Se ha escrito mucho sobre los efectos de la dieta y otros factores del estilo de vida en la diabetes. Sabemos que comer comidas bajas en carbohidratos y menos alimentos procesados puede ser especialmente importante. Sin embargo, se sabe muy poco sobre cómo interactúa el horario de las comidas con la diabetes y otras enfermedades metabólicas. Un estudio reciente sugiere que la mejor dieta para la diabetes es aquella en la que se come en sincronía con el reloj interno.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es uno de los mayores riesgos para la salud pública de nuestro tiempo y afecta a millones de personas en todo el mundo. Existen dos tipos diferentes de diabetes, ambos afectan al modo en que el organismo metaboliza el azúcar.
Cuando el azúcar entra en nuestro torrente sanguíneo, el páncreas libera insulina. La insulina «desbloquea» ciertos receptores celulares, permitiéndoles absorber el azúcar para que pueda alimentar las células y alimentar nuestros procesos metabólicos.
En la diabetes de tipo 1, el páncreas deja de producir insulina, por lo que las células se mueren de hambre aunque los niveles de azúcar en sangre se disparen. En la diabetes de tipo 2, en cambio, las células se vuelven insensibles a la insulina, por lo que necesitan cantidades cada vez mayores de la hormona para permitir la entrada de azúcar en las células.
Los niveles elevados de azúcar en sangre pueden ser extremadamente destructivos para los vasos sanguíneos y los nervios. Como resultado, la diabetes no tratada puede provocar no sólo la inanición de nuestras células y tejidos, sino neuropatía, enfermedades vasculares, derrames cerebrales e incluso cardiopatías. Un nivel de azúcar en sangre descontrolado también puede provocar amputaciones y la muerte.
Aunque hay muchos medicamentos que pueden ayudar a controlar la diabetes y prevenir sus complicaciones más mortales, la dieta es también una parte esencial de la solución. De hecho, los medicamentos por sí solos no pueden controlar la diabetes en la mayoría de las personas.
Dieta y enfermedad metabólica
Dado que la diabetes está causada por trastornos del metabolismo, la dieta es una parte crucial del control de la enfermedad. Sin embargo, hasta hace poco no había muchas pruebas sobre qué tipo de dieta puede ayudar exactamente. Sabemos que las dietas bajas en carbohidratos y ricas en proteínas suelen ser las mejores, pero no mucho más.
Para mantener los niveles de azúcar en sangre lo más equilibrados posible, los médicos han recomendado a menudo que los diabéticos hagan seis comidas pequeñas al día en lugar de tres más grandes. Sin embargo, hay datos que sugieren que esto podría empeorar la enfermedad, sobre todo en los diabéticos graves que dependen de la insulina inyectada.
Un nuevo estudio sugiere que comer para complementar las oscilaciones naturales del ritmo circadiano puede ser una mejor opción. Los investigadores dividieron a los diabéticos en dos grupos: uno que hacía tres comidas al día y otro que hacía las seis comidas diarias recomendadas. Ambos grupos ingerían la misma cantidad de calorías y carbohidratos; la diferencia clave era en cuántas comidas se dividían.
Sorprendentemente, los diabéticos que sólo hacían tres comidas al día no mostraron las fluctuaciones de glucosa en sangre que esperarían los expertos. Por el contrario, tenían una glucemia más baja y necesitaban menos medicación y menos insulina a lo largo del día. La disminución de insulina propició la pérdida de peso, lo que a su vez estabilizó aún más los niveles de azúcar en sangre.
Vínculos entre la diabetes y los relojes internos
¿Cómo es posible que hacer tres comidas al día tenga más éxito que hacer varias comidas más pequeñas a la hora de controlar los niveles de glucosa en sangre? Los investigadores creen que el ritmo circadiano puede desempeñar un papel. Los humanos hemos evolucionado para comer relativamente poco y a primera hora del día. Nuestros relojes internos funcionan mejor cuando tenemos mucho tiempo entre comidas.
Además, las personas que intentan hacer seis comidas al día suelen acabar comiendo a última hora de la tarde e incluso por la noche. En varios estudios se ha comprobado que esto conduce a niveles de glucosa en sangre aún más elevados, así como a dificultades para mantener un peso saludable.
No es la primera relación entre la diabetes y el ritmo circadiano. Varios estudios realizados en los centros de investigación más importantes del mundo sugieren que existe una relación entre nuestros relojes internos y el riesgo de desarrollar diabetes. De hecho, varios de los genes que controlan la sensibilidad a la insulina también controlan nuestros relojes internos. Este puede ser el motivo de que los diabéticos que comen menos tengan menos resistencia a la insulina y un nivel de azúcar en sangre más bajo: Los genes del reloj que se activan y desactivan de forma natural a lo largo del día también aumentan la sensibilidad a la insulina en momentos concretos.
Salud integral para toda la vida
Comer siguiendo el ritmo circadiano no sólo es bueno para los diabéticos, sino para todas las personas que desean llevar una vida larga y sana. Varios estudios han descubierto que un ritmo circadiano desregulado puede aumentar las probabilidades de desarrollar no sólo diabetes, sino también enfermedades cardiacas, derrames cerebrales y una serie de enfermedades debilitantes o mortales. Esta es una noticia desafortunada para muchas personas modernas, ya que estamos durmiendo menos y de forma menos regular que nunca antes en la historia de la humanidad.
Si quieres tener una vida larga y saludable, es hora de prestar atención a tus relojes internos. Asegúrese de que duerme la cantidad adecuada y con la mayor calidad posible. Además, trabaja para mantener un ritmo circadiano estable, acostándote, despertándote y comiendo aproximadamente a las mismas horas todos los días. Cuando se trata del metabolismo y el bienestar, la sincronización lo es todo.