros relojes biológicos. Según nuevos estudios, estos relojes internos pueden ser importantes tanto en el desarrollo de la artritis reumatoide como en el tratamiento de esta enfermedad. La melatonina y la prolactina, liberadas por la noche como preparación para el sueño, parecen aumentar la actividad del sistema inmunitario. El cortisol, liberado por la mañana temprano, en las horas previas al despertar, parece someter al sistema inmunitario.
¿Cuál es la causa del patrón diario característico de la AR? Los investigadores han descubierto que la inflamación causada por el aumento de la actividad inmunitaria durante la noche es la principal responsable de la rigidez y el dolor matutinos característicos de la artritis reumatoide. Aunque el cortisol reduce la actividad autoinmunitaria, lo hace con la suficiente lentitud como para que el daño autoinmunitario y los síntomas resultantes sean peores por la mañana.
¿Podría la falta de sueño contribuir a las enfermedades crónicas?
La cronobiología también puede ser importante en el desarrollo de la AR y otras enfermedades autoinmunes como el lupus. Varios estudios han relacionado la privación del sueño con el desarrollo de enfermedades autoinmunes, así como con la progresión de los síntomas. Esto parece deberse a la producción de moléculas inflamatorias como las citocinas, que contribuyen a agravar los daños causados por los ataques autoinmunes. Los niveles de citoquinas son manifiestamente más altos en personas y animales que han sido privados de sueño, aunque sea temporalmente.
Dado que los trastornos del sueño son comunes en el mundo moderno, este vínculo podría explicar por qué las enfermedades autoinmunes son cada vez más frecuentes. Actualmente existen varias teorías sobre por qué un número cada vez mayor de personas padece enfermedades autoinmunes. Es muy probable que las causas sean multifactoriales y que la falta de sueño sea uno de los factores que contribuyen a ello. Comprender las posibles causas puede permitir a las personas reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad autoinmune devastadora.
Cronofarmacología: La sincronización de los tratamientos médicos
¿Cómo puede utilizarse en el tratamiento este conocimiento de los relojes que subyacen a los síntomas de la artritis reumatoide? Hay varias aplicaciones prometedoras. En primer lugar, pueden administrarse glucocorticoides a última hora de la noche para complementar el cortisol de primera hora de la mañana y reducir así los síntomas matutinos. También puede ser eficaz administrar medicamentos inmunosupresores como el metotrexato y los AINE a última hora de la noche, ya que así serán más eficaces en los momentos en que los síntomas son más graves. Unos simples cambios en los horarios de toma de los medicamentos pueden tener un efecto enorme tanto en la gravedad de los síntomas como en los daños a largo plazo que sufren muchos pacientes.
No es la primera vez que se descubre que el momento es crucial en el uso de medicamentos para tratar problemas de salud. La medicación para la tensión arterial, por ejemplo, parece ser más eficaz cuando se toma en momentos críticos del día. Del mismo modo, algunos medicamentos para la diabetes son más eficaces para controlar la glucosa en sangre si se toman a determinadas horas del día. La cronofarmacología también ha demostrado su importancia en el tratamiento del cáncer. Programar cuidadosamente los medicamentos y las terapias puede permitir a los pacientes tomar menos medicamentos, reducir los efectos secundarios y obtener mejores resultados.
¿Podría la cronofarmacología ayudar a reducir los síntomas y daños asociados a la artritis reumatoide? Será necesario realizar más estudios. Sin embargo, parece ser una vía de tratamiento prometedora tanto para la artritis reumatoide como para otras enfermedades autoinmunes. La cronobiología y la cronofarmacología podrían ofrecer pronto respuestas a algunas de las enfermedades más graves que afectan a la salud y el bienestar humanos.